Quien eres ✓

Capítulo 40.- En contra del destino

Al entrar al baño, cerré con pestillo y me apoyé contra la puerta, suspirando e intentando relajarme, no podía soltar ahora mi ira, ahora no.

–Emma –me llamó Asher, golpeando la puerta y probando de abrirla, sin éxito-. Emma, por favor, abre, hablemos de esto.

–¡Déjame, no quiero hacerte daño! –grité, dejándome caer hasta estar sentada y abrazándome las piernas, temblando y apretando mis uñas contra mis muslos.

'–Buenas Emma, o, mejor dicho, hija mía –habló una voz femenina, sacándome de mis casillas al instante y notando su intento de sonar agradable, sin mucho esfuerzo ya que se notaba que era una voz firme y dominante, con furia-. ¿Podemos hablar?

Me tensé al instante notando las miradas del esto, pasando de ellas y sin poder responder.

–Me tomaré eso cómo un sí –suspiró y ya no trató de fingir voz amable, sino dejándose escuchar una voz que te entran escalofríos por todo tu cuerpo, y no de los buenos precisamente-. Bien, hija, sé lo fuerte que eres y que vas a pelear contra todo el mundo que puedas hasta desahogarte de toda esa furia que no entiendo por qué tienes si ellos no eran tus padres, así que te vas a unir a mí, te mandaré la dirección para que vengas, firmes los papeles para volver a tenerte en mi casa y...

–No –negué, sonando lo más seria posible. –No pienso unirme bajo ningún concepto, y menos a alguien que le importó una mierda sus hijas, una la abandonó porque no la necesitaba y la otra la obligas y exiges poder cuando ni tú misma puedes encargarte, y más que al menos yo sí he podido ser feliz y tener una familia, no cómo tú que encima que fuiste un error, te excluyeron y te abandonaron cómo un perro, cosa que lo veo bastante bien de su parte porque todos acabamos haciéndolo, nadie te quiere y es comprensible, yo no estaría con una chica que sólo se dejaba follar por un reto ni que su familia no la quisiera, bueno, en verdad estaría con cualquier persona aunque hiciera esas cosas menos contigo.

Se calló durante unos segundos y yo sonreí ganadora, recordando el expediente de ella que vi el otro día gracias a Bruce.

–Después de esta... ''confesión'' –remarcó con asco-. Te daré una última oportunidad, sólo porque eres buena.

Iba a volver a responder cuando recordé algo, y aumenté mi sonrisa.

–¿Quieres saber mi respuesta? –hablé con un tono malicioso.

–Sí.

–Bien, esta noche prepárate para escucharla.

Y colgué sin esperar ninguna más, mirándolo y viendo que Bruce me envió algunos mensajes al WhatsApp.

Bruce: (archivo adjunto) Emma, este es la invitación para que puedas entrar, te lo adjunto con este mensaje y debemos de hablar, pero creo que una imagen vale más que mil palabras...

No entendía a qué se refería hasta que me fijé en el vídeo que envió después de ese mensaje, quedándome putrefacta con sólo la portada.'

–¡EMMA! –volvió a gritar Asher, sin dejar de intentar abrir la puerta y yo sólo llorando, aguantando mi cabeza porque me dolía muchísimo por esa imagen que no salía de mi cabeza-. Emma, si no sales voy a tener que entrar, apártate de la puerta –esperó unos segundos a que respondiera y volvió a gritar. –Emma ¡que me abras la puerta!

Pateó la puerta sacándome un grito, apartándome y escondiéndome debajo de la pica del baño hasta que dos patadas más tarde, echó la puerta abajo. Entró y al verme dejó su mirada tensa y me abrazó, viendo mis manos y la sangre provenientes de mis piernas, no me di cuenta que había apretado demasiado.

–Dios santo ¡Alice! ¡Trae tiritas y betadine! Emma, yo...

Interrumpió un pitido en mis oídos, sólo viendo cómo movía sus labios, intentando volver a escucharle, pero sin embargo me mareé hasta un punto de desmayarme.

...

Asher Philips:

Estaba en la cama, terminando de taparla con las mantas después de curar sus heridas y ver que no tenía ninguna más, limpiando sus mejillas llenas de lágrimas y arropándola, dejando un peluche para que así no me abrazara, ya que debía ir a por comida o por alguna cosa que necesitara pues no podría abandonarla. Es mi niña, no puedo quitarme de sus brazos a menos que ella lo desee, es superior a mis fuerzas.

Tocaron a la puerta y al girarme vi a mi padre, sonriendo forzado para intentar tranquilizarme, fijándome que traía algo en su mano. El móvil de Emma.

–Hijo –empezó, pensativo sin saber cómo hablarme.

–Sé directo, no lo pienses –le animé, sacando él una sonrisa sincera y se notó menos tenso.

–Se nota que ella te ha cambiado a mejor, ¿eh? –reímos un poco por lo bajo, volviendo a mi seriedad y tomando la mano de mi novia para acariciarla.

–Sí, ella es importante para mí, ya creo que lo debes de saber.

Se hizo un silencio en la sala, no era incómodo, pero si algo molesto. Noté cómo caminó hacia mí y me tendió su móvil, encendido con un vídeo para poner.

–Creo que deberías de ver esto –habló, y al agarrar el teléfono, dándome unas palmadas al hombro y yéndose.

Miré el móvil y observé que estaba de primeras los padres de Emma, pero estaba algo distorsionado y entonces le di el play. Eran sobre los padres de Emma, en efecto, pero no de cualquier forma, estaban siendo pegados por unas personas que no se les veía el rostro y gritaban que no tocaran a su hija, siendo interrumpidos una y otra vez por golpes hasta que a Jeff le empujaron a la pared y Jordi intentó ir a salvarlo, recibiendo un disparo y cayendo.

Miré la hora de la grabación que seguramente lo hayan dejado agrede y me puse nervioso. Minutos antes de que llegáramos a su casa. Literalmente, dos putos minutos antes. Sentí la ira calentar mi cuerpo y hasta empecé a temblar, que hijos de puta, los veía y...

–Papá –murmuró Emma en un sollozo, pensando que se había despertado, pero estaba dormida soltando una lágrima, temblando sus labios por las ganas de llorar y yo relajándome.

Suspiré y me metí en la cama con ella, abrazándola mientras la ponía en mi pecho y ella dejaba el muñeco para abrazarme, como si dormida supiera que era yo. Y aunque suene raro, hasta llorando se ve tierna y hermosa, aunque se le caiga los moquillos y su nariz esté roja cómo sus ojos, aun así, es tierna.

–Estoy aquí mi vida, y pienso protegerte pase lo que pase, tal como lo hicieron ellos tantos años –susurré, besándole la frente y quitándole su lágrima, quedándome despierto hasta que fuera la hora de prepararnos.

~Hola a todxs!! Aquí está el siguiente capítulo de este precioso libro, pronto llegaremos al final y créadme, esto me está emocionando demasiado, os diré que habrá una sorpresa muy pronto, y que espero le deis tanto amor cómo le dais a este libro. Muchísimas gracias por llegar hasta aquí y, sin más que decir, bye!!~