🦋Capítulo 47

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~Mariana~

Tras atender la llamada, le comuniqué a Samuel que me quedaría esperando a los chicos en las gradas, ya que los quería sorprender. Por suerte no se negó, de hecho, hasta me dijo que irían con Val a comprar algo, y luego volvían.

Suspiré en cuanto colgamos.

Estoy nerviosa. Quiero saber qué tiene para decirme Daniela, pero no quita que esté por darme un ataque al corazón. Tengo miedo de que mis sospechas sean ciertas, mas no hago más tiempo, la encaro. No quiero perder más tiempo. Cuando me giro, encuentro a Daniela sentada en una butaca, con gesto aburrido, y sumida en sus pensamientos.

Me aclaro la garganta, y pronto sus ojos se unen con los míos, me confundo al ver duda en los suyos, de todas formas no hago mención alguna.

—Lo que tengas que decirme, tratá de que sea rápido.

—¿Estás apurada? —sonríe de lado.

—No, solo no quiero estar mucho tiempo cerca tuyo. No me agradás —hablo con simpleza.

—Mariana, vos tampoco me agradás, y pese a eso, estoy a punto de hacerte un gran favor.

—No te lo pedí. Y no lo necesito.

—¿Segura? Yo creo que sí. Digo, a menos de que quieras seguir viviendo en una mentira.

—¿A qué te referís?

—A Lucas.

Mi mundo se tambalea, no obstante, me mantengo firme. No puede ser verdad. No es verdad. Él nunca me mentiría, no me haría daño.

¿Segura?

Sí. Yo confío en él. Pese a que él no me haya contado lo que le está sucediendo últimamente, y por qué está actuando raro, yo sé que no me haría daño. Lo sé. Lo veo en sus ojos, es una promesa nunca dicha, un juramento grabado en el alma.

Daniela debe de estar mintiendo, solo que no sé por qué. No entiendo qué puede ganar con meter cizaña. ¿Le gusta hacer daño? ¿Por qué quiere seguir lastimando a Lucas? Él no se lo merece. Y no voy a dejar que cumpla su cometido.

—No sé qué es lo que querés conseguir, pero me tiene sin cuidado tu veneno. Viví por mucho tiempo con una víbora, soy inmune a tu veneno.

Me doy la vuelta, quedando de espalda a ella, para comenzar a caminar hacia la salida. Nunca debí haber dejado que ella me trajera acá, era obvio que no era para nada bueno, que lo único que buscaba era joderme el día. Pero no voy a permitir que intente llenarme la cabeza de humo, porque sé que eso es lo que busca, y lo único que sabe hacer. Lo que ella no sabe, es que yo confío en Lucas, porque él me enseñó a hacerlo. Me demostró con actos, y no palabras, que mi corazón estaba a salvo en sus manos, que nunca me soltaría la mano, no si eso dependía de él.

Me hizo ver que no todo el mundo a tu alrededor busca lastimarte, algunos tan solo buscan compañía, amor.

Lucas es quien hizo que mi corazón volviera a querer que alguien estuviera dentro de él. Hizo que su nombre se grabara a fuego, contra todo y contra todos. Por eso no dudo de él. Porque a pesar de que yo no lo quería cerca, él no se apartó, y me acompañó, aún sin saber lo importante que ese simple gesto fue para mí.

—Lucas se besó con Melissa —alza la voz para que la escuche, ya que estoy a una buena distancia de donde ella se encuentra.

No. No puede ser. Es mentira. Tiene que serlo.

Si él hizo eso... si realmente la besó, no lo aguantaría. Una traición por su parte me destruiría. Me destruiría que el chico al que amo me engañara, porque sí, lo amo, y pensarlo besando a alguien más siendo yo su novia, me daña, pero que no me lo haya contado, que no haya sido sincero, me destruye.

🦋Perfectamente Imperfectos🦋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora