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– ¿Me extrañaste verdad? Vamos Akiko, admítelo. –

– No, y cierra el pico un rato. –

Yutaka sonrió al verla de esa forma. Akiko aún estaba algo sorprendida al verlo tan temprano, jamás pensó que lo tomaría enserio sabiendo como era el chico.

– Akiko, ¿Ahora es donde te doy un beso?. –

– No, ¿Que haces?. –

Sonrió y detuvo su paso para quedar en frente de la chica. Akiko frunce el ceño.

Solo estaban a pocas cuadras de la casa de la castaña, y eso él lo sabía más que nadie.

– ¿Te pongo nerviosa?. – pregunta al notar como tenía las manos en el bolsillo del abrigo.

– Tengo frío, tonto. – responde revoleando los ojos. Yutaka ríe.

– No sabes cuánto esperé esto. –

– ¿Enserio esperaste tanto por una paliza? – Yutaka sostiene los brazos de Akiko al ver sus intenciones, sabía que odiaba el acercamiento haciendo que piense en todo, bueno, casi todo.

No penso que cierto rubio aparecería en ese momento, así que solo siguió intentando que Akiko no lo note.

Se acercó hasta el punto en que sus respiraciones choquen, Akiko solo intentaba safarse de su agarre aunque le era imposible por la diferencia de fuerza.

– ¿Que pasa si te doy un beso?. –

– Te castro. – responde sonriendo.

– Bien, lo entendí. Pero promete que cuando te suelte, no harás nada, ¿Bien?. –

– No. –

– No eh hecho nada, me lo merezco. – reprocha.

– Agh bien, la próxima no te doy oportunidad. –

Como había dicho, la soltó aunque Akiko no se movió. El rubio, aprovechando eso, acomodó un mechón de pelo detrás de su oreja, y así pudiendo acercarse un poco más. Se quedaron unos segundos así, pero la castaña no entendía el por qué no se movía, aunque tenía una mínima sospecha.

– Cursi. – se queja.

Riendo, el rubio en un solo movimiento logra darle un pequeño beso en la mejilla, para después correr por su vida.

Llegaron antes de lo previsto al colegio. Akiko entró, no sin antes haberle dado un golpe a su amigo.

– Si, ¡yo también te voy a extrañar!. – se aleja de ahí sonriendo. –  Supongo que voy un punto, ¿No, Tsukishima?. – susurra.


(...)


–  ¿Estás enojada?. – Apenas había entrado al salón, Yamaguchi se apegó a la chica haciendo preguntas.

– No, y deja de preguntar. –

– A veces no sé si lo dices enserio. – responde en una risita.

– ¿Por qué lo estaría? No tiene sentido, no pierdo el tiempo en estupideces. – Su vista recorre el salón, y maldice el siempre encontrarlo al animarse a mirar alrededor. – Que molesto. –

Yamaguchi miró a la entrada sabiendo a quien se refería. Saludó al rubio con la mano.

– Llegó la rubia, será mejor que alimentes su ego antes de que alguien realmente se enoje. – dice comenzando a jugar con su plumón.

– Akiko~ ... –



(...)


– Se preguntarán para que los eh reunido hoy aquí. – Ukai parecía feliz.

"Te escucho ... Idiota" [Tsukishima Kei] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora