"Te escucho ... Idiota" [Tsukishima Kei]

[11]

\\ Narrador omnisciente\\

– Los trabajos van a ser en grupo. – el profesor notó como la castaña lo miraba, entendió al instante y siguió hablando. – Los trabajos solo serán en grupo, no acepto trabajos individuales. –

Akiko soltó una maldición por lo bajo. Pensó que había sido bueno el que no haya traído al pequeño.

– Por último, pueden elegirlos por ustedes mismo, empiecen. –

Se recargó en el asiento, ¿Que iba a hacer? Odiaba interactuar con gente innecesaria. Escuchaba su nombre a lo lejos, pero no le importaba, no hasta que sintió que alguien tocaba su hombro, "tan gentil" pensó.

– Akiko, ¿Quieres trabajar con nosotros?. – pregunta Yamaguchi nervioso. No sabía como iba a reaccionar, aunque este tiempo la haya estado conociendo, su personalidad le dificultaba eso.

– No. Subiré la nota con los siguientes trabajos. – decía mientras se recomponía en el banco. Apoyo el codo en la cabeza mientras recargaba su cabeza, miró a los costados y pudo ver al rubio bastante molesto mientras miraba a Yamaguchi. Una risa se le escapó.

– Pero ya hablamos con el profesor y ya estás en el grupo. – dice con una voz cuidadosa, esperó nervioso la respuesta.

– ¿Por qué?. –

– Bueno, te ví s-sola y ... –

– ¿Me estás diciendo que te dí pena?. – interrumpe.

– ¿Eh? No no, n-no es eso. – Yamaguchi negaba con sus manos mientras su cabeza lo acompañaba, se ponía nervioso fácilmente.

– Bien, solo por hoy les daré esta prioridad de trabajar conmigo. – dice en una sonrisa. Sin pensarlo, su vista viajó a Tsukishima, éste había notado eso, haciendo que se diera cuenta la decisión de la chica.

– Está bien. Akiko. – la llama.

– ¿Mmh?. –

– El trabajo es para la semana que viene, si no te molesta ... Podríamos ir a mí casa, o a la de Tsuki. –

Akiko, desconcertada, por fin lo miró. Se veía más nervioso de lo que pensó, y no dudó en sonreír por eso.

– Como sea, no me importa. Aunque trata de cambiar la cara, parece que negociaras con la muerte por tu vida. – se burla.

Siguió a Yamaguchi hasta su banco, donde detrás se encontraba el rubio. Tomó asiento a un lado del pecoso, y así comenzaron. Le pareció raro que no haya ningún insulto por parte de Tsukishima, pero eso no le impedía hacerlo ella.

Así habían pasado las clases, entre burlas y demás y las risas por parte de Yamaguchi por los enfrentamientos de los dos.

– Yutaka, ¿Es tu amigo, no?. – Akiko que se encontraba escribiendo concentrada, dejó el lápiz a un lado al escuchar su nombre.

Por ahora, había cumplido su palabra de no dejársela fácil. Un suspiro de molestia se le escapó de los labios, al recordar la insistencia del rubio en la mañana para poder acompañarla, y por más que se niegue siempre era igual.

– ¿Por qué? ¿Acaso te gusta?. – preguntó tranquila. La realidad era que intentaba safarse lo que más que pueda, y lo mejor que pensó era desviando el tema.

– ¿Que? N-no solo preguntaba, parecía cuidarte mucho ayer. –

La castaña lo entendió al instante, aunque dudaba en si los comparaba o le hacía acordar a él y Tsukishima. Aunque la diferencia de relación era bastante.