CAPÍTULO XXXIV: "NORTON ME OBLIGÓ"

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Con maleta en mano, Drácula y Ericka salieron de la habitación con dirección a la salida del hotel.

Llegaron a la recepción en donde la manada se encontraba para despedir a Ericka. -Ericka, cariño, te vamos a extrañar.- Se acercó Eunice a ella con Wanda y Cleopatra a su lado. -Visítanos pronto.-

-También las extrañaré chicas, pero en cuanto pueda regresaré a visitarlos.- Dijo Ericka abrazando a cada una de las mujeres.

-Ericka, ¿para la próxima vez que vengas, podemos ver Kakie?- Preguntó Dennis.

-Claro que sí, mi corazón. Veremos Kakie todas las veces que tú quieras.- Sonrió Ericka. -Pero con la condición de que te portes bien y no hagas travesuras.-

-¡Trato!- Exclamó Dennis abrazándola.

-Cuídate mucho, Ericka.- Dijo Mavis acercándose a ella. -Esperamos tenerte de vuelta pronto aquí.- La abrazó. -Y cuida mucho a mi pequeño hermano.-

Ericka sonrió. -Lo hare, Mavis.-

-Mi amor, el coche te está esperando.- Dijo Drac tomándola de la mano. -Vamos, te acompaño a ahí.- Dijo envolviendo su brazo alrededor de su hombro para salir de la recepción.

La manada había hecho un intercambio de miradas. -¿Escuchamos bien?- Dijo Frank. -¿Le dijo "mi amor"?-

-¡Uy, a mí se me hace que anoche hubo una muy buena reconciliación entre esos dos!- Bromeó Murray.

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Drácula abrió la puerta de coche fúnebre para que Ericka entrara con Damon en brazos. -Ericka.- Dijo él acariciando el dorso de su mano. -Por favor, nunca olvides que te amo. Tú y mi hijo son el nuevo motor que me impulsa a seguir adelante.- La miró a los ojos turquesa. -Estoy seguro que cuando regreses a Ámsterdam vas a escuchar muchas cosas de mí que son mentira, no te dejes convencer... por ningún motivo dejes de confiar en mí.-

-Tranquilo, mi amor, yo confío en ti, jamás volveré a desconfiar.- Lo besó. -Te amo, mi click.-

-Avísame cuando lleguen.- Dijo él. Ella asintió con la cabeza mientras Drac cerraba la puerta del coche fúnebre y éste comenzaba a avanzar.

Preocupado, Drac al hotel en donde aún estaban sus amigos y familia. -¿Por qué esa cara larga Drac?- Dijo Frank. -Todos creímos que tú y Ericka ya se habían reconciliado.-

-Nos reconciliamos.- Contestó él. -Solo que hubiese preferido que ella no regresara a Ámsterdam.-

-¿Lo dices por Abraham Van Helsing, hijo?- Preguntó Vlad

-Así es, papá.- Suspiró Drácula. -Temo que él trate de envenenar nuevamente el corazón de Ericka en mi contra. Me da pavor que la reconciliación con Ericka dure muy poco.-

-Papá, no creo que esta vez suceda lo mismo que sucedió meses atrás.- Dijo Mavis acercándose a él. -Le has demostrado que no eres lo que su bisabuelo le ha hecho creer a ella.-

-Yo no creo que Ericka vuelva a creerle al anciano gruñón ese.- Dijo Johnny.

-Anímate, hermano, ¡Todo estará bien!- Dijo Frank dándole palmaditas en su espalda.

-Cualquier cosa sabes que tus amigos y familia estaremos para apoyarte.- Le dijo Murray.

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Después de horas de vuelo, Ericka llegó a Ámsterdam de madrugada. Aunque no había sido un viaje muy largo, estaba cansada. Al entrar a la mansión, lo primero que hizo fue llamar a Drácula.

El Deseo de Amar EternamenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora