Arturo cabalgó lo más rápido posible hasta el bosque, con Robín sentado frente a él, tratando de sujetarlo lo mejor posible para que no se cayera. El arquero ya no podía moverse, ni sabía si seguía despierto.
—Vamos, aguanta —suplicó, angustiado.
Cuando se internaron en el bosque, no tardaron mucho en toparse con un campamento, en el cual Merlín aguardaba su llegada. La maga le había escrito un mensaje de fuego citándolo allí aquella noche, antes de que todo ocurriera.
—Está muy grave —se apresuró a informar Arturo, bajando del caballo.
—Mételo en la tienda, rápido.
Cargó a Robín hasta el interior y lo dejó sobre una pequeña cama improvisada. Dentro había una mesa de madera y bolsas con pociones y diversos objetos de la maga.
—Aparta —le indico Merlín, haciéndose cargo de la situación. Arturo ya no podía hacer nada más.
Mientras la maga se ocupaba de Robín, Arturo fue al río para tomar agua con un cubo y dársela a los caballos. Después volvió y se acicaló un poco, quitándose los restos de sangre del arquero.
Él estaba habituado a esa clase de situaciones, había crecido con ellas. Se percató de la presencia de aquellas criaturas antes que nadie, debido a su vínculo con Excalibur. La espada le advirtió del peligro. Preparó la trampa lo antes posible, sabiendo que no se detendrían hasta arrasar con todo. De no haberlas matado, los habrían seguido persiguiendo. Antaño le habría sido más difícil tomar esa decisión, y quizá le habría costado la vida a más personas, pero ya no era un crío, y se había endurecido por el tiempo y las circunstancias.
Pero ese no era el caso de Robín, y su impacto por la situación fue muy evidente. Su mirada desolada y aquella expresión de terror jamás se borrarían de su memoria. Entendía aquella impresión, la primera vez que te topabas con algo así era irreal, tu cerebro tardaba en asimilarlo. Y tener que tomar una decisión tan radical como arrasar un pueblo entero, el hogar de cientos de personas, era demasiado impactante para cualquiera.
Robín acababa de atravesar una situación fuera de lo normal (para él al menos), probablemente le sería difícil asimilar lo que había visto.
Justo cuando Arturo regresó al campamento; ya limpio, y con el cabello húmedo; Merlín salió de la tienda.
—Es muy fuerte, se pondrá bien, solo tiene que descansar —le informo.
—Bien —contestó cortante.
Arturo pasó junto a la maga, prácticamente ignorándola.
—Te advertí que esto pasaría —le recordó.
Arturo rio con ironía.
—No vayas ahora de heroína del pueblo que no te pega nada.
—Estás enfadado —resaltó ella.
—Siempre has sido tan inteligente —espetó el rubio, sarcástico—. Sí, claro que estoy enfadado. Todo va bien hasta que vuelves a aparecer. Y ahora también has metido a Hood en esto.
La maga se rio.
—No me digas que ahora te importa Hood.
—No me importa. Pero me compadezco de cualquiera que se vea involucrado en tus mentiras.
—¿Crees que miento?
—Creo que no dices toda la verdad. Vienes pidiendo ayuda, recalcando que el destino de la humanidad está en juego, pero nunca explicas tus dobles intenciones.
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Robín y Arturo: El heraldo de Nottingham [LRDN #1]
FantasiaSeguro que ya conocéis la historia del rey Arturo, de Camelot, de Excalibur y de Merlín. Y seguro que también conocéis la leyenda de Robín Hood y el pueblo de Nottingham. Pero, ¿y si Camelot y Nottingham no estuviesen dónde creíamos? ¿Y si existiese...