La hija pérdida de la Mafia✔+18

Capitulo Final

Había pasado medio año desde que escapé de la casa de Jeremy, no pudimos encontrar a Max, luego en el lugar que me escape habia un cadaber su rostro estaba irreconocible.

Me encontraba en un restaurante, cenando con Abel, el hombre que me había cuidado y protegido después de mi escape. De a poco, había empezado a gustarme, y eventualmente, nos habíamos enamorado.

Mientras cenábamos, Abel se puso de rodillas y me miró con una sonrisa nerviosa. Saqué una cajita de su bolsillo y la abrió, revelando un anillo de compromiso hermoso. Me pidió matrimonio con una voz temblorosa, y yo, sorprendida y emocionada, le grité que sí.

Tres meses después, estábamos en el altar, celebrando nuestra boda. Todo era tan bonito y perfecto. Mi padre, aunque no le gustaba la idea de que me casara con Abel, estaba feliz por mí.

La boda se llevó a cabo en un hermoso jardín al aire libre, rodeado de árboles frondosos y flores de todos colores. El sol brillaba en el cielo azul y una suave brisa soplaba sobre nosotros. Me sentía como una princesa en mi vestido blanco de encaje, con un velo que caía sobre mi cabello oscuro. Abel estaba guapísimo en su traje negro, con una sonrisa radiante en su rostro.

Mi padre me acompañó al altar, donde Abel me esperaba con una mirada de amor y adoración. La ceremonia fue íntima y emotiva, con solo nuestros familiares y amigos más cercanos presentes. Me sentí tan feliz y segura al lado de Abel, sabiendo que él me amaba y me apoyaba incondicionalmente.

Después de la boda, nos fuimos de luna de miel. Dos meses después, me enteré de que estaba embarazada por segunda vez. Me sentí triste, feliz y aterrada al mismo tiempo, pero esta vez no estaba sola. Tenía a mi familia conmigo, y Abel me apoyaba y me amaba.

Me di cuenta de que la vida es un viaje lleno de altibajos, pero con la persona adecuada a tu lado, puedes superar cualquier cosa. Me sentí agradecida de haber encontrado a Abel, y de haber podido encontrar el amor y la felicidad después de todo lo que había pasado.

Después de la boda, nos fuimos de luna de miel a un lugar paradisíaco en el extranjero. Fue un viaje increíble, lleno de aventuras y romance. Me sentí tan feliz y relajada al lado de Abel, sabiendo que éramos marido y mujer.

Y luego, dos meses después, me enteré de que estaba embarazada por segunda vez. Me sentí triste, feliz y aterrada al mismo tiempo, pero esta vez no estaba sola. Tenía a mi familia conmigo, y Abel me apoyaba y me amaba. Me di cuenta de que la vida es un viaje lleno de altibajos, pero con la persona adecuada a tu lado, puedes superar cualquier cosa.