Quien eres ✓

Capítulo 4.- Sin entender

¿Cómo? ¿Cómo que me lo provocaron?

–¿Cómo provocado? –empecé a preguntar con la voz quebrada. –Papá, ¿qué significa eso?

Me miró con lágrimas en sus ojos, no respondía, pasaban segundos eternos y seguía sin responder.

–Papá, te estoy preguntando, ¿cómo que fue provocado? –alcé más la voz, esperando que respondiera.

–Verás... Yo... Nosotros... –abría la boca y la cerraba, sin encontrar las palabras y haciendo que me pusiera más nerviosa, sentiendo más miedo de la respuesta.

–Chicos, qué tanto tardá... –interrumpió Jordi, borrando esa sonrisa que traía para mirarnos preocupados sin entender nada. –¿Qué pasa?

–¿Por qué papá ha dicho que mi pérdida de memoria fue provocada? –pregunté de nuevo mirándolos a los dos, saliendo lágrimas de mis ojos por la rabia de no entender nada mientras veía cómo se miraban sin decir ni una sola palabra. –¿Podéis responderme? –alcé más la voz, que al darme cuenta que la alcé demasiado volví a bajarla. –Por favor.

Se miraron una última vez antes que Jordi bufara y hablara.

–Siéntate Emma, por favor –suplicó indicando la cama, intentando ocultar sus nervios, lo pensé unos segundos, pero terminé haciéndole caso a la que se sentaba a mi lado. –Verás, lo que tu padre quiso decir es que, efectivamente fue provocado, pero no cómo puedes estar pensándolo ahora mismo.

Solté un suspiro de alivio, al menos me sentía un poco mejor ante esa pequeñísima explicación, pero, entonces, ¿cómo es eso de "fue provocada"?

–Sé que al decirte eso Jeff pensaste que nosotros hicimos algo, pero no fue así, nada de eso pasó por nuestra culpa, y aún menos de la tuya –cogió mi mano para animarme mientras intentaba sonreír, fallando en el intento. –Hija, lo que queríamos decir era que... fuiste secuestrada hace cuatro meses, nos pidieron dinero a cambio de tu vida, pero sólo nos tendieron una trampa, pensábamos que estabas en otro país o incluso... –se calló unos segundos, sin atreverse a decir la palabra que yo sí soy capaz.

–Muerta –terminé, mostrándome fría.

Se hizo un silencio incómodo, supongo que el recuerdo que tuve fue de lo que pasó, pero... ¿Por qué los secuestradores no me entregaron de nuevo? ¿Seguro era una trampa? ¿Qué sucedió?

–Hija... –habló Jeff, apoyando su mano en mi hombro mientras me miraba inseguro, buscando las palabras correctas para hablar. –Sé que és difícil de asimilar, más de creer ya que nosotros seguimos sin entender nada de esto, pero queremos dejarte en claro que estaremos aquí para ti, hija mía.

Intenté ocultar las lágrimas, seguir mi papel de fría para no caer derrotada, sin embargo, no las aguanté más y los abracé rápidamente, lloré y lloré tanto cómo pude, escuchando y notando cómo ellos también lo hacían. Al final, al buen rato de dejar de llorar, bajamos y cenamos para pronto ir a dormir tranquilos.

A la mañana siguiente me desperté temprano ya que no pude dormir bien, no quería seguir descansando así que me levanté, me vestí y bajé al piso de abajo para desayunar algo.

Miré en la nevera que había sobras de la pasta de anoche así que cogí un poco y eso mismo desayuné mientras ojeaba el teléfono. Instagram, Whatsapps, todas redes sociales que tuviera y algo me llamó la atención en las búsquedas de Google. 'Cómo hacer un sexting'. ¿Eso qué es? ¿Se come? Porque si és así, me lo cómo todo. Le di a la búsqueda ya que me entró curiosidad y menos mal que no estaba bebiendo agua porque si no, iba a escupirlo, iugh.

Terminé de desayunar y decidí salir a correr un poco, total, mis padres aún dormían y eran las 6 de la mañana, ¿qué otra cosa iba a hacer? Bueno, aunque pensando en frío podría pasarme algo y mis padres se preocuparían de nuevo, mmmm entonces, ¿qué puedo hacer? ¿Espiar las vidas de mis amigos, o de mis familiares? Nah, ninguno me llama la atención. Como si fuera un don que tuviera, sonó mi teléfono cómo que alguien me llamaba que al comprobar era el policía. Espera, ¿a las 6 de la mañana? Raro.