Quien eres ✓

Capítulo 36.- +18 total

~Aviso!! Cómo el título pone, es contenido +18 (escena sexual) y aunque toda mi historia sea de ese contenido, podéis pasarlo de largo al siguiente cap (creo, por si acaso leer el comentario del final por si tenéis que leer algo), ahora sí, disfrutad.~

Okno, no me cago, era para quitar los nervios que tenía encima.

Empezó a succionar mis pezones mientras acariciaba mi cadera, mientras yo solamente cerraba los ojos y arqueaba un poco la espalda, mis pechos eran sensibles, aunque no tanto como para que me duelan, la sensibilidad perfecta para sentir tanto placer sin dolor. No tardó mucho en ir bajando, notