XXV. Un collar especial.

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XXV

Narra escritora:

-no es mucho tiempo. Regreso en menos de una semana- murmuro Maya abrazando a la pequeña Presley. Ella quería irse con Maya hacia Vancouver, pero la chica tenía que regresar a su familia y también quería llevarse una de sus herramientas para hacerles muchos regalitos a todos.

Paige se acercó para cargar a su hija, ella comenzó a llorar y Maya decidió darle la sudadera que traía puesta, una de Snoopy color vino. La pequeña Presley se conformó con eso, ya que abrazó la sudadera con amor y le sonrió a la latina.

Se despidió rápidamente de todos muy alegre, fingió "olvidar" algo adentro y jalo a su novio con ella. Se escondieron detrás de la máquina expendedora mientras verificaban que nadie los veía. Louis la abrazo por la cintura y Maya lo tomó de las mejillas.

Riéndose, se acercaron para darse un beso lleno de timidez y cariño. En el poco tiempo que llevaban juntos se pusieron muy melosos cuando nadie los veía.

Pasó medio minuto en donde se dedicaron a besarse tanto como pudieran. Oyeron la voz de Cory cerca y se separaron abruptamente limpiando sus labios.

Sacaron unas papas de la máquina expendedora y se dieron otro rápido beso. Salieron de su escondite y fue cuando por fin se despidieron.

A todos les cayó muy bien la familia de Maya, en especial su abuelita Mamá Maggie.

»§«
Horas más tarde:

-¡ya llegamos!- anunció Carlitos sacudiendo fuertemente a su prima. No reacciono por lo que decidió pellizcar su brazo.

-¿eres o te haces?- pregunto Maya molesta. Ambos se miraron mal y luego Mamá Maggie los abrazó a ambos.

-ya, hay que bajarnos- dijo acariciando el esponjado cabello de los dos. Carlitos se separó incómodo y serio, sabía lo que pasaría.

Maya sonrió y juntos bajaron por sus maletas y esas cosas. En los puestos qué hay afuera de los aereopuertos encontraron una de collares con piedras y cositas así.

Mama Maggie vio un collar que le encantaría a su nieta, era de un hilo café que se veía bastante resistente y un dije de piedra color verde.

Mama Maggie vio un collar que le encantaría a su nieta, era de un hilo café que se veía bastante resistente y un dije de piedra color verde

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Sin pensarlo mucho lo compro, su nieta siempre ha amado los collares y pulseras aunque no las ocupara diario. No tenía idea de que al finalizar el día, no se lo quitaría durante años.

-ese esta hermoso... ¿puedo comprarlo para mi mamá?- pregunto Maya viendo un collar que le llamo la atención solo por el dije, era también de piedra, pero en forma de corazón. Tenía cosas en su casa para arreglarlo y que quede especialmente adaptado para su querida madre.

‟ℙ𝕚𝕔𝕥𝕦𝕣𝕖𝕤‟ || 𝕃𝕠𝕦𝕚𝕤 ℍ𝕪𝕟𝕖𝕤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora