CAPÍTULO VIII: FALLO

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Ericka caminó por los largos pasillos del hotel escuchando a las cabezas reducidas decir: "no molestar". Esta vez decidió usar las escaleras en lugar del elevador y cuando por fin llegó a las escaleras su mirada se fue al mostrador de recepción esperando ver a Drácula ahí, pero él no estaba. Estaba a punto de bajar las escaleras cuando sintió que una mano la tomaba el ante brazo.

-Buenas noches, Ericka.- susurró una voz varonil a su oído detrás de ella.

Al escuchar esa voz tan cerca sintió que la piel se le erizaba. Se giró hacia donde había escuchado la voz y se encontró de frente con unos ojos azules brillantes. –Buenas noches, Drácula.- Dijo ella.

-Estaba a punto de ir a la puerta de tu habitación a buscarte.- Le dijo él aun tomándola del ante brazo.

.Yo... yo había salido para buscarte...- dijo ella con timidez.

Los ojos de Drácula se iluminaron al oír eso. –Bueno, ya estamos aquí, juntos...- dijo él, -¿A dónde quiere ir esta noche, dama bonita?-

-La verdad es que esta noche tengo bastante frio, la temperatura es muy baja y... se me ocurrió la idea de que podemos tomar café caliente en la biblioteca mientras conversamos un poco sobre algunos libros...- dijo Ericka apretando los labios.

Drácula sonrió, -no soy mucho de consumir bebidas que consumen los humanos, pero esta vez será la excepción.-

-¿Vamos entonces?-

-Vamos...- contestó él.

_____

Antes de llegar a la biblioteca, Drácula ya había pedido a una de las empleadas del hotel les llevaran a él y a Ericka dos tazas de café caliente a la biblioteca. Cuando llegaron al lugar, Ericka se sentó en uno de los sillones que había ahí, mientras Drácula la seguía.

-Hoy conocí a tu yerno,- dijo Ericka iniciando la conversación, -es un chico muy amable.-

-¿En dónde lo conociste?- preguntó el conde.

-En el comedor, llegaron él junto con Dennis a ahí y al final terminamos comiendo juntos los tres. Después de eso fuimos al jardín.- Dijo Ericka.

Antes de que Drácula pudiese responder a Ericka, golpes en la puerta se escucharon. El vampiro se levantó del lugar en que se encontraba sentado y caminó hacia la puerta para abrirla.

-Servicio de dos cafés.- Dijo una mucama.

Drácula le hizo una señal para que entrara. La bruja entró al lugar poniendo la charola con ambas tazas en una mesa de centro que se encontraba frente a Ericka.

-Gracias...- le dijo Ericka a la bruja. Ella respondió solo con una reverencia hacia Ericka y otra hacia Drácula para después salir de la biblioteca.

Aprovechando que Drácula estaba de espaldas cerrando la puerta, Ericka tomó los sobres de azúcar del café y los escondió en su bolsillo. Drácula se volvió hacia ella y se sentó de nuevo sobre el sillón.

Ericka tomó la taza de café fingiendo ponerla en su boca cuando separó rápidamente de ella. –Este café está muy amargo, parece que no tiene azúcar.- Dijo ella.

Drácula miró la charola sobre la que estaban las tazas de café dándose cuenta de que tampoco había sobres de azúcar. –La mucama debió de olvidarse de poner el azúcar, permíteme unos minutos, iré al comedor por algunos,- dijo él poniéndose de pie, -no tardaré.-

El Deseo de Amar EternamenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora