XXVIII

22 3 0
                                    

VEINTIOCHO

Aster Diosado

- ¿Pero sabes lo que has hecho? te avisé, te va a preguntar no le cuentes nada y aún así vas a hablar con ella. Pensaba que dejaste de ser tan imbécil pero se ve que no - dijo el último tirándose en su cama derrotado.

- ¿Qué ha pasado? - pregunté muy confusa de verles a los dos juntos.

- Tu hermano es imbécil - dijo Zayd aún pasándose las manos por la cara frustrado.

- Eso ya lo sé. Corrijo mi pregunta, ¿Que has hecho ahora Axel? - agregué sin moverme de mi sitio.

- Yo nada - se excusó. - tu nueva amiga, esa pelirroja, vino poco después de que te fueras, dijo que quería hablar conmigo sobre algo importante, y luego ella y Lia me preguntaron por ti y yo les conté que Tiago estaba aquí y por eso estabas tensa y ella menciono algo sobre que si era mi primo, y por favor ¿como voy a tener yo un primo tan feo? - preguntó ofendido.

- ¿Has desmentido que no es de la familia entonces? - él asintió, orgulloso de haberlo hecho.

- Y entonces Cailín ha venido a buscarte enfadada porque la mentiste y ahora quiere saberlo todo, y no creo que quieras contarle lo que hacemos y quién es el jefe - agregó Zayd.

- ¿No tenía ya suficientes problemas? que ahora has hecho que mi mejor amiga se enfade, me va a tocar explicarlo todo. Hace días que no hablo con ella por que no quiero mentirle a la cara y ahora tu vas y haces que se enfade, eres increíble Axel.

- Lo sé, gracias por reconocerlo - respondió él con una sonrisa de suficiencia apalancada en los labios y salió de la habitación, dejando todo el caos a su paso, como siempre ha hecho.

Axel, te quiero, pero matar

Miré a Zayd que seguía tumbado en la cama tapándose la cara con las manos. Me senté a los pies de su cama y suspiré antes de hablar.

- Va a venir Eric, va a estar por aquí unos días, tenemos que solucionar unos problemas familiares y Cailín no puede enterarse de nada hasta después de que se vaya mi hermano.

- No puedo seguir mintiéndole a mi novia en la cara, y es tu mejor amiga tampoco deberías seguir haciéndolo.

- Lo sé y pienso contárselo, solo necesito unos días más. Unos pocos días - dije mirándole pidiéndole que me ayudara. - Además ella está con los exámenes de idiomas y está centrada en eso, no podemos meterla en todo este rollo, arruinaría sus notas. - Zayd dudo unos segundos, pero terminó aceptando no muy convencido.

- Pero se lo vas a contar tú. - agregó con nerviosismo bien oculto

- Si tranquilo la ira de la pelirroja no va a recaer sobre ti - me reí. Él se incorporó sonriendo.

- Entonces ¿se van a unir los tres hermanitos violentos para una misión secreta? - preguntó y yo asentí - Por suerte Eric es inofensivo, ya con dos matones tenéis suficiente - solté una carcajada totalmente involuntaria nada más escucharle.

- Eric no pelea físicamente porque es una princesita y se le rompen las uñas, no porque no sepa - respondí aún sin poder dejar de reir.

- ¡Sois una familia de matones! - dijo Zayd riendo de nuevo. - Pues mucha suerte con los problemillas familiares. - Asentí antes de levantarme y tumbarme en mi cama. Cerré los ojos y respire profundamente hasta quedarme dormida.



Horas después me desperté cuando Axel entró en la habitación gritando, seguido de Eric, quien solo resoplaba y rodaba los ojos.

- Hola hermanita ¿a que no sabes quién ha venido a verme? - dijo sonriente señalando a Eric.

- ¿Dónde quedó el Axel que solo gruñía y miraba mal a todos? - preguntó Eric en mi dirección. Me encogí de hombros riendo al ver el entusiasmo de Axel.

- Sigue ahí, solo que lo escondo cuando te veo hombrecito - respondió mi hermano sin dejar de sonreír.

- ¡Volvemos a ser un equipo! - dije contagiándome de su entusiasmo.

- ¡El mejor equipo! - agregó Axel encerrándonos a los tres en un abrazo de grupo.

El momento se vio interrumpido por una pelirroja bajita muy muy enfadada que miraba la escena desde la puerta con cara de pocos amigos. Me separé de mis hermanos dejándolos dentro de la habitación después de susurrar un casi inaudible "ahora vuelvo" y salí cerrando la puerta detrás de mí.

- Quiero muchas explicaciones y tienes poco tiempo. He quedado con Lia luego. - dijo Cailín una vez estuvimos fuera.

- No puedo dártelas todas aún... - dije intentando pensar rápido en algo creíble.

- Ya estás haciendo eso otra vez - dijo ella con fastidio. La miré sorprendida y confundida y ella solo rodó los ojos antes de volver a hablar - eso que haces cuando buscas excusas, te rascas la nariz - explicó.

- No estoy buscando excusas - mentí - es solo algo difícil de explicar y prometo contártelo todo pero...

- Pero me lo vas a contar - me cortó ella - y va a ser ahora. - aseguró cruzándose de brazos, dándome a entender que no había tregua.

- Bien - resoplé rendida. Ambas nos sentamos en el suelo - Tiago y yo no somos familia. Éramos muy buenos amigos hasta que me traicionó y le hice pagar, por eso me trasladaron aquí. Ahora ha vuelto y Axel, Eric y yo corremos el riesgo de que nos traicione otra vez, así que necesitamos deshacernos de él cuanto antes. Y cuanta menos gente lo sepa mejor.

- Eso es un resumen muy resumido Aster, pero supongo que me conformo por ahora. - dijo ella encogiéndose de hombros de acuerdo con mi explicación - ¿Pero porque hace días que te juntas con los chicos? ¡Hasta comes con ellos!

- Porque mi familia está involucrada - fue lo único que respondí.

- ¿Como?

- Ellos hacen el trabajo sucio de la empresa. - se quedó callada esperando una respuesta más concreta de mi parte - No voy a explicarte como funciona la empresa de mi padre Cailín.

- Está bien - se rindió apartando la mirada - ¿puedo ayudar a algo para sacar a tu supuesto primo de aquí? - me reí y negué. Cuanta menos gente esté involucrada mejor.

- No creo que puedas hacer nada. Tengo que hablar con mis hermanos de eso - dije señalando la puerta detrás de mí.

- Vale, pues te dejo en paz pero que sepas que sigo enfadada - dijo antes de sonreír e irse dejándome sola de espaldas a mi habitación.

Entre golpes y traicionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora