XLVI. Llamadas nocturnas.

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XLVI
(Capítulo completamente dedicado a Maya y Louis)

Era de noche, la mayoría dormía tranquilamente en sus caravanas o leían. Menos por una persona, quien reía y sonreía hacia una pantalla —te van a regañar—  murmuro Maya entre risitas —¡estás loco!—

En Inglaterra, Louis Hynes negó con la cabeza hacia su computadora y siguió "cantando" highway to hell mientras la tocaba con la guitarra. En realidad solo la tarareaba mientras movía la cabeza, sabía que su novia adoraba esa canción y quería hacerla reír —¿me dijiste loco?, oh no princesa no has visto nada, ¿quieres ver cómo me aloco de verdad?— pregunto.

—te reto. Si te alocas me aloco contigo— respondió Maya desafiante. Louis sonrió satisfecho —¿seguro que no te regañan?—

¡estoy solo en casa Maya!— grito dejando su guitarra eléctrica en su cama. Preparo una pista en su bocina y sabiendo perfectamente la reacción que causaría en su novia se quitó la playera —aprecia esto. Las únicas personas que me ha visto así es Milo y Lara— 

—¿te estorbaba mucho la playera?— pregunto la chica fingiendo inocencia.

—para tus ojitos curiosos si— respondió Louis encogiéndose de hombros. Satisfecho por la mirada que le daba Maya por medio de la pantalla. Volvió a tomar su guitarra y en un rápido movimiento estaba arriba de su cama. Se quitó los tenis y con su pie activo la pista.

La chica reconoció de inmediato la canción smells like teen spirit —¡ese es mi chico!— Louis sonrió y comenzó a meterle más ganas. Se sentía en confianza con Maya y a ambos les gusta el rock ¿así que por qué no?.

Comenzó a sacar su rockero interior, sus manos cada vez marcaban más las notas y su cabeza se movía de un lado a otro al ritmo de la música. La adrenalina más la emoción estaban en un punto que era imposible de quitar. Cantaba la canción como Maya jamás lo había escuchado cantar, las notas le salían muy bien y su guitarra eléctrica parecía que se encendería en llamas en cualquier momento.

En dos minutos Louis ya estaba cantando a todo pulmón mientras tocaba las notas correspondientes, dio un salto en su cama y terminó arrodillado en ella con una sonrisa apasionada. Su novia estaba igual. Se había levantado de donde estaba y al ritmo de la música movía la cabeza junto con un par de movimientos de cadera.

Maya comenzó a cantar parte del coro y comenzó a reírse fuertemente cuando se equivocó con la letra. Louis también se equivoco e imito a su novia, se bajo de la cama para pausar la pista y aún con el corazón palpitándole a mil le pregunto —¿aún crees que yo soy el loco?, ¡estabas igual de alocada que yo!—

—¡bien ya!, los dos somos raros— admitió Maya tocando el borde de su sudadera.

—los demás son los raros, nosotros somos normales a nuestra manera May— se vieron con una intensidad que ni la distancia ni el aparato pudieron disimular —te extraño—

—también te extraño... mucho, me mal acostumbre a tus cariños— admitió Maya abrazándose a si misma. Louis tuvo el impulso de querer ir a donde se encontraba para apapacharla y mimarla tanto como ella quisiera, pero sabía que era imposible.

>Maya bajo la cabeza —no... no quiero ponerme triste. Cambiemos de tema— propuso. Acomodó su celular en su cama y se acostó boca abajo —¿por que estás solo?—

‟ℙ𝕚𝕔𝕥𝕦𝕣𝕖𝕤‟ || 𝕃𝕠𝕦𝕚𝕤 ℍ𝕪𝕟𝕖𝕤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora