Capitulo 45

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Después de caminar durante lo que me pareció una eternidad, finalmente encontré una puerta que me llevó a la calle. Me sentí aliviada al sentir el aire fresco en mi rostro y ver la luz del sol. Pero mi alivio fue breve, ya que rápidamente me di cuenta de que no tenía idea de dónde estaba. No reconocía las calles, no había señales de tráfico, ni edificios que me resultaran familiares.

Me sentí desesperada, no sabía qué hacer. Empecé a caminar sin rumbo, esperando encontrar algún lugar que me pareciera familiar.

Mientras caminaba, mi mente seguía girando con pensamientos de Jeremy y lo que me había hecho. Me sentía furiosa, dolida y confundida. No podía creer que hubiera escapado de esa casa, pero al mismo tiempo, no podía dejar de pensar en lo que había pasado.

Después de un rato, entro a una tienda de comestibles  me apresuré a entrar y pedir ayuda.

El dueño de la tienda  me preguntó qué me había pasado. Le expliqué rápidamente lo que había sucedido y él me dio un teléfono para que llamara a mi familia. Me sentí tan agradecida de haber encontrado ayuda.

Trata de recordar el número de papá, mi mente estaba tan confundida. Me sentía como si hubiera vivido una pesadilla y no podía creer que hubiera escapado de esa casa. Pero al mismo tiempo, me sentía furiosa y dolida por lo que Jeremy me había hecho.

Mientras marcaba los números mi visión se ponía nublosa, mi mente iba y venía.

—Alo..—escuche la voz de papá.

—Papá...—susurre mientras caía en la inconsciencia.

Después de desmayarme en la tienda de comestibles, desperté en el hospital. Me encontraba en una habitación pequeña y blanca, con equipo médico por todos lados. Había una cama a mi lado, y una silla donde estaba sentada una enfermera que me sonreía amablemente. Me sentía confundida y desorientada, pero al mismo tiempo, me sentía segura.

La enfermera se acercó a mí y me habló con una voz suave.

—Hola, Alexa. ¿Cómo te sientes?— Me costaba hablar, pero logré murmurar un "Hola". La enfermera me sonrió y me dijo que estaba allí para ayudarme.

Me hicieron varios exámenes y me preguntaron sobre lo que había sucedido. Trate de omitir todo lo que pude. Después de un rato, me dieron un diagnóstico: tenía una conmoción cerebral leve y algunas heridas superficiales. Preguntaron por mi bebé, ya que tenía una cesárea. Omite los detalles. Me recetaron algunos medicamentos para el dolor y la ansiedad, y me recomendaron que descansara durante unos días.

Minutos después, la puerta se abrió y vi a mi papá entrar en la habitación. No pude explicar lo que sentía. Solo pude llorar en sus brazos. Me abrazó fuerte y me dijo que todo iba a estar bien, que estaba allí para mí. Me sentí tan aliviada y segura en sus brazos.

Después de un rato, mis primos llegaron a la habitación. Se veían preocupados, pero también aliviados de verme. Me abrazaron y me preguntaron cómo me sentía. Les dije que estaba un poco confundida y dolorida, pero que estaba bien.

Después de conversar un rato con mi familia, los médicos vinieron a hablar con ellos.Le explicaron que había sufrido una conmoción cerebral leve y algunas heridas superficiales, pero que estaba en vías de recuperación.
Finalmente, después de un rato, me dieron de alta. Mi papá me ayudó a levantarme de la cama y me llevó a casa. Me sentía débil y cansada, pero también me sentía agradecida y segura de que estaba en casa con mi familia.

—¡En caso hablaremos bien!—papá me da un beso.

Horas después

Me encontraba en la habitación de la casa en la que mi familia se quedaba. Era una habitación acogedora y familiar, con paredes pintadas de un suave color crema y muebles de madera oscura. La cama era grande y cómoda, con sábanas blancas y suaves. Había una ventana grande que daba al jardín, y podía ver las flores y los árboles mecidos por el viento. Mi mente estaba llena de pensamientos y emociones contradictorias. Por un lado, me sentía aliviada de haber escapado de la casa de Jeremy, pero por otro lado, me sentía culpable por lo que había pasado. Me sentía confundida y dolida, y no sabía cómo procesar todos los sentimientos que me inundaban.

Mi papá se sentó a mi lado en la cama y me tomó de la mano.

—Alexa, hija, ¿cómo te sientes?— me preguntó con voz suave y preocupada.

Le miré a los ojos y me sentí abrumada por la emoción.

—Papá, estoy tan confundida y dolida— le dije, tratando de contener las lágrimas. _Me duele tanto que mi bebé esté muerto, y que yo... que yo haya matado a Jeremy.

Mi papá me abrazó fuerte

—Alexa, no eres una asesina. Lo que pasó fue una situación extrema y te defendiste para protegerte a ti y a tu bebé. No tienes que cargar con la culpa y el dolor —aseguro tratando de consolarme.

Pensé en sus palabras y me di cuenta de que tenía razón. No era una asesina, había actuado en defensa propia y de mi bebé. Pero aún así, me sentía culpable y dolida.

Después de un rato, mis primos entraron en la habitación. Se veían preocupados, pero también aliviados de verme.

—Alexa, estamos aquí para ti—, me dijo Caleb —No estás sola, nosotros te apoyamos.

Comencé a llorar de nuevo, y mi papá me abrazó más fuerte.

—No te preocupes, hija. Estamos aquí para ti. Vamos a superar esto juntos".

—Me alegra que hayas encontrado a tu hija—expreso el tío Marcos mientras salía de la habitación.

Mi corazón se hundió de dolor.

—Mi primo Max aún no lo encuentran—pregunto consternada.

—No te preocupes por eso tienes que descansar—dice mi padre dandome un beso en la frente.

Por la puerta entro Abel, lo miro sorprendida, luce grandes ojeras, su cabello desordenado. Camina cojo de una pierna se acerca a mi.

—Perdoneme señorita no pude protegerla a usted y a su bebé—se puso de rodillas con una expresión de dolor.

Me alegraba que Abel siguiera con su vida.

—Nada es tu culpa—extiendo mi mano, el me da un apreton—Gracias por cuidar de mi Abel.

En ese momento, me sentí agradecida de tener a mi familia y amigos cerca de mí. Me sentí segura y protegida, y supe que podría superar cualquier cosa con su apoyo.


La hija pérdida de la Mafia✔+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora