Quien eres ✓

Capítulo 37.- De mal en peor

Sueño, tengo mucho sueño. Esta noche no he dormido nada y la luz que entraba por la ventana me estaban tocando los cojones, pero recordé el motivo de mi insomnio y sonreí cómo tonta, mi querido novio.

Recordé sus besos en mi piel, su aliento en mi nuca, sus gemidos en mi oreja mientras me hacía gozar cómo una perra. Mentira, no me puedo comparar conmigo misma, eso es ser egocéntrico, mejor con una zorra. No, eso tampoco, es lo mismo. Es igual.

Alcé mi mano hacia mi lado, sintiendo un vacío en mi cama, notando que Asher se había salido hace rato. Mejor, más cama para mí. Sonreí antes de escuchar voces provenientes del comedor (que cómo se sienten en el sofá, se van a pegar ahí, quien entendió, entendió) y me forcé a levantarme, cogiendo mi ropa y poniéndomela rápido, mientras me entraban escalofríos por mis bragas heladas por haberlas mojado tanto. ¿En serio? ¿No las podía haber quitado antes de que se mojaran? Maldito, me va a comprar otras para tenerlas de reserva.

Caminé hacia la puerta, encontrándome con Bruce, Tomoe y otro señor que no conocía en absoluto, sentados en el sofá (aunque tenía un trapo así que, menos mal) que, al verme, se levantaron inmediatamente para saludarme.

–Hola hermana, ¿pudiste dormir algo? –bromeó, mirándola de arriba-abajo seriamente ya que aún no se me había pasado el enfado con ella.

–¿Qué hacéis aquí? –pregunté, mirando a Asher que traía un chocolate caliente, entregándomelo.

–Han venido para proponernos algo, y te va a gustar –contestó Asher, poniéndose a mi lado y sonriéndome para tranquilizarme.

Bufé y me apoyé en la mesa, tomando un sorbo disfrutando del delicioso contenido de la taza y cerrando los ojos para mayor placer (placer en estado puro, joder me acordé del anuncio).

–Habla –ordené, mirándoles sin ganas.

–Vale, queremos que vayas al baile de Vladimir –empezó Bruce.

Una paja y a dormir. Perdonen, es que es la rima perfecta.

–Y no es cualquier baile –continuó Tomoe. –Es el baile de uno de los generales de la compañía GEDA, eso quiere decir que si vamos...

–Conoceremos todos sus contactos y podremos controlar los actos de nuestra madre cómo los de Anthony–interrumpí, ellos asintiendo.

–Es lista –habló el sin nombre 2.0, sacándose una mala mirada mía.

–Perdona, pero soy muy lista y si te atreves a dudarlo te reventaré la cabeza bollo que tienes, te cortaré la polla cómo una salchicha y te la meteré en el culo hasta que lo vomites, bueno, si es lo suficientemente larga para que pase –hablé sarcástica, sacando la risa de Asher mientras los dos restantes me miraban cómo para que me callara.

–Bien, increíble manera de mostrar tus habilidades.

Rodé los ojos cómo las típicas protagonistas de los libros y me crucé de brazos, suspirando.

–A ver, no está nada mal esa idea, pero le falta algo –me miraron a la espera de mi frase y, después de segundos, terminé. –Le falta un mensaje.

–¿Un mensaje? –preguntaron todos a la vez, continuando Asher. –¿Qué mensaje Emma?

–A ver, ellos mandaron un mensaje de que iban a por mí mediante mi hermana, al caso que fue un fracaso y estoy segura que mandarán el siguiente, uno más directo y con muchos emojis de personajes mazizorros.

–Seguramente sea así, olvidando lo de mazizorros.

–Aburridos.

–¿Puedes continuar? –habló el bollo picante sobresaltado, mostrando su impaciencia aparte de su mezcla de kétchup al estar irritado.

Diciendo eso parezco cocinera, si no fuera porque me he quemado por ser gilipollas y después de muchas mierdas graciosas (y no tan graciosas cómo quemar la cocina, tengo algún recuerdo de ese momento), podría decir que soy buena cocinera, pero no viene al caso (tan yo).

–De acuerdo bollito picante –noté cómo se aguantaron la risa todos menos él, sin dejarle que se defendiera. –a lo que me refiero sería de responderles a ese mensaje con otro, osea matando a alguien y, si es alguien importante, mejor.

–Pero hermana, es difícil matar a alguno sin que noten tu presencia y encima te tienen en el ojo de mira.

–No el suficiente –me senté en la mesa y moví mis piernas cómo niña pequeña. –verás, yo cuando quiero puedo dar mucho miedo y excitación, anoche lo descubrió Asher, y sólo te diré que es una mezcla entretenida, sobre todo cuando nadie sabe quién eres en realidad.

–No te entiendo –bufó Bruce, riéndome mientras Asher intentaba recomponerse de lo mencionado anteriormente.

–Pues que iremos a ese baile mostrando mi mejor versión, dejando ver quién soy en realidad, mostrándome completa sin esconderme y ellos sin darse cuenta, aún después de cegarles con mi belleza, eso se llama nuestras 'armas de mujer', querida.

Me miraron confusos y yo saqué el móvil, buscando un vestido y una máscara que había visto, perfecta para esta ocasión, y se las mostré a todos.

–¿No queréis uniros a este baile?

~Capítulo corto, lo sé, lo sé, pero tendréis que esperar para el siguiente, viene lo bueno, nos vemos en el siguiente, bye!!~