Capítulo 30: Por ti

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Bueno, este capítulo es un poco más largo, MUY HOT y, para , muy especial por todos los sentimientos que hay implícitos - AMOR- y porque ya hace un año desde creé a Markku y Gabriel y comencé a escribir esta historia. Les adoro, a ellos y a vosotros por seguir su historia de amor.
Espero que os guste leerlo tanto como a escribirlo. Gracias por estar ahí.

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"Por ti he sido capaz de huir de la realidad, de dar aquello que a nadie di porque lo atesoraba para ti. Por ti, hasta tu mundo moví mi mundo, dejé atrás mi pasado y te regalo mi futuro."

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A pesar de la mala cara que Mat tuvo en todo momento  -como un niño pequeño al que le niegan un capricho- Gabriel consiguió que el almuerzo fuera bien aunque se quedaran sin tarta por culpa de un problemilla técnico con el horno. Debido a eso, no hubo canción de cumpleaños feliz ni se soplaron las velas, cosa que a Markku no importó en absoluto, de hecho, agradeció no pasar esa vergüenza.

Nada más terminar de comer, el castaño llevó a Markku a su habitación, que parecía no poder borrar la sonrisa de su cara, sobre todo cuando Brigitte, la nana de Markku le llamó para felicitarle. Gabriel podía notar en el rostro de su rubio mientras hablaba con ella -aunque no entendiera una palabra- que esa mujer era muy especial para él.

Cuando la conversación terminó, Markku miró a su chico sonriendo.

—Era lo único que me faltaba para que el día fuera perfecto.

Gabriel se levantó del sillón que ocupaba para sentarse en el regazo de Markku.

—Pues espero que lo que tengo preparado haga que sea aún más perfecto.

—Mm. Tengo ganas de saber lo que es.

Gabriel le dió un beso en la nariz a su pareja.

—En unos momentos, min kjærlighet. (1)

—¿Cómo llevas el noruego?

—Al noruego con el que duermo lo llevo de maravilla  —Gabriel observó cómo Markku sonreía—.  El idioma, no tanto.

—Bueno, debes tener paciencia.

—Lo sé. Pero, aunque el idioma no se me da muy bien, puedo mostrarte otras cosas que se me dan mucho mejor.

Gabriel guiñó un ojo y se levantó del regazo de Markku.

—Ve a darte una ducha a otro de los muchos baños que tiene este sitio. Cuando vuelvas  —se inclinó y pasó la lengua por los labios de Markku—,  te daré tus regalos.

—Mm  —Markku se lamió los labios—.  Estaré listo en cinco minutos.

Gabriel se rió y se alejó dirigiéndose a la puerta del baño.

Línea recta (Homoerótica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora