CAPÍTULO III: CLICK

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Después de algunos minutos caminando por los largos pasillos que el hotel tenia, habían llegado a la puerta de la habitación 150.

-Bueno, señorita Vancells, ya estamos aquí.- Dijo el conde abriendo galantemente la puerta para que ella entrara a la habitación.

-Gracias...- dijo ella entrando un poco a la habitación.

-Conde Drácula a sus servicios.- Sonrió él mostrando sus colmillos y poniendo las manos detrás de él con un poco de timidez.

Ericka se quedó boquiabierta. Era obvio que desde el primer momento en que ella lo vio en la recepción supo que él era un vampiro, pero no imaginaba que ese vampiro fuera el mismo conde Drácula en carne y hueso. Su bisabuelo siempre le había dicho que Drácula era un ser horripilante, pero este que estaba frente a ella ahora, era todo lo contrario a lo que ella se imaginaba.

-E...es muy amable de su parte, Conde Drácula,- dijo Ericka nerviosa poniendo una mano en su cuello para rascarlo debido al nerviosismo que le estaba causando el hecho de tener frente a ella a un monstro tan poderoso, -nuevamente muchas gracias, creo... creo que comenzaré a instalarme para después descansar del largo viaje que tuve.- Tomó la manija de la puerta para cerrarla cuando Drácula la detuvo.

-Si gusta después de que usted descanse puedo llevarla a que conozca las instalaciones del hotel,- se ofreció él, -tenemos un hermoso jardín, una piscina, una biblioteca y muchos lugares más.-

El último lugar que Drácula había mencionado llamó la atención de Ericka, ¿será que en la biblioteca de ese lugar tuvieran libros que sí fueran del interés de Ericka y no los libros que forzosamente Abraham le decía que leyera?

-Dígame, conde Drácula, ¿a todos los huéspedes de este hotel les da un tour por el lugar al momento de su llegada?- preguntó ella arqueando una ceja.

-Bueno... no a todos, solo a los que es la primera vez que se hospedan aquí,- mintió él, -creo que fue un atrevido de mi parte ofrecerle tal invitación, buenas noches, señorita Vancells y nuevamente, bienvenida al hotel.- Dijo él dándose la vuelta para marcharse.

"...En el momento en que Drácula menos lo espere, ¡lo asesinas!..." las palabras que su bisabuelo le había dicho resonaron en la cabeza de Ericka. Ella apretó sus labios para inmediatamente después aclarar su voz. –Me gustaría mucho conocer la biblioteca...- dijo ella con una voz dulce haciendo que rápidamente Drácula se girara hacia ella.

Con una sonrisa en sus labios, Drácula la miró. Tenía unos ojos turquesa tan hermosos que lograban hipnotizar por completo al vampiro. -Entonces mañana cuando el sol termine de ocultarse la recogeré aquí en la puerta de su habitación.- Dijo Drácula con una voz coqueta pero al mismo tiempo amable.

Ericka asintió con la cabeza a lo que Drácula le había dicho. –Hasta entonces, conde Drácula...-

-Buenas noches, señorita Vancells, nos vemos mañana...- dijo él yéndose del lugar.

Ericka entró a la habitación y cerró la puerta, respiró hondo recargando su espalda en ella. -¡Ahh! ¿Qué diablos me pasa? ¿Por qué ese vampiro me pone tan nerviosa?- caminó hacia la cama tirándose de golpe en ella.

____

-Hola, chicos, ¿han visto a mi papá?- preguntó Mavis a la manada que aún se encontraba en los sillones que estaban cerca de recepción.

-¿Drac? Él... él esta...-

-Mavis, ¡mi muñequita de vudú!- dijo Drácula entrando al lugar con una enorme sonrisa, -¿cómo estás hoy, mi tarantulita?- la abrazó fuertemente.

Separándose del abrazo de su padre, Mavis entrecerró los ojos ante el comportamiento de su padre, -¿te pasa algo, papá?-

-¿A mí?- sonrió Drácula nerviosamente, -¿por qué lo preguntas?-

-Estás actuando un poco raro...- contestó Mavis poniendo las manos en sus caderas mientras veía a su padre.

-¿Raro? No, solo tengo mucho trabajo, es todo,- contestó Drac de inmediato poniéndose detrás de mostrador de recepción mientras fingía revisar algunos documentos.

-Está bien, papá,- dijo Mavis no sonando tan convencida de la respuesta de su padre, -te veré mas tarde, iré con Dennis a ayudarlo con su tarea.-

-¡Nos vemos más tarde, mi araña hermosa!- respondió un Drácula muy sonriente.

Cuando por fin Mavis desapareció del lugar, la manada de acercó de inmediato a Drácula.

-¿Y bien?- cuestionó Wayne con una mirada picara a Drácula.

-¿Qué?- contestó Drácula tratando de ocultar su tonta sonrisa.

-¿Al menos conseguiste una cita con la bella mujer?- respondió Frank guiñándole el ojo a su mejor amigo.

-¿Qué? ¿Cita? ¿Con ella?- se giró Drácula poniendo los papeles en otro lugar nuevamente tratando de ocultar aquel nerviosismo que lo estaba invadiendo, -¡Pff, claro que no! No veo el por qué tendría que invitarla a una cita.-

La manada rio a carcajadas al unísono. –Con nosotros no tienes que ocultarlo, Drac.- dijo Murray entre risas aún.

-Hasta podemos darte consejos de cómo conquistar a una mujer en pleno siglo XXI.- Se burló Griffin.

-¡Basta!- dijo el conde de inmediato levitando sobre el mostrador para acercarse a sus amigos, -no andén diciendo eso por aquí, Mavis podría aparecer en cualquier momento.-

-¿Eso quiere decir que si te gustó la nueva huésped?- cuestionó Frank.

-¿A quién no le gustaría?- contestó Griffin, -si estuviera soltero...-

Wayne dio un codazo a Griffin haciéndolo callar. -¿Entonces, qué hay con la chica?- preguntó Wayne al conde.

Poniendo los ojos en blanco debido al bombardeo que sus amigos le estaban haciendo, Drácula respiró hondo para poder decirles a sus amigos lo que había pasado. Miró alrededor del lugar para comprobar que no hubiese nadie cerca más que sus amigos. –Creo que hice click  con ella, susurró.

Todos quedaron boquiabiertos ante tal revelación. Un incómodo silencio invadió la recepción. -¡Ya sé, ya sé, yo también creía que el click no se repetía...! ¡Pero así fue!- dijo Drácula rompiendo el silencio mientras instalaba ambas manos en sus sienes, -¡Santa Rabia! ¿Y qué va a opinar Mavis?-

-¿Ella te quiere ver feliz, no?- dijo Murray, -Sé que ella estará a gusto con tu gusto.-

-¿Entonces conseguiste una cita o no?- preguntó Griffin moviendo sus gafas de arriba abajo.

-Bueno... no es una cita, cita...- contestó Drac, -...solo quedamos en que el día de mañana le mostraba el hotel.-

-Por algo se empieza,- respondió Frank, -solo recuerda el cómo debes de tratar a una mujer...-

-Sé amable con ella...- dijo Wayne.

-¡No olvides ser caballeroso!- dijo Griffin.

-No permitas que la conversación muera, si eso pasa se aburrirá.- Dijo Murray.

-Pero, lo que no debes de olvidar nunca, nunca, nunca es decirle lo hermosa que se ve,- dijo Frank, -aunque eso no creo que lo olvides.-

Drácula trató de poner atención a todas aquellas recomendaciones que sus amigos le habían dado. Secretamente, anhelaba que se llegara la noche del día siguiente para poder ver de nuevo a esa mujer que le había robado el corazón en cuestión de segundos con una simple mirada. 

El Deseo de Amar EternamenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora