36 Boda de lewis

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Desde que el castaño se había comprometido con la rubia no había tenido tiempo para sí mismo o para salir con amigos, pasaba tiempo con la familia de Serena anunciando su compromiso o planificando la boda hasta que un dia ella le dijo que iría a ver vestidos y debido a que la tradición dicta que el novio no puede ver el vestido de la novia Lewis no podría acompañarla algo que le alegro demasiado así que enseguida mando mensaje a la castaña preguntándole si se podían verse a lo cual ella no dudo dos veces en decirle que si. Fue así que aquella tarde se vieron en un restaurant de la ciudad decidieron almorzar y pedir algunos tragos antes de que el castaño hiciera su revelación.

— Estoy por casarme — Dijo Lewis con seriedad y debía admitir que le costaba decirle a su mejor amiga que ya no podía ser el hombre de su vida aunque para ella nunca lo haya sido, jamás lo vio de esa manera.

Al momento de oír eso Lene inmediatamente esbozó una sonrisa y miró a su amigo con una gran alegría — Me dejas sin palabras no creí oír eso — río — mi mejor amigo, mi Lewis va a casarse, espero que sea tu testigo.

"Pero yo quiero casarme contigo" fue lo que pensó antes de responder a su propuesta — No tienes porque pedirlo. Sabes que lo serás.

La castaña tomó las manos de su amigo y lanzó un grito de emoción — Estoy sin palabras vas a casarte vas a madurar tendrás hijos serás un hombre de familia.

Cuando ella lo decía parecía que su vida sería un infierno — Para no tener palabras salen muchas de tu boca.

Lene lo miro con el ceño fruncido, soltó sus manos para darle un golpe en su brazo como muestra de desagrado por sus palabras — La cuestión es que me emociona saber que mi amigo por fin sentara cabeza algo que jamás creí — sonrió indicando que el enojo había sido momentáneo — siempre creí que serías un Playboy trayendo una tras otra.

— Yo no era un playboy

— Pero no eras precisamente un santo. Tú lista es interminable y ni hablar de la persona con la que salías mientras hacías tus....

— ¡Bien! — El ojiazul rodeo sus ojos pues no quiso escuchar nuevamente de la persona mayor con la que salió en el lugar donde trabajaba y lo que tuvieron que hacer para deshacerse de ella — Pero yo siempre fue tuyo.

— Me alegra que toques ese tema — Dijo en tono serio — Debemos entender ambos que esto se acabó.

— ¿De que hablas? — preguntó incrédulo el hombre.

— Nuestras reuniones ya no pueden ser.

— No entiendo.

La castaña suspiró era tan obvio que no creyó que tuviera que explicarlo — Vas a casarte, los encuentros terminaron, lo entiendes ¿verdad? — Lewis no lo entendía como podía tan siquiera comprenderlo si esas reuniones las necesitaba así como alguien necesita agua para vivir esas reuniones no solo eran una droga; se trataba de su safe place — ¿Lewis? — Volvió a preguntar Jolene a ver a su amigo perdido y este reaccionó elevando su mirada para que se encontrara con la de ella — ¿Te ha quedado claro?

— Sin una duda.

— Bien.

Ambos amigos siguiendo comiendo y conversando principalmente de la boda y todo lo que esta conllevaba, algo en lo cual Jolene mostró demasiado interés a comparación del ahora prometido que oía lo que la castaña le decía muy lejano solo pensaba en la cancelación de las reuniones y lo difícil que le resultaría. Los meses siguieron pasando y la boda de Lewis estaba a días de pasar, los amigos ya no solían verse muy seguido pero aún así la castaña apoyaba a su amigo en el tema de la ceremonia. Unos 3 días antes des boda los amigos del prometido festejarían su despedida de soltero por lo cual el evento incluía hombres la castaña no se molestó solo le dijo a su amigo que lo disfrutara. Así que después de despedirlo se fue a su apartamento para descansar. Alrededor de las dos de la mañana un toquido despertó a Jolene no le hizo mucho caso pues creyó que podría tratarse de un loco o se habían confundido de puerta así que siguió en su cama tratando de conciliar nuevamente el sueño pero la persona seguía insistiendo se levantó de la cama y buscó su teléfono para marcar el 911 lo encontró y desbloqueó y puso el 9 en la marcación cuando escuchó su nombre "Jolene" eso la asusto aún más ¿quien podría buscarla a esta hora? "Jolene" seguía insistiendo la voz la cual era masculina "Lene ábreme por favor" poco a poco la voz comenzaba a hacérsele familiar que decidió caminar hacia la puerta, además ¿por qué la llamaba Lene? Pocos le decían así "Jolene ábreme por favor" busco algún palo o un gas pimienta "Jolene soy Lewis ábreme por favor" — ¿Lewis? Pero que demonios —se dijo así misma, aún tenía miedo y no confiaba mucho dejo a un lado el palo y poco a poco fue quitando el seguro de la puerta pero sin soltar su gas pimienta pues no dudaría en usarlo de ser necesario — ¿Quien es? — pregunto con miedo pero dispuesta a luchar.

¿Cómo nos convertimos en extraños?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora