🦋Capítulo 1

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PRESENTE



~Mariana~

Me gustan los momentos en los que estoy sola, porque puedo pensar, olvidarme del mundo mientras leo, o tan solo relajarme, descansar. No me gusta estar rodeada de muchas personas, de hecho, cuantas menos, mejor. Tengo solo una amiga, mi mejor amiga, Valentina Bauer.

A Val la conozco desde que tengo uso de razón. Ella es hermosa, tanto en el interior como el exterior. Antes eramos tres, como los tres mosqueteros versión mixta, pero un día su familia tuvo que mudarse y no lo volví a ver, él era (es) Tomás. Tomás Solano no solo era mi mejor amigo, mi confidente, mi protector, también fue mi primer amor, el amor más puro e inocente. El problema... es que él nunca se enteró.

Y ahora es demasiado tarde para contárselo. 

Hoy es el cumpleaños de mi padre. Y me siento horrible. Es un año más en el que no estoy junto a él. Un año más en el que me siento sola. Un año más sintiéndome culpable. 

Muerdo mi labio inferior, con la vista fija en el suelo. A mi alrededor lo único que se escucha es el canto de los pájaros. Estoy en una placita, sola, como todos los catorce de enero de cada año; el banco en el que me senté se encuentra en frente de las hamacas.

—¡Mar...! ¿Por qué no me dijiste que vendrías? Te podría haber acompañado —es Valentina.

Ella es la única que sabe a dónde voy cuando me siento mal (o sea, esta placita), sabe que hoy no es una fecha muy linda para mí. Aunque ningún día lo es, solo que este le gana a todos, por lejos. Val se acerca hasta detenerse a mi lado, para luego sentarse, a mi derecha.

—Perdón, pero quería estar sola.

—Mar, te entiendo —toma mi mano, dejándola en medio de las suyas—, pero no podes vivir aferrada al pasado...

Giro mi cuerpo para quedar de frente a ella, encontrándome a una hermosa rubia de ojos verdes sonriéndome. Es una sonrisa triste, pero a la vez, comprensiva, reconfortante.

—Sé que no es fácil soltar algo que nos marcó, pero recordarlo todo el tiempo, tampoco hace bien —continúa—. Además, vos no tenés la culpa de absolutamente nada, eso ocurrió cuando eras una niña.

—Mi madre no piensa lo mismo.

—Tu madre es una resentida con la vida, odia a todo el mundo, de hecho, dudo que se soporte a ella misma —mi mejor amiga nunca se llevó bien con mi madre, no se pueden ni ver.

—Odiara a todo el mundo, menos a Diego; él claramente es su hijo favorito.

Me suelto del agarre de mi amiga, y suspiro. Valentina me mira con expresión seria, que poco a poco va cambiando a una más relajada.

—Él es el favorito de tu madre, pero vos sos mi mejor amiga favorita —expresa, con una sonrisa en el rostro.

—Soy tu única mejor amiga —le recuerdo.

—Y sos la única, porque sos mi favorita —lo dice como si fuera lo más obvio del mundo. Luego de decir eso, se levanta y me tiende su mano izquierda—. Ahora levantate que llegamos tarde.

Acepto su mano y me levanto.

—La verdad es que aún no entiendo cómo me lograste convencer de ir contigo —una sonrisa se plasma en mi rostro, es la primera vez en el día que sonrío, claramente algo que solamente Val puede conseguir tan fácil.

🦋Perfectamente Imperfectos🦋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora