Capítulo 6: Dudas

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Merlín les sirvió algo de comer antes de hablar, y le entregó una camisa a Robín para que se cubriera. El arquero se encontraba débil y hambriento, así que no pudo negarse. Se sentó frente a la maga, mientras Arturo permanecía de pie, a la defensiva. «¿Qué cuento le contará a Robín ahora?», se preguntaba.

—Antes que nada debo explicarte ciertas cosas —comenzó la maga—. Existen distintos mundos paralelos al nuestro. Diferentes dimensiones. Algunas llenas de vida, otras oscuras y deshabitadas, o plagadas de cosas que preferirías no descubrir.

—Sí, he oído sobre esas leyendas —dijo Robín—. Los magos que vienen de otro mundo.

Merlín negó con la cabeza.

—No venimos de otro mundo. Todos somos de aquí, pero por alguna razón que a día de hoy desconocemos, nacimos así. Nosotros tenemos el poder de viajar entre mundos, y por ello protegemos nuestra dimensión de posibles amenazas procedentes del otro lado.

—¿De otro universo?

—Algo así.

—¿Y qué tiene eso que ver conmigo?

—Contigo no, con lo que nos amenaza. —Robín la escuchaba muy atento, pero bastante perplejo. Todo aquello sonaba surrealista, pero después de lo que había visto, ya lo creía todo—. Existe un mundo al que llamamos "La dimensión oscura''. Era un mundo aislado y desierto en su momento, así que lo utilizamos para contener allí amenazas que no podíamos erradicar. No solo personas, sino monstruos, y hasta magia.

—A que adivino: algo ha escapado de ahí.

—Algo no, alguien —corrigió Arturo.

—Hace años los magos se sacrificaron para encerrar allí a un... ser, —Se negaba a llamarlo hombre—, que amenazaba nuestra existencia. Ansiaba controlar este mundo.

—¿Por qué todos desean eso? —se preguntó Robín en voz alta.

—Se hacía llamar el Señor Oscuro.

—Qué sutil.

—Él pensaba que su poder lo hacía más fuerte, y por ende más importante, así que debía tener el control sobre todo. Ansiaba poder, ser el más fuerte, y sobreponerse a todo y a todos. Era un obseso del control. —«Quería control sobre todo... sobre mí» recordó.

Robín parecía estar procesando toda aquella información, uniendo los puntos para comprender lo que estaba pasando. Arturo lo contempló atento, apreciando cómo funcionaba su cabeza.

—Vale. Entiendo que encerrasteis en esa dimensión oscura a ese... ser, y este ha escapado, ¿no?

—Exacto.

—Me imagino que buscas ayuda para detenerlo. De ahí el rey y su espadita. —Arturo gruño—. Pero, ¿qué pinto yo en todo esto? No pertenezco a vuestro mundo. A vuestro entorno quiero decir. Nunca había visto algo semejante.

—Y justo por eso necesito tu ayuda. —Merlín no quería tener que explicar más de la cuenta, pero sabía que debía decir algunas cosas para poder convencer a Robín—. El Señor Oscuro puede sentir mi magia, cuanto más la utilice más fácil seré de localizar para él. Y yo soy la única que puede detenerlo.

—Y para ello necesitas poder acercarte —comprendió Robín.

—Da gusto hablar con alguien que lo entiende.

—Entiendo el fin, lo que no comprendo es porque yo. ¿Por qué nosotros? Me pediste que encontrará a Arturo, pero tú ya sabías donde estaba, ¿verdad?

—¿Le pediste que me buscara? —preguntó Arturo, desconcertado. Ni sabía por qué se sorprendía a estas alturas.

—Tengo un plan, y para poder seguirlo os necesito a ambos juntos.

Robín y Arturo: El heraldo de Nottingham [LRDN #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora