XXVII

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VEINTISIETE

Aster Diosado

- Si soy un problema tan grande, entonces mátame - contestó Tiago de forma que solo yo pude escucharle - ¿O no te atreves? - agregó sonriente.

- No dudes que lo haré - respondí devolviéndole la sonrisa.

Me giré dispuesta a salir de allí para buscar a Axel y solucionar el problema arrancándolo de raíz, ni siquiera me paré cuando escuche a Mirk llamarme desde atrás, seguí andando recorriendo los pasillos hasta llegar a la habitación de Axel. Abrí la puerta sin llamar, Lía estaba en su cama con los cascos puestos, Axel en la otra sentado mirando al frente, a la pared.

- Hola - salude una vez dentro. Axel despegó su mirada de la pared y la guió hasta donde yo estaba. Se levantó llevándome con él fuera de la habitación cerrando la puerta detrás de él.

- ¿Estás bien? te ves tensa - dijo mi hermano riendo.

- No. ¿Cómo podría? Tiago está aquí, sale con la loca que encima es prima de Mirk ¿Crees que así se puede estar bien ? - solté de golpe.

- Tiago, La loca... ¿esos no eran tus amigos? - preguntó con una expresión entre pensativa y confusa que sólo logró estresarme más.

- Sí pero ya no. Tiago sabe lo que hacemos y la otra me odia - dije cada vez más nerviosa.

- ¿Quieres algo para relajarte? - pregunto a punto de estallar en carcajadas al ver mi expresión - Tengo dentro unas pastillas para eso, van bien yo las uso para dormir.

- No me voy a drogar Axel - dije sería - Lo voy a matar. Juro que lo odio solo me da problemas - mi hermano empezó a reír sin parar.

- ¿ Y qué te impide hacerlo ? no es como si fuera la primera vez. Una llamada y listo - dijo sin rodeos.

- No... yo no... - ¿Qué me impedía pedirle otro favor a papá ? Aún no se ha enterado de mi regreso al equipo, así que es imposible que esté enfadado. Solo sería una llamada y el problema resuelto. ¿Y si preguntan después que ha sido de él?

Siempre puedes decir que decidió cumplir su sueño y vivir en una franja apartado del mundo.

No suena tan mal. Y tampoco cuesta nada, una llamada.

- Puedo ver desde aquí cómo se mueven los engranajes en tu cabeza, en cualquier momento empiezas a echar humo - dijo Axel sacándome de mis pensamientos - sea lo que sea que decidas hacerle a ese chico, tienes que añadir también a la loca de tu amiga. Si ahora están juntos y son tan asquerosos como mi cuñadito el rubio y tú seguro tampoco tienen secretos y es muy probable que ella también esté enterada de los trapos sucios de papá.

- ¿Por qué tiene que ser todo tan complicado? primero el director nos pilla y nos toca posponerlo, ahora esto... Quiero que vaya todo bien, como antes - gruñí frustrada.

- No se puede volver al pasado - Axel hizo un intento de sonrisa que se quedó en una mueca y volvió a su habitación - Si necesitas ayuda con el tóxico ese me avisas. Y mucha suerte esta noche - dijo guiñandome un ojo antes de cerrar la puerta dejándome en el pasillo sola de nuevo.

Suspire antes de volverme y caminar sin rumbo por los ya familiares pasillos.

Tantee el móvil en mi bolsillo, barajando la idea de llamar a mi padre y pedirle ayuda y otro punto de vista. Pero antes de poder hacer nada este empezó a vibrar, avisando de una llamada entrante. Lo saque con urgencia cogiendo la llamada antes de que el tono empezara a sonar.

- ¿Aster? - preguntó la voz de mi hermano desde el otro lado de la línea.

- ¿Eric? - respondí en el mismo tono - ¡Cuánto tiempo sin hablar! ¿Cómo va todo por casa ? - añadí animada.

Entre golpes y traicionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora