¿Cómo nos convertimos en extraños?

44. Not baby

Tres años después:

—Señores Olson he aquí en mi mano los resultados de los análisis — Dijo el doctor.

Habían pasado ya tres años desde que sus amigos se mudaron, aquellos dos últimos meses que los vieron y convivieron con ellos, les ayudaron a empacar a devolver el departamento trámites papeles salidas, Joe renunciando a su trabajo ellos ahorrando cada centavo para empezar una nueva vida allá parecía de película hasta que ellos finalmente tuvieron que despedirse en el aeropuerto, pues Jolene pasó de ver a Lilian casi todos los días por más de quince años a saber cómo está a través de un mensaje o videollamada si el tiempo se los permitía claro que también le dolía lo de Joe pero con la rubia siempre sería diferente; ella llegó antes, fue un nuevo duelo que la castaña tenía que enfrentar pero como la rubia había dicho ninguna estaba sola ella tenía a Rory y
ahora intentaban tener un bebé pero porque más que lo hacían una y otra vez no lograban embarazarse así que decidieron ir con el doctor para averiguar que era lo que estaba ocurriendo.

— ¿Puede abrirlos y decirnos qué pasa? —preguntó Jolene, estaba ansiosa de saber que ocurría y no dejaba de sostener la mano de Rory.

El doctor comenzó a abrir el sobre y leyó el papel luego miró a la pareja y supo que la sonrisa de la castaña se borraría en cualquier momento.

— ¿Que es lo que dicen? — volvió a preguntar la mujer con un brillo en los ojos esperaba algún desgaste de vitamina debían seguir intentando no había nada grave en ellos pero la respuesta que estaba por recibir se convertiría en la más dolorosa de toda su vida.

— Lo lamentó mucho señora Olsen pero no pueden tener hijos.

La sonrisa de Jolene desvaneció cuando escuchó aquella parte, el mundo se le venía abajo y ella cada vez se hacía más pequeña, por un momento se quedo inmóvil no pasaba nada por su mente estaba vacía en blanco tratando de procesar lo que acababa de oír, escuchaba a lo lejos algunas voces más no lograba entender lo que estas trataban de decir, después de unos minutos volvió de su trance — Se lo agradezco doctor.

Giro la espalda de la silla, soltó la mano de su esposo, tomó su bolsa, se levantó y camino a la puerta para girar la perrilla e irse, seguía caminando con una cara incomprendida decidiendo que hacer. Sentía algunas miradas pero no buscaba atención solo buscaba huir.

— ¡Ey Jolene! ¡Jolene!  — alguien la llamaba — ¡espera!— Era su esposo y volteó para mirarlo.

— Rory no puedo embarazarse — comenzaba a reírse y algunos pacientes la que se encontraban al final del pasillo los veían no eran demasiados pero lograban verlos — tienes idea de todas las veces que gaste en métodos anticonceptivos o la vez que ingerí las pastillas del día siguiente — se reía un poco más fuerte y eso comenzaba a preocuparle al castaño así que la movió para que nadie los viera.

— Oye no se que estás tratando de decirme pero yo también estoy afectado. — le dijo el hombre serio, trataba que comprendiera el podía sentir su dolor pero ella lo ignoró.

— Rory — Lo tomo de Los hombros para obligarlo a mirarla —no puedo embarazarme ¿por qué gastaba mi dinero? — soltó la castaña, no fue la manera más lista pero el duelo no es ninguna competencia de inteligencia cada uno lo vive de manera distinta la de la mujer fue culparse por su pasado.

— Jolene...

— ¡Rory no puedo ser mamá! —Exclamó Jolene dándole la espalda.

— ¡Ya lo sé! — respondió molesto el hombre sin importarle quien los viera — pero dime que te afecta más, el que hayas gastado tu dinero en métodos anticonceptivos o las veces que no lo hiciste por temor a quedar embarazada.