Capítulo 15.- Cómplice preferido

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Emma Briggitte Stronge:

Era al fin la noche, después de un largo día de entender todo lo que ocurrió con ese chico, me estaba empezando a caer bien. Los rumores que he visto sobre él en la prensa fue que sus padres estaban algo relacionados con narcotraficantes, y por lo que he visto en sus ojos, no le sorprendió tener delante de él una chica que mató a un grupo de gilipollas delante de sus ojos, sino que más bien dudaba en cómo actuar. Era extraño, tenía miedo, pero sin embargo suplicaba con sus ojos seguir con esto. Al final, después de toda la explicación, me sorprendí el pequeño detalle que dijo.

'–Ese día no pude responder bien, tenía miedo de que le pasara algo a mi hermana, aunque sabía cómo y cuándo reaccionar, sin embargo, no pude hacerlo cómo me habían enseñado –mencionó en una mezcla entre enfadado y triste, hasta que cayó en cuenta de lo que dijo. –Em, mejor no me hagas mucho caso, me refería a cómo... bueno –buscaba algo con que excusarse, pero sólo le toqué el hombro para que me mirara sorprendido.

Lo entiendo, tranquilo, esto no saldrá de aquí –le sonreí, porque era verdad.'

No iba a contarle nada a nadie, y eso nos hizo cómplices sin decirlo.

Suspiré dejándome caer en la silla del escritorio, la verdad que estaba agobiada por esto ya que, aunque la policía no encontraba nada contra ninguno de nosotros, podría suceder en cualquier momento. Le daba muchas vueltas al mismo asunto, obligándome a intentar hacer más cosas para quitarme de en medio esos inútiles pensamientos. Me levanté y salí con cuidado de mi cuarto, estaba vestida desde antes así que simplemente tenía que salir con cuidado de casa, sin que supieran mis padres.

Aunque, ahora que pienso, mejor no, les diré que saldré un rato y que necesito estar sola. Dejé de caminar de puntillas y, cuando estaba a punto de llegar a las escaleras, una puerta detrás de mí se abrió.

–Hija ¿qué haces despierta y aún vestida? Deja respirar ese cuerpo –susurró Jordi, que al girarme vi que tenía chupetones hechos recientemente y cara de cansado.

Vaya, vaya, mira quién estuvo de acción.

–Ya se nota que te han desvestido y quitado estrés –susurré juguetona, entendiendo mi mirada hacia su cuello, donde se hallaban las marcas.

–Eso no es tu asunto, responde antes de que hagas alguna locura.

–Iré al bosque a tomar aire, tengo muchas cosas de las que pensar.

–Si pasa algo, avísame que de inmediato iré, ¿vale?

–Sí papi querido –me acerqué y le dejé un rápido beso en su mejilla. –Te quiero.

Caminé ligera oyendo cómo cerraba la puerta, así teniendo libre el camino sin tener que esconderme. Hubiera sido divertido escaparme, pero mejor prevenir que luego lamentar, no quiero hacer tal locura. ¿Y si llegara a pasarme algo?

Ellos quedarían devastados sin saber cómo volver a afrontar lo que me haya pasado con lo que me pasó tan reciente, bastante han tenido para soportar que los hubiera olvidado al completo. Y aún no he recuperado totalmente la memoria, así que peor. Mientras caminaba hacia el interior del bosque, me sentía completamente libre, era una sensación que, muy en el fondo de mi ser, sentía que era nuevo para mí.

El problema de no recordar tus recuerdos, pero si tus sentimientos, es que no puedas avanzar lo que ya tenías acabado, incluso si es para salir de una tormenta que estabas por ganar.

El aire era fresco, en estas fechas es normal que empiezan a bajar las temperaturas por la noche, y el sol se ponga antes de lo que se esperaba. Los arboles estaban tranquilos, los animales estaban mayormente dormidos, pero siempre conscientes de su alrededor por si había un intruso que debía espantar. O incluso matar.

No he sentido ningún remordimiento de aquellas muertes, simplemente eran eso. Cuerpos. Unos cuerpos que tenían almas impuras, unas que no les importaba los demás, que estaban llenas de culpa de mucho mal que causaban por su egoísmo y dolor. Un dolor que luego, crecía y se expandía por todos lados, sin poderlos controlar de ninguno.

Y me vino de nuevo a la mente la palabra. Geda. No sé qué mierda significa esa palabra, o si es una persona, un objeto, una palabra clave... No lo sé, pero lo que sí sé es que tenía importancia en mí, no sé si desde siempre, pero una parte de mí sabe que es muy importante, tanto que me hace sentir miedo de saber eso.

Llegué al barranco sin darme cuenta, estaba tan embobada en mi mente que dejé de prestar atención a mi alrededor. Este barranco me hacía calmar, no sé por qué, ni desde cuándo o qué hizo que fuera así, pero me gusta. Me acerqué con cautela, no quería que pasara cómo la última (y primera) vez que vine aquí, era cómo si me llamara, cómo si quisiera acercarme por algo. Al llegar al borde, miré para abajo. Era mucha la distancia que había ahí, tantos metros que nadie podría sobrevivir ahí, un punto fácil para suicidarse, ¿verdad? Ni siquiera había vayas, no había policías ni algo o alguien que pudiera frenarte en el proceso. Y entonces recordé algo.

'Era yo de pequeña, tendría unos 7 años, en la misma posición que yo, mirando el vacío, pero era diferente que ahora. Estaba llorando, y ni mi yo de antes entendía esta vida.

¿Porqué? –pregunté al aire. –¿Por qué complicas mi vida, a mis seres queridos, a la gente que amo para que sólo lo pasen mal? ¿Soy yo? ¿Acaso soy yo el problema?

Sentí el aire pasar por mi cara, haciendo que en mi cabeza automáticamente viniera a la mente la respuesta.

Sí.'

Ni siquiera sé cómo responder esas preguntas. Gracias a mí, mis seres queridos han sufrido mucho, tanto que estaban muertos por dentro. ¿De verdad soy yo el problema? ¿A tal punto llegué a estar tan mal a tal corta edad por querer morir? ¿A tal punto llegué a causar problemas que no les importaba si me tiraba?

'Alcé los brazos mientras cerraba los ojos, dejándome llevar por la brisa, tan hermosa y fría, que me hacía sentir tan vacía. Pude haber saltado en ese preciso momento, nadie estaba, nadie me escuchaba, nadie podría pararme.'

Incluso en este mismo momento, dejándome llevar por el momento, elevé mis brazos, dejando mi cuerpo pesado caer hacia delante.

–¡No! –chilló una voz detrás de mí, abriendo yo los ojos de golpe.

~Hola a todxs!! Aquí el siguiente capítulo de esta historia, espero que os esté gustando y sigáis leyéndolo, muchas gracias a todos vosotros por darle una oportunidad y dejádme aquí vuestro momento favorito por el momento:

*aquí*

Y bueno, en el siguiente capítulos sólo diré que empezará toooodo lo bueno, espero estéis listos y desconfiéis de todos, incluso de vosotros mismos (risa malvada). Muchas gracias a todos y, sin más que decir, bye!!~

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