XXIX

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VEINTINUEVE

Aster Diosado

- Estoy pensando en teñirme de rosa ¿qué te parece? - escuché a Axel según entraba en la habitación. - Ya lo hice una vez, pero fue por una apuesta y era de spray.

- Eso es estúpido Axel - le contestó Eric - estropea el pelo.

- ¿Siempre estás tan amargado? ¿Me echabas tanto de menos que me has tenido que quitar ese puesto? - siguió hablando mi hermano entre risas. Eric resopló y dirigió su vista hacia mi.

Sonreí inconscientemente. Ver a mis dos hermanos juntos de nuevo, saber que estaban conmigo y me ayudarían, producía en mí una felicidad inexplicable. Había echado tanto de menos esto, ya ni recordaba cómo era tener a Axel y todo su paquete de humor retorcido, pero me encantaba tenerlo de vuelta.

- ¿Que habías pensado hacer para solucionar el "problemita"? - preguntó sentándose en mi cama.

- Nada concreto - contesté sentándome a su lado - pensé que lo traerías ya todo pensado. - encogí los hombros. No iba a comerme la cabeza pensando en un buen plan sabiendo que Eric traería uno mejor.

- Menos mal que siempre cumplo tus expectativas - dijo él agachándose a coger algo de dentro de su mochila.

- Yo no las cumplí y me echaron de casa - se quejó Axel tirándose en la cama de Zayd.

- Axel ¿en cuántos sentidos estás? - le pregunté tal y como él hacía años atrás cuando yo me encontraba en su situación.

- En 2 y medio - dijo acomodándose mejor en la cama - pero casi 3 - contestó feliz.

- No está receptivo - le dije a Eric que parecía confundido por mi repentina pregunta - explicame que has pensado y ya se lo explicaré yo a él cuando esté de vuelta el Axel amargado.

- Ese Axel no va a volver - canturreó mi hermano desde la cama.

- Ps más le vale volver, si no quiere que papá se lleve otra decepción - sentenció Eric un poco molesto dejándole callado y refunfuñando.



- Y así solo nos queda elegir un lugar para llevarle y un cebo para que vaya - terminó la explicación mi hermano.

- Según lo que has dicho, no valen las gradas como sitio, necesitamos otro más apartado - dudé unos segundos hasta que el lugar perfecto cruzó mi mente como una estrella fugaz. - ¡Ya sé! La primera vez que Mirk me invitó a una cita fuera del internado, fuimos a una feria que ponían no muy lejos de aquí. En el camino me fijé sobre todo en las estrellas que se veían, pero a los lados había un bosque lo suficientemente profundo como para que si alguien se pierde ahí dentro tarden como poco una hora en encontrarlo. Lo podemos llevar ahí. - dije entusiasmada. Eric asintió de acuerdo con mi idea para el lugar.

- ¿Y cómo hacemos que vaya allí voluntariamente? - preguntó remarcando la última palabra.

- ¿Una cita? - sonreí nerviosa diciendo lo primero que pasó por mi cabeza.

Sonaría bien si no fuera porque te odia.

- Contigo no puede ser porque sería muy obvio así que dime con quién, ¿Con Axel? - señalo a mi hermano dormido en la cama de Zayd soltando pequeños ronquidos de vez en cuando.

Exacto, haz caso a tu hermano esa es una pésima idea.

- Es un chico muy guapo - me encogí de hombros a la vez que él se frotaba la cara con desesperación.

Entre golpes y traicionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora