🦋Perfectamente Imperfectos🦋

🦋Capítulo 59

Holis, este capítulo se lo quiero dedicar a isbellxs. Espero que recuerdes el porqué.

PD: A último momento cambié algo, seguro que te das cuanta :)

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~Mariana~

Amanezco con buen humor, pero cansada. Otra vez me desvelé leyendo. Es lo que he estado haciendo desde que volví a tomar aquel libro, hace tres semanas. Se siente extraño volver a leer después de tiempo sin hacerlo, no sé, es raro, pero me gusta la sensación de poder volver a tener un libro entre mis manos, y sumergirme en la tinta que llena las hojas.

Bostezo. Una vez que entro en la cocina, el olor a tostadas, y café, me invade la nariz.

-Buen día.

-Buen día, papá -beso su mejilla, mientras refriego uno de mis ojos.

-Amor, no he querido preguntarte, porque no quise molestarte, ni entrometerme, pero...

-¿Por qué me sonreís como si tuvieras seis años, y hubieras cometido una travesura?

Me siento frente a él, y tomo una tostada para untarle dulce de leche. Hoy no tengo ganas de yogurt con cereales, necesito café para espabilarme. Bebo del que tengo en mi taza, y suspiro. Está exquisito.

Observo a mi padre, y me siento como una lagartija, él está vestido y arreglado (siempre lo está), puedo asegurar que ya hasta se bañó, y yo recién estoy activando las neuronas. Eso claramente no me lo heredó a mí, Diego se llevó esa parte. Es injusto, ¿cierto?

-¿Yo? Para nada -lo de mentir fatal, sí me lo heredó.

-Papá... -pongo los ojos en blanco.

-Bueno. He notado que últimamente los chicos, pero sobre todo, Lucas, están pasando más tiempo en esta casa. Sin mencionar el hecho de que lo besaste. ¿Hay algo que me quieras contar?

-Que yo sepa, no.

-No te hagas la desentendida, jovencita -me apunta con su tostada con manteca y dulce de leche.

-No me hago, solo que no sé a dónde querés llegar -me dedica una mirada en la que me deja ver lo poco que me cree.

Okey, puede que sí sé a dónde quiere llegar, y puede que también me esté haciendo la desentendida. Pero no es justo que me sepa leer tan bien. Es estresante tratar de mentir, y que no me pase ni una mentira.

Él tiene razón, en el último tiempo los chicos pasan más tiempo conmigo, acá o en donde sea, pero el que más está cerca mío, es Lucas. Y gracias a eso, lo he notado... ¿distinto? En el mal y buen sentido. Ahora la relación con su familia está mejorando, son más comunicativos y se nota buena vibra. Pero... está algo decaído, extraño. No sé qué le sucede, y cuando le pregunté a Fede y Bruno, ellos me dijeron que también lo habían notado mal, no obstante, cuando se lo hicieron saber a Lucas, él lo negó.

Quiero ayudarlo, sin embargo, si no me dice qué le sucede, no puedo hacer nada. No si él no me deja.

-Mariana, no tenés por qué ocultarme las cosas. Yo no te voy a juzgar.

-Es que ni yo me entiendo. O sea, me gusta pasar tiempo con Lucas, pero... de un tiempo para acá, lo noto raro.

-¿Le preguntaste qué le sucede?

-Yo no, pero los chicos sí, y negó que algo le estuviera pasando.

-¿Pero vos no le preguntaste?

-No.