Capítulo 58: Para toda la vida

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Cuando encuentras a ESA persona, la encuentras aunque no la estés buscando, si aparece ya no puedes hacer nada excepto rendirte. Pero, ¿cuántas personas han tenido la suerte de poder de decir "es ESA persona" con toda seguridad y no haberse equivocado?

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No era costumbre que Gabriel despertara antes que Markku, pero en los últimos días, el rubio estaba cansado por dormir en un sillón del hospital y le costaba más abrir los ojos. Cuando despertó, Gabriel miró su reloj y se sorprendió de que la hora de comer ya se hubiera pasado. Él no tenía hambre y no pensaba despertar a Markku, aún tenía que descansar. Se quedó mirando el rostro relajado de su novio.

—Qué guapo eres  —susurró. Le dio un suave beso en los labios y quiso volver a dormirse, pero el sonido de un mensaje llegando a su teléfono le interrumpió. Al mirar el aparato se sorprendió de ver que tenía varios mensajes—.  <Uno de Paquita, otro de Pedro, seis de la rubia, dos de mi madre, uno de Adán, otro de Adrián... ni siquiera recordaba que Adrián quería venir a verme>  —Gabriel se encogió de hombros—. <Después le contesto el mensaje> —le sorprendía tener tantos mensajes, pero lo que más le sorprendió fue ver un mensaje de su primo Teo del que hacía años que no sabía nada.

Teo era el hermano mayor de los cuatro hijos de su muy homófoba tía Marta, y hermano de Miranda, Isaac y Manuel. Desde que el chico se fuera a la universidad hacía cinco años, Teo no le había hablado o escrito, por eso le sorprendía que ahora le enviara un mensaje, aunque dicho mensaje sólo dijera: ¿Cómo estás? Me acabo de enterar de lo de tu enfermedad.

—Has tardado cinco años en querer hablar conmigo y ha hecho falta que tenga cáncer. Pues ahora no me apetece contestarte.

—¿Con quién hablas? —preguntó Markku.

—Vaya, te he despertado. Lo siento, amor —se disculpó con un beso.

—No pasa nada pero, ¿con quién hablabas?

—Con nadie, o conmigo mismo. ¿Recuerdas que te hablé alguna vez de mis primos a los que no veo ni hablo por la discusión que tuvimos la última Semana Santa?

—Sí. ¿Qué pasa con ellos? ¿No te habrán llamado para decirte algo malo? Porque encima que no se han preocupado por ti ni un poco desde que enfermaste, sólo faltaba que encima te llamaran para discutir contigo.

Gabriel tranquilizó a su novio con otro beso.

—Relájate. Quién me ha mandado un mensaje, es mi primo Teo.

—¿El primo del que hace cinco años que no sabes nada?

—Ese mismo.

—¿Para qué?

—Míralo tú mismo —Gabriel le enseñó dicho mensaje.

—Sólo te pregunta cómo estás.

—Sí. Pero no me apetece contestarle.

—Pues, no lo hagas.

—Adrián también me ha mandado un mensaje —le volvió a enseñar el teléfono y Markku leyó el mensaje.

—"Siento no haber podido ir a verte al hospital esta mañana. Me han dicho que ya estás en casa. ¿Puedo pasar a verte?"  —Markku miró a Gael—.  ¿Le vas a decir que venga?

—Mm, no. Le diré que hemos quedado para un trío y que estaremos ocupados  —cuando Markku le miró con una ceja levantada, Gabriel se rió—. Es broma. Si a ti no te molesta, le diré que estoy cansado y que puede venir mañana si quiere.

Línea recta (Homoerótica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora