Capítulo 25.- Chico sin nombre tiene nombre

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Bueno, al fin empezamos la clase ('empezando', porque el profe no vino) y ni se dieron cuenta que fui yo. Bueno, creo que sospechan algo después del mensaje que me escribió Lucy y mi respuesta.

Lucy: Tía, estabas ahí en la biblioteca escuchando, haberte callado melona.

Lucy: Menos mal que Alex ni te ha escuchado, qeu hacias?

Yo: Estaba masturbando a un chico, al mismo con quién duermo y no es el pito pa' dentro de Alex :)

Sí, buen mensaje para que no sepan nada. El profesor estaba tardando en venir (exactamente unos 20 minutos) y alguien tocó mi hombro que, al girarme, era el chico sin nombre.

–Hola Emma, soy Jose, amigo de Lucy y ahora quisiera ser tu amigo –me ofreció la mano y yo se la devolví.

–Un gusto, ahora ya no podré llamarte sin nombre –bromeé, sacándole una sonrisa.

–Creo que Alex ni se ha enterado que eras tú.

–¿Por qué lo dices? Si lo dije alto sin querer queriendo –le dije mirándole seria, acomodándome en el asiento.

–Bueno, justo en ese momento alejaron a Alex para que no se peleara conmigo y le taparon los oídos a mitad de lo que decía.

–Pues vaya mierda –me quejé mientras él rió.

–Me caes bien, al menos mejor que ese... cómo le llamaste –pensó manteniendo la sonrisa.

–Chupa pija –le recordé, riendo más fuerte y llamando la atención de algunos de la clase. –Cálmate que nos están mirando pinche weon.

–Tranquila, estoy acostumbrado, aunque de mala forma me miraban –soltó de golpe, llamando mi lado cotilla y, leyendo mi expresión de curiosidad, siguió. –Me miraban porque me acusaron de matar a alguien ya que mi familia es narco, y oye, él se lo merecía, no podía hacer nada.

Me reí a carcajada pura creyéndolo.

–Oye, pero si eso es lo mejor, se siente hasta genial si se lo merecen –insistí en el tema, hablando los dos más bajo para que los demás dejaran de mirarnos raros.

–Obvio, aunque yo cómo tengo 19 pues me importa muy poco aquello, y aunque puedo ir a la cárcel, no fui por falta de pruebas.

–Bueno, 'falta de pruebas' –puse énfasis en esas palabras, mientras hacía comillas con mis manos.

–Exacto, tú sí me entiendes.

Me cae bien, creo que será una increíble persona a mi lado, aunque peligrosos juntos. Lo que me encanta. Me encanta que su humor es parecido al mío, aunque no sé, por algún motivo se me hace familiar, aunque sigo sin caer en el por qué o en quién. Pero bueno, mejor dejamos de hablar ya que al fin llegó el profesor, aunque una personita me ha enviado un mensaje por teléfono y es obvio que voy a contestarle.

Aspiradora 3000: Te habló sobre lo que escuchamos?

Yo: Sí, y más bien me ha felicitado por ser tan psicópata y el apodo que le puse.

Aspiradora 3000: Menos mal, mientras no te molesten todo bien.

Yo: Sólo que a Lucy le dije qué hacíamos.

Aspiradora 3000: ...

Aspiradora 3000: Emma... Qué dijiste?

Yo: Míralo tú mismo.

Salí de su chat para volver al anterior, sacándole captura y enviándola, alzando la mirada para ver su reacción. Tardó unos segundos (supongo que mientras le cargaba la foto y leyendo) y cuando lo vió, abrió los ojos de golpe y se puso la mano en la frente, alucinando, mientras yo 'disimuladamente' me reía. Mierda, es demasiado buenísimo su reacción ¿para qué engañarnos?

Terminó la clase antes de lo esperado y, cómo el profe ya estaba recogiendo, me levanté y fui corriendo hasta el asiente de Asher, sentándome en su mesa.

