Línea recta (Homoerótica)

Hacerse a la idea (2ª parte)

Segunda parte (no sé porqué lo digo otra vez si ya lo pone en el título, arriba👆) En fin, como digo siempre, espero que al menos os entretenga. Nos leemos al final de este capítulo.

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Una semana puede ser un espacio de tiempo muy corto o uno terriblemente largo dependiendo del estado de ánimo y de las circunstancias. Para Mat, esos días habían sido eternos. No sólo tenía que lidiar con la tristeza de su ruptura con Adán, si no que, al no tener nada que hacer eso era lo único que ocupaba su mente y era agónico y agotador. Por suerte tenía a su hermano y a Gabriel, que intentaban animarle con películas, sus comidas favoritas y todo tipo de intentos para que no pensara demasiado, pero la verdad era que seguía pensando en Adán mientras veía la película, mientras comía o mientras hacía cualquier cosa que se les ocurriera a sus dos personas favoritas. Un par de días atrás, a Gabriel se le ocurrió la idea de que estudiase... Mat se quedó mirando a su amigo pensando que era una broma y le dijo que no tenía gracia, sin embargo, Gabriel le aclaró que no era una broma;

—Tienes una carrera que no te gusta nada que te lleva a trabajar en cosas que no te gustan nada. Estudia algo que te guste y así trabajarás en algo que te guste.

—¿Como por ejemplo? —preguntó Mat sin una pizca de alegría y pensando que Gabriel era demasiado optimista en cuanto a sus habilidades.

Gabriel se encogió de hombros y después miró a la nada, pensando, y justo después de que Mat rodara los ojos pero justo antes de que dijera ¿lo ves?, Gabriel chasqueó los dedos y dijo:

—Colores —el castaño se rió al ver la cara de circunstancia de su cuñado—. Aquiles te contrató porque se te da muy bien combinar colores, y además descubriste que la ropa es uno de tus puntos fuertes. Puedes estudiar estilismo.

—O interiorismo —dijo Maya, que estaba sentada a la mesa con su hijo y su yerno y había estado callada hasta ese momento—. Podrías ser decorador de interiores, como yo.

Gabriel levantó ambas cejas mirando a su suegra y después volvió a mirar a Mat afirmando con la cabeza.

—Cierto. Para eso también es necesario saber de colores, así que tienes dos opciones... de momento. Hay unos tests de aptitudes que te ayudan a encontrar tu trabajo adecuado y te dan varias opciones. Hazlo, y después decides.

A Mat le pareció buena idea lo del test y lo hizo, resultando que, los más adecuados para él eran precisamente decorador y estilista, porque no quería ser antropólogo, ni escritor, ni animador sociocultural... Aunque esto último no le pareció tan mala idea al principio...  hasta que se dio cuenta de que tendría que tener buena cara con todo el mundo a todas horas por muy mal que estuviera, y él sabía que sería incapaz. Así que tenía dos opciones, y hasta ese día -precisamente el día de su cumpleaños-, no tenía claro cuál de las dos iba a escoger. Pero sí sabía que tenía que hacer algo con su vida, así que más pronto que tarde iba a ser estilista o decorador.

En ese momento, tumbado en su cama y comiendo palomitas mientras pensaba en qué quería hacer, escuchó que llamaron al timbre. Pensando que Gabriel estaría estudiando, su hermano trabajando, Dasken durmiendo y que su madre seguro que no iba a ir, se levantó con un resoplido para ser él quien abriera la puerta, entonces, cuando llegó a la escalera, vio que Gabriel había abierto y hablaba con Adán. Su corazón dio un salto y se escondió tras la pared, acobardado pero completamente interesado en lo que su cuñado y su ex estaban hablando. Se quedó callado y escuchó.

—<No soy oportuno. Soy un cotilla> —pensó, recordando las palabras de Gabriel.

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