Con la ayuda de Merlín fue bastante sencillo terminar de orquestar el plan y preparar todo lo necesario. Al amanecer todos se pusieron en pie y se prepararon para partir.
Robín y sus hermanos vestían bastante similares, uniformados con sus capuchas y pañuelos. Merlín les proporcionó trajes nuevos, como si fueran uniformados. El de Robín era de un tono verde muy oscuro. Los demas variaban entre tonos verdes, negros, marrones y grises, siempre ocuros para pasar desapercibidos en la noche.
A Arturo le resultó divertido verlos así vestidos, sin duda eran el escuadrón de Robín Hood. Él parecía llamar más la atención que nadie con su ropa blanca y gris.
Robín y John se quedaron solos dentro de la cueva, terminando de armarse.
—Sigo pensando que deberíamos ser nosotros quiénes se enfrenten al sheriff —dijo Robín.
—Mera y Laura podrán con ello. Además, no sabemos con certeza dónde estará. Y si nos lo topamos por el castillo, yo mismo le ensartare una flecha en el ojo.
—La idea es que la única baja hoy sea el príncipe.
—Y por eso no vamos nosotros a por ese capullo.
Robín entendía a lo que se refería. El sheriff de Nottingham había matado a Domy, si él o Marc se lo encontraban no dudarían en matarlo. Pero él prefería encerrarlo y condenarlo a una vida en los calabozos hasta su muerte. Había castigos peores que la muerte. De hecho, la muerte no es castigo para la víctima, sino para aquellos a los que les importa, y nadie quería a ese condenado sheriff.
—Va a ser duro volver después de...
—Sí —John lo interrumpio—, lo será. Pero vamos a liberar a nuestro pueblo. El reinado de Juan termina hoy.
De repente, Arturo entró en la cueva.
—Fuera está todo listo —les informó.
—Ya vamos —contestó Robín evitando su mirada.
Arturo asintió y se marchó.
John observó a Robín y posó su vista en ciertas marcas de su cuello, que tapaba al ponerse la chaqueta.
—¿Comienzan a aclararse tus ideas? —preguntó.
—Eso es lo último que me preocupa ahora.
Robín terminó de armarse, con su arco, su carcaj y varios cuchillos.
—Ya... Pues la próxima vez que Arturo y tú queráis «aclararos las ideas» o despediros, alejaos un poquito más del campamento. —John terminó de equiparse y se dispuso a irse—. Creo que habéis traumatizado a Laura.
John salió de la cueva, dejando a Robín bastante impactado y abochornado.
—Espera, ¿qué? ¿Laura nos...? ¡Oh, no me jodas!
Mientras tanto, fuera de la cueva, Laura le mostraba a Arturo las bombas caseras que había hecho. Algunas eran de fuego y otras simples bombas de humo. Estas últimas se las repartieron entre todos.
—¿Tú has hecho esto? —preguntó, sorprendido.
—Todos tenemos un rol aquí, ¿no? Yo soy la de las bombas.
—¿No eres un poco joven para saber tanto sobre bombas?
—¿No eres un poco viejo para juguetear en el bosque a altas horas de la noche? ¿Eso no es de adolescentes?
La respuesta de la niña dejó sin habla a Arturo. ¿Acaso ella sabía algo? Sin duda, la pequeña Laura era una chica demasiado perspicaz y audaz, lo cual pondría nervioso a cualquiera.
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Robín y Arturo: El heraldo de Nottingham [LRDN #1]
FantasySeguro que ya conocéis la historia del rey Arturo, de Camelot, de Excalibur y de Merlín. Y seguro que también conocéis la leyenda de Robín Hood y el pueblo de Nottingham. Pero, ¿y si Camelot y Nottingham no estuviesen dónde creíamos? ¿Y si existiese...