–¿Sabías que tu reacción cuando alucinas és tan hermosa que da gracia? –bromeé, sin dejar de sonreír para que notara lo bien que me lo pasaba con aquella situación.

–¿Por qué lo has dicho? –preguntó avergonzado.

Bueno, mejor dicho, haciéndose el fuerte e intentando que no dejara ver ese pequeño rubor en sus mejillas que obviamente sabía que tenía. Que tierno.

–No es malo, deberías dejar de avergonzarte con el tema del sexo, masturbación y todo lo referente –hablé notando cómo algunos me miraban, pero no les hice caso y observaba cómo poco a poco Asher se escondía más en su asiento, qué casualidad. –Asher, ¿qué te acabo de decir?

–No sé ni de qué hablas –respondió sarcástico.

Uy sí, está muy creíble.

–Anda, después de clases me vas a acompañar al gimnasio, que llamé hace un largo tiempo y ni siquiera me pasé por allí, fallo mío.

Bueno, en verdad sí que he ido a recoger las llaves y tal, y que, ya que no iba yo, fue yendo mi padre cuando le daba la gana, pero quiero aprovechar para distraerle. Total, ¿qué mejor que hacerle pecar con una gran fantasía? En la piscina, con ese traje de baño tan apretado que marcará cada parte de mí (aunque quisiera que me marcara él), mojada entera (incluso por dentro) y caliente cómo una perra.

No creo que se resista mucho conmigo si es que sólo me desee físicamente. Así puedo saber si también me quiere, si me respeta y no hace nada, bien, adelante y sigue mi confesión de decirle 'Te quiero dulzura' en ruso, pero, si no me respeta, me llevo un buen revolcón y a tomar por culo, aunque me duela.

La vida puede doler bastantes veces, pero si no sabes aprovecharla, ¿de qué sirve que sufras?

Un lema inventado por mí que me acompañará hasta la muerte, sin duda alguna.

–Eso creo que estará bien –respondió pensativo, aunque al pensarlo unos segundos, abrió los ojos de golpe y me miró sorprendido. –Espera, ¿a qué estás apuntada?

Creo que alguien acaba de pensar en diferentes posiciones en pocos segundos.

–Ah, nada interesante, no te preocupes –le calmé para verlo suspirar aliviado, y luego eché la pequeña bomba. –Sólo en boxeo y piscina, tranquilo, me verás en ropa muy apretada en las dos ya que será seguidas, sin problema.

Empezó a toser de golpe, intentando respirar de nuevo tranquilo mientras yo le miraba con una pequeña sonrisa. Bueno, mi objetivo de llamar a su mente perversa ha funcionado. Bueno, ¿quién tiene hambre? Literal ese meme me pega ahora mismo, ya me aburrí de esto.

–Bueno Asher –hablé, bajándome de la mesa y dejando caer mi mano en su hombro. –Cuando empieces a madurar de los huevos y la polla, me avisas y follamos, ¿va?

Le di dos palmadas y empecé a caminar hacia mi sitio, notando cómo algunos chicos se acercaban a dónde estaba él y le preguntaban si estaba bien y quién era yo, en cambio algunas chicas me miraban con asco. Jodéos perras, porque para perra estoy yo y bien que acabo de masturbar al hombre que no tocáis ni en sueños. Las miré y vi mejor sus miradas frías, y decidí cambiar mi destino (osea mi asiento) hacia ellas. Ellas se pusieron alerta, importándome dos huevos y medio y quedando justo delante de ellas, para decirles una única cosa, una que dije con mi mayor voz amenazante y grave que podía poner.

–Tocarle y os juro que moriréis.

~Hola a todxs!! Aquí está el siguiente capítulo de esta historia, se acerca lo interesante (jeje, o eso espero haceros creer, que digaaaa. Culpa de que me ha traumado con su último capítulo. Los próximos capítulos se vienen fuertes, estén atentos y no muráis hasta que yo lo pueda hacer (osea, nunca), así que ea, buenas tardes y sobrevivir mañana sin Wattpad. Bye!!~

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