Capitulo 40

500 37 2
                                    


—¡Tú decides Jeremy o dejas libre a Abel o me sacarás de aquí pero muerta!—ahora soy yo la que sonríe sin duda me estoy volviendo completamente loca pero no quiero que nadie muera tratando de protegerme nunca más.

Perdí a mamá, y todos a los que amo.

—Tú decides, Jeremy —vuelvo a pronunciar con una sonrisa en mi rostro.

Jeremy se ríe de mí, su sonrisa cruel y sádica. Hace unos instante no dudo es herir a Abel, el único que se atrevió a protegerme. Siento una ira y una tristeza abrumadoras, pero no voy a permitir que me venzan. Voy a vengarme, voy a hacer que Jeremy pague por todo lo  que ha hecho.

Mi corazón late con fuerza en mi pecho. Jeremy se burla de mí, cree que soy débil y que no puedo hacer nada contra él. Pero se equivoca. Voy a demostrarle que estoy dispuesta a hacer cualquier cosa para proteger a los que amo.

Estoy dispuesta a destruirlo y acabar con su vida. Siento una sensación de poder y control que nunca había sentido antes. Voy a hacer que Jeremy pague por lo que ha hecho. Voy a hacer que sufra como yo lo hecho.

—Muy bien, acepto tu oferta—dijo mientras asentía con la cabeza.

Me sentí un poco aliviada al saber que Abel estaría a salvo, pero también sabía que había puesto mi propia vida en peligro y la de mi bebé.

Aun nose si es un niño o una niña, gracias a Jeremy nunca lo supe, nunca  tuve la oportunidad.

—No te preocupes por Abel—dijo Jeremy. —Él estará bien. Pero tú, ahora suelta el arma.

Me señala.

—No hasta que salgan todos tus hombres de aquí—pronuncie presionando el arma en mi cabeza.

El miedo aún está en mi, me tiemblan las piernas, tengo el pulso acelerado. El temor a que está arma se dispar sola nace en mí. Los segundos se hacen eternos frente a esta situación.

Solo puedo escuchar el latido de mi corazón.

Jeremy se ríe de mi.

—No eres tan inteligente como crees, Alexa. Crees que puedes negociar conmigo y salir ganando, pero no es así—hace una pausa—Que ingenua eres.

Me sentí una sensación de miedo y desesperanza. Jeremy alza su pierna dándole un golpe Abel, el cual cae al suelo, luego pisa su cuerpo. Sujeta su arma y apunta hacia Abel.

—¡No! ¡Jeremy, no!—dispara, cierro mis ojos por inercia.

—¡Detente por favor! —susurro llorando, bajando el arma de mi cabeza.

Le ha disparado en la pierna, solo puedo escuchar los gritos agonizantes de Abel.

—¡Eres un monstruo!—le grite a Jeremy.

Le quería borrar esa sonrisa de su asqueroso rostro, alze el arma y apunte hacia el. Tengo que matarlo, tengo que acabar con su vida, tengo que......

Tengo que mancharme las manos de sangre.....

—Eres débil, házlo mátame, si puedes—se burlaba de mí.

<<Matalo de una puta vez>>

Mi visión empezó a ponerse borrosa, sentía mi cuerpo flaquear.

<<Dispara el arma>>

Dispare sin pensarlo dos veces

¡Pum!

Después de disparar a Jeremy, vi cómo la bala solo rozaba su brazo.

—¡Eres una maldita perra!—se queja mientras sujetaba su brazo.

Me sentí un poco confundida y dolida al mismo tiempo. ¿Por qué no había acertado? ¿Por qué no había podido matarlo?

Pero antes de que pudiera pensar en eso, otro disparo se escucho en el pequeño cuarto.

Uno de sus hombres había disparado.

Sentí mi estómago caliente, baje la mirada y solo veía como una pequeña mancha de sangre iba creciendo, empecé a ver todo borroso., caí al suelo y solo pensaba en mi bebé. Jeremy se enfureció con el hombre que me había disparado y lo mató. Me sentí un poco confundida, ¿por qué había hecho eso? ¿Por qué se había vuelto contra su propio hombre?

Pero no tuve tiempo de pensar en eso, porque Jeremy se acercó a mí y me cargó en sus brazos.

—Salva a mi bebé—susurre no tengo tiempo de pensar en nada más que eso, porque mi visión se está poniendo más y más borrosa.

Solo podía escuchar gritos y como mi aliento se escapaba de mi cuerpo cada segundo que pasaba. Los latidos de mi corazón eran débiles. Mi bebé. ¿Está bien? ¿Está salvo? Por favor, Dios, no le permitas que le pase nada malo. Por favor, protégelo y manténlo a salvo.

Me siento tan sola y asustada. No sé qué va a pasar conmigo o con mi bebé. No sé si vamos a estar bien. Pero sé que tengo que mantenerme fuerte, por mi bebé. Tengo que mantenerme fuerte y luchar por nosotros dos.

¿Por qué me pasó esto a mí? ¿Por qué me dispararon? ¿Por qué estoy muriendo? Me siento tan confundida y dolida al mismo tiempo. No puedo creer que mi vida esté llegando a su fin de esta manera.

Me duele el estómago y mi visión se está poniendo borrosa. No puedo pensar con claridad, pero sé que tengo que mantenerme despierta. No puedo dejar que me ganen, no puedo dejar que Jeremy me venza.

Pienso en mi bebé y me siento tan triste. No voy a poder verlo crecer, no voy a poder abrazarlo nunca más. Me siento tan sola y asustada.

Pero también pienso en Axel y me siento un poco mejor. Él me amaba y me protegía. Me siento agradecida de haberlo conocido.

Me pregunto si mi bebé estará bien. ¿Quién se encargará de él ahora que estoy muriendo? ¿Qué va a pasar con él?

No quiero morir. No quiero dejar a mi bebé solo en este mundo. Quiero verlo crecer y abrazarlo siempre. Pero sé que no tengo control sobre mi cuerpo. Me siento débil y mi visión se está poniendo más y más borrosa.

—!ALEXAA!—escucho la voz de papá, talvez estoy alucinando.

Espero que mi bebé esté bien. Espero que papá se encargue de él y lo proteja siempre. No quiero morir. No quiero dejar a mi bebé solo en este mundo. Quiero verlo crecer y abrazarlo siempre.

La hija pérdida de la Mafia✔+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora