CAPÍTULO XV: ALEJÁNDOSE DEL LEGADO

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Mansión Van Helsing

-¡AHH! ¿QUIÉN SE CREE ESTA JOVECITA PARA NO RESPONDER A MIS LLAMADAS?- gritó Van Helsing irritado lanzando el teléfono a metros de él. –Toda la noche de ayer y lo que va del día de hoy le he estado llamando y no contesta.-

El mayordomo de la mansión solo podía escucharlo ya que los empleados que había en ese lugar solo podían escuchar pero no opinar, nadie podía decir nada contrario a lo que Abraham Van Helsing decía, ni siquiera la propia Ericka. Todos se dignaban a ver, oír y callar. Van Helsing se sentó detrás de su gran escritorio recargando sus codos sobre él y poniendo su viejo rostro sobre las palmas de sus manos.

>Flashback<

Ámsterdam, Países Bajos. Año de 1992

-Mi señor...- dijo Harold el mayordomo de la mansión entrando a la biblioteca con un periódico en una de sus manos, -he traído noticias de su nieto David y su esposa...-

El Van Helsing se encontraba sentado en su silla detrás del escritorio con un bulto de cobijas en sus brazos. –Habla ahora.- Dijo él con firmeza.

-Ellos... ellos... sus cuerpos fueron encontrados sin vida en Rumania...- Dijo él con voz titubeante.

Van Helsing apretó sus ojos. Al escuchar esa noticia sintió la sensación de caer a un precipicio, pero trató de actuar de manera natural, nadie podía verlo derrotado. –Hay que aumentar la vigilancia en la mansión, dile a los guardias que custodien todas las entradas.- Dijo él mientras el empleado salía del lugar para obedecer su orden.

Se volvió hacia el bulto de cobijas que tenía en sus brazos para destaparlo, revelando a un bebé de cabello rubio y piel blanca que dormía pacíficamente. –Ahora solo somos tu y yo, mi pequeña...- acarició la mejilla de ella, -Ericka, ese será tu nombre de ahora en adelante; Ericka, princesa y gobernante eterna, eso significa; y prometo que a ti nada ni nadie te hará daño, antes de que lo hagan lo asesino, sea quien sea.-

>Fin del flashback<

Apartando de inmediato el rostro de sus manos, el anciano comenzó a sentir una terrible angustia en su estómago. Su cabeza se llenó de malos pensamientos. ¿Y si algo malo le había pasado a su bisnieta? ¿Y si Drácula había terminado con el único Van Helsing que quedaba para cumplir con el legado? ¡No, eso no podía ser! ¡Él no podía perder al único familiar que le quedaba! Ericka no podía tener el mismo destino que habían tenido los padres de ella o su abuelo. No, ella no.

_______

Hotel Transilvania

La noche estaba a punto de caer en Transilvania. En la habitación 150 del hotel alguien dormía abrazada a un pequeño murciélago de peluche. De pronto, sus ojos azules se fueron abriendo lentamente. Con un bostezo Ericka se movió en la cama para después sentarse. Buscó su celular en la mesita de noche pero se dio cuenta de que no estaba ahí. Recordó haberlo guardado la noche anterior en el bolsillo del abrigo que había usado esa noche. Se puso sus pantuflas blancas y caminó hacia donde había dejado el abrigo para buscar su celular.

Cuando lo sacó, presionó el botón de encendido pero se dio cuenta de que no encendía, llegando a la conclusión de que se había quedado sin batería sin que ella se diera cuenta de ello. Probablemente hacia bastantes horas que había sucedido eso. Rápidamente, buscó el cargador en uno de los cajones de la mesita de noche y lo puso a cargar.

Tomó la decisión de que, mientras el celular obtenía batería, ella se ducharía.

Cuando salió de ducharse, buscó entre su ropa qué usar esa noche eligiendo finalmente un traje ajustado blanco de dos piezas. Se acercó al espejo para peinar su cabello corto.

El Deseo de Amar EternamenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora