Capítulo 76: Nada es lo que parece... ¿o sí?

3.4K 221 175
                                    

Hola a tod@s, aquí está el nuevo capítulo. Lo voy a publicar en dos partes, como el anterior, pero como son casi las seis de la mañana, publicaré la segunda parte en unas horas.
Como siempre, os doy las gracias a los que seguís conmigo a pesar de todo y espero que este capítulo os guste aunque sea un poco.

**************************

Dasken sabía que la vida tiene momentos tristes y momentos alegres, momentos en los que quieres que el reloj corra lo más deprisa posible y momentos en los que quieres que el reloj se detenga. También sabía que la vida puede dar un giro de ciento ochenta grados en un sólo instante, y para él, era justo lo que había pasado la mañana siguiente del día de su cumpleaños...

                       ***

Cuando se fue a dormir, lo hizo con una enorme sonrisa. Había sido el mejor cumpleaños de su vida con diferencia porque, aunque su familia se había esforzado cada año para que fuera feliz, siempre había tenido alguna "nube oscura" sobre su cabeza que se lo había impedido -el desprecio de sus padres biológicos, su odio a sí mismo por ser gay, la terapia de conversión, la enfermedad y posterior muerte de su madre- pero este año, por primera vez, su cabeza estaba libre de nubes y había estado rodeado por sus personas favoritas. Todo había sido perfecto, incluso el dormir con Jorge a su lado aunque no hubiera habido sexo debido a la cercanía de su familia. Pero por la mañana, bastaron unas cuantas palabras de su padre para que todo eso quedara en el olvido...

—Buenos días, hijo —dijo Olsen con una enorme sonrisa cuando Dasken atravesó la entrada a la cocina. Rona y Julia estaban sentadas a la mesa, y Jorden, sentada al lado de su madre gritó; "¡Días, tito Dasken!".

Dasken se acercó a su sobrina para hacerle cosquillas bajo la barbilla.

—Buenos días, reinita.

La niña reía con ganas mientras su madre sonreía. Olsen se acercó a su hijo y, apoyándose en una silla, le miró con una sonrisa que iluminaba toda su cara.

—Tengo una gran noticia; te he conseguido un trabajo como protésico dental, en Madrid. Podrás volver a casa. ¡Increíble!, ¿verdad?

Dasken dejó de hacerle cosquillas a su sobrina y miró a su padre.

—... Un trabajo... ¿en Madrid?

Olsen estaba tan feliz que no se dio cuenta de la decepción en el rostro de su hijo.

—Sí. Resulta que la madre de uno de mis alumnos, es directora de un laboratorio dental y va a darte una oportunidad. La entrevista es en cinco días.

—Vaya... —Dasken se sentó al lado de su hermana Julia sin dejar de mirar a su padre, con la esperanza de que no fuera necesario decirle lo que pensaba, ya que estaba seguro de que se le notaba en la cara la poca "ilusión" que le hacía regresar.

Pero Olsen estaba tan contento que se tomaba su café sin darse cuenta de que Dasken sentía lo contrario que él.

—No te preocupes, ya le he dicho que no tienes experiencia ninguna en ese trabajo, pero ella me ha dicho que le gusta apoyar a las personas que empiezan. Tú sólo tienes que mostrar interés y trabajar como el que más y saldrás adelante sin problemas.

Bueno, Dasken agradecía que su padre confiara en él, pero en ese momento necesitaba otra faceta de su padre que no fuera la de apoyarle; necesitaba al padre que le conocía y sabía que él no quería eso.

—¿Te he dicho que he conseguido un trabajo de media jornada en una tienda de telefonía móvil? —dijo Julia después de beber un trago de su café.

Línea recta (Homoerótica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora