\\Narrador omnisciente\\– Solo por hoy. – dijo en un suspiro a la vez que tomaba esas pequeñas pastillas, con una corriente de agua pasaba por su garganta mientras Akiko maldecía y y rogaba el poder controlarse y no tirar todo a la basura, al abrir los ojos pudo ver a su amiga Natsuki, ésta la miraba con una comprensión bastante profunda, tenía esa mirada en los ojos que te decía "lo sé y te entiendo".
A pasos precavidos se acercó pero no pudo al verla caminar a la salida.
– Akiko, ya llegaron. – dice mirandola a un lado.
– Agh ya cállate, odio esto y este uniforme del asco. – se quejaba. Llevó ambas manos a su rostro y frustrada soltó un gruñido. – Terminemos de una vez esta mierda. ¿Nekoma? ¿No es así?. – dijo en un tono ya calmado. Natsuki asintió.
– Vamos se que te gustará, mira, piensa que mañana verás a tus amigos, Bokuto y ¿Kenya? ¿Kento?. – decía mientras sostenía su brazo llevándola a rastras, pudo ver a sus hermanos y al equipo, pero algo se dislocó dentro suyo.
– Kenma. Tonta. –
- Ah Sisi, bien, empieza en unos minutos. – posicionándose en sus lugares, Akiko puedo ver cómo Tadashi y Keiji le sonreían haciendo que su humor mejore bastante.
– Idiotas con sonrisas innecesariamente lindas. – susurro a la vez que tomaba un balón.
– Akikoooo, suerte. – alurde con alegría el mayor, mientras el pequeño lo acompañaba alzando los brazos.
– Akiko si ganas te daré un abrazo ... p-pero si pierdes también, m-me gustan t-tus abrazos. – dice nervioso, se escuchó una pequeña risa por parte de los chicos que estaban alrededor del pequeño.
Su vista iba de un lado a otro en busca de algo, aunque no sabía con exactitud que era, pero al parecer una pequeña esperanza o emoción algo cálida sintió al ver a Yamaguchi, pero al no ver a alguien a un lado solo suspiró frustrada. Sacudió su cabeza tratando de concentrarse en el balón u otra cosa, pero le era imposible. Un sentimiento bastante raro y confuso en la chica se formó en ella, confundida trataba de decifrar que era, pero el decir que era por aquel rubio era una de esas cosas que jamás pensaría y menos el que lo aceptara.
Unas manos hicieron que salga de su trance, Natsuki tomaba su hombro.
– Tranquila, vendrá.– dice en un susurro. Akiko frunció el ceño mirando a otro lado. "¿De quien carajos habla?" Pensaba.
– Solo no mire solo no mires solo no mires... – susurraba, el decirlo constantemente en su mente no le estaba sirviendo de nada, haciendo que sienta el tener que decirlo en voz alta para poder tener más poder, poniendo una orden en su voz que en sus pensamientos no había.
Pudo ver cómo el balón iba de un lugar a otro en las manos del otro equipo, su mirada escaneaba el lugar con detenimiento ya que sentía que no iba a poder, había visto los saques de la misma jugadora una y otra vez haciendo que piense que con la fuerza brutal de aquella chica no iba a poder hacer nada en contra, y tal vez tenía razón, aunque nada estaba decidido.
Un golpe en seco se escuchó, y antes de que ella se diera cuenta, se encontraba viendo todo en cámara lenta, pensó que tal vez era un evento que no podría olvidar, porque eso es lo que mayormente pasa en estas situaciones. Pudo oír una voz de lejos y distinguiendola supo de quién era, Keiji gritaba eufóricamente un "Suerte", que viniendo de una persona tan pequeña hizo un gran impacto en ella.
En un movimiento pudo deducir el trazo del balón y así acomodar sus manos en la típica posición para recibirla, pero ese gran muro de confianza y estusiasmo se esfumó en cuanto el silbato sonaba dándole un punto al Nekoma.