CAPÍTULO XIII: EL PRESENTE

487 38 41
                                    

El coche fúnebre que Drácula conducía se estacionó afuera del hotel. Drácula bajo de él y amablemente abrió la puerta del lado en que Ericka viajaba. Ericka había comenzado a caminar hacia la entrada del hotel cuando de pronto sintió que la mano de Drácula la detenía y la acercaba hacia él.

-Permíteme llevarte a tu habitación por otra dirección.- Dijo él tomándola de la cintura y pegándola a él. Instantes después él había comenzado a volar para llegar al balcón de la habitación de Ericka. Ella, había envuelto las manos alrededor de su cuello sintiendo la adrenalina al máximo.

-Servida, bella dama.- Dijo él bajándola con cautela cuando llegaron a allí.

-Gracias por la hermosa noche que me has hecho pasar hoy...- dijo Ericka con timidez, -todo ha sido maravilloso, jamás me había divertido tanto con alguien como lo hice hoy contigo.-

-Gracias a ti por aceptar esa cita,- dijo él mientras acariciaba el dorso de su mano mientras nuevamente veía los labios de ella y con cierta timidez se atrevió a preguntarle: -¿te gustó nuestro beso?-

Las mejillas de Ericka se tornaron rosas por tal pregunta. –Bueno... no tengo otro beso para compararlo ya que fue el primero...- le dijo ella.

-Eso lo resolvemos en este instante.- Dijo él acercándose de nuevo a ella para besarla con suavidad. Ella jadeó, perpleja, pero cerró los ojos y se dejó llevar mientras sentía que algo estallaba en su pecho y un extraño hormigueo recorría todo su cuerpo. Se separaron lentamente, Drácula acarició su cabello platinado y la miró con ternura. -¿Ya tienes una respuesta?- bromeó él.

Ericka rio entre dientes negando con la cabeza por su pregunta. –Creo que hay un empate entre ambos besos.- Contestó ella con una risita.

Drácula la miró de nuevo. –Eres la mortal más hermosa que mis ojos hayan visto,- besó sus nudillos, -buenas noches, mi Ericka.-

-Buenas noches, Drácula...- contestó ella abriendo la puerta que había en el balcón para entrar a su habitación.

Cuando entró a la habitación se tiró a la cama y sonrió de emoción. Ella no podía creer lo que había sucedido esa noche. Su amor era correspondido y, lo mejor de ello es que estar enamorada era la mejor sensación que había experimentado en toda su vida.

______

Mavis se encontraba detrás del mostrador de recepción. Había sido una noche bastante atareada. Habían llegado decenas de huéspedes al hotel lo que había hecho que se estresara un poco.

-¡Mavy Wavy!- dijo un Drácula bastante sonriente, -¿qué tal estás esta noche?-

-Papá, ¿en dónde te habías metido?- dijo ella de inmediato, -el hotel se llenó de huéspedes y tuve que atenderlos yo sola, no te vi en toda la noche ni nadie en el hotel lo hizo.-

-Estuve aquí en el hotel, tarantulita, estuve atendiendo también a los huéspedes que iban llegando, así como también resolviendo los problemas que surgen en las habitaciones,- mintió él, -ya sabes, hay que dar un buen servicio.-

Mavis lo miró. –Pues si estuviste aquí me sorprende mucho que nadie te haya visto por ningún lado.- Dijo ella cruzándose de brazos.

-Estuve aquí, de verdad. Surgieron algunos problemas en las habitaciones de los pisos cinco y siete y ahí estuve la mayor parte del tiempo.- Dijo él sonriendo nerviosamente.

-Está bien, papá. Te creo.- Dijo ella aun con dudas en el interior.

______

El Deseo de Amar EternamenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora