Línea recta (Homoerótica)

Capítulo 64: Roto.

(Título del capítulo sugerido por pandoramaya . Gracias 😊)

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El amor puede hacernos cometer locuras, pero un corazón roto puede llevarnos a cometer verdaderos disparates de los que más tarde nos podemos arrepentir...

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Mat había pasado los días más largos de su vida. Incluso más largos que aquellos primeros días en la clínica de rehabilitación en los que tuvo que aguantar la desesperación, el frío -que sintió hasta los huesos- y sobre todo el dolor, ese intenso dolor que jamás podría olvidar.
Podía ser porque aquello había quedado atrás en el tiempo y el dolor que sentía ahora era vívido, agudo y casi desquiciante, pero tenía claro que sólo podía hacer dos cosas; o bien meterse en la cama y taparse la cabeza a esperar que el dolor mitigara por sí solo o bien hacer algo para mitigarlo él mismo.

Decidió lo último.

Primero porque no tenía cama en la que meterse, y segundo porque no pensaba darle a Adán el placer de verle derrotado.

Para mitigar el dolor, Mat había pensado seriamente en volver a drogarse, porque, aunque no había olvidado que dejarlo fue un infierno, tampoco había olvidado que cuando estaba drogado la vida era maravillosa. Un poco de coca y durante unas horas se sentiría bien.

Pero, ¿y después?

Le prometió a Markku años atrás que no lo volvería a hacer, y además, con el sueldo de la tienda no le alcanzaba para comprar cada vez que quisiera y estaba seguro de que con una vez no le bastaría.

¿Qué era lo que más le hacía sentir bien a parte de las drogas?: el sexo. En el pasado, en muchas ocasiones, había mezclado ambas cosas y había tenido los orgasmos más potentes de su vida, y hasta Adán, no había conseguido sentirse completamente satisfecho en el sexo sin drogarse. ¿Quién narices iba a satisfacer su fijación oral mejor de lo que lo había hecho Adán?

NADIE.

Pero Adán ya no le quería cerca, así que tenía que buscar esa satisfacción sexual en otra persona... o personas.

El día que Adán gritó que él no era su novio y después le echó sin contemplaciones, había ido hasta el apartamento de su hermano entre sollozos, pero esa misma noche se dijo a sí mismo que él era hijo de Hermann Solberg y un hijo de Hermann Solberg no se amedrentaba. Si Adán no le quería, pues que le dieran por culo... Ah, no, que eso no era posible... Pero que le dieran por el culo a él sí era posible y le encantaba, así que eso era justo lo que iba a hacer.

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Ligar con chicas le había resultado fácil en el pasado, pero ya sabía que era por su dinero y ahora no contaba con él, así que estaba bastante seguro de que intentarlo era una tontería, por lo tanto pensó que intentarlo con chicos era más inteligente.

Pero no esperaba que le saliera tan bien...

La primera noche que fue al 'Open Closet' pidió una copa y se sentó sin mirar a su alrededor. Estaba nervioso y le sudaban las manos. Nunca había ligado con chicos y no sabía como hacerlo.

Pero no le hizo falta.

No llevaba ni veinte minutos allí cuando un hombre muy atractivo se acercó a él, y con toda la naturalidad le invitó a una copa y después de una corta charla le invitó a ir a los baños a echar un polvo.
"Lo siento, tengo novio", iba a decir Mat, pero enseguida recordó que era libre y aceptó.