Kill or dead| jjk✓

cinco

Jeon JungKook.

⎯ No tienes nada de qué agradecer, no soy tan mala persona como para dejarlos tirados en la nada.⎯ respondí. Aunque estaba mintiendo, mi primer plan era dejarlos ahí y si los mataban mal por ellos, no tendrían que estar haciendo tanto ruido.⎯ Aparte, lo dices como si fuera un superhéroe o algo así.

Me levanté de la cama asegurandome de llevar bien la cobija hasta arriba para que no se destapen sus piernas desnudas, las cuales por algún motivo tenía ganas de ver y acariciar, solo para saber si eran suavecitas. Caminé hasta el marco de la puerta siendo conciente de su mirada sobre mí.

⎯ Tal vez para nosotros sí eres un superhéroe, Jeon.⎯ contestó y le sonreí antes de volver a hablarle.

⎯ Hasta mañana, loca.

⎯ Hasta mañana, superhéroe.

Sonreí negando con la cabeza mientras cerraba la puerta de su cuarto e iba al mío, en el camino abrí la puerta de la habitación en la que estaba Jack, solo para ver cómo se encontraba. Estaba durmiendo pacíficamente tapado con las cobijas hasta la mitad de sus brazos, entré en la habitación y cubrí lo que quedaba de su cuerpo, excepto la cabeza, y él soltó un suspiro de alivio.

Volví a salir para dirigirme a mi cuarto y meterme en las calentitas frazadas. Me quedé mirando el techo con un brazo debajo de mi cabeza, pensando en la acción que acabo de hacer con el hermano menor de Jaqueline. Era algo que hacía papá cuando yo "dormía", en realidad me hacía el dormido porque estaba usando el celular a altas horas de la noche y ellos no podían darse cuenta, aunque estaba seguro que papá sabía pero no le decía nada a mamá para regañarme.

Los extraño con locura, me preguntó qué estarán haciendo ahora. ¿Papá también arropará así a mi sobrina? ¿Cómo hubieran reaccionado si me veían arropando a un adolescente? Seguramente mamá con una sonrisa de nostalgia en su rostro me diría que ya me estoy preparando para ser papá, o alguna de esas cosas cariñosas.

Solté un escalofrío cuando mi mente, inconscientemente, reprodució una imaginación de Jaqueline y yo siendo padres, yo arropando a nuestro hijo y Jack siendo el tío buena onda. No tenía idea de por qué había imaginado eso, así que solo opté por acomodarme mejor, cerrar los ojos y dormir.

Mañana será un nuevo día.

(...)

Desperté al escuchar murmullos en la habitación, abrí a penas los ojos para encontrar a Jack sosteniendo una bandeja con comida y a Jaqueline diciéndole que no haga ruido.

⎯ Despertalo con un beso.⎯ opinó el adolescente y Jaqueline quiso pegarle en la cabeza pero no lo hizo por la bandeja que llevaba el menor.

⎯ Cierra el pico, idiota.⎯ murmuró molesta. Ví que se acercaba a mí y dentro mío comencé a sentirme nervioso por si de verdad iba a besarme. No beso hace más de tres años, ni recuerdo cómo se hacía.

⎯ Okey, okey, entiendo, te pones nerviosa porque no están solos.⎯ susurró Jack. Cerré bien mis ojos antes de sentir la mano de Jaqueline en mi hombro moviéndome un poco. Yo no abrí los ojos para saber qué sería lo próximo que haría.⎯ ¿Ves? Despiertalo con un beso, les dejo privacidad.

Escuché el sonido de algo siendo dejado en el suelo, pasos que cada vez se alejaban más y después la puerta siendo cerrada. Jack había salido de la habitación y escuché un leve suspiro de la chica a mi costado. Se sentó en la cama y su mano fue a mi cabello corriendolo de la cara con suavidad.

Me sentí como cuando mamá hacía eso para despertarme porque tenía escuela. Hace tiempo que nadie acariciaba mi cabello porque estoy solo, y que ahora lo haya hecho Jaqueline me llenó el pecho de cariño, no quería que deje de hacerlo nunca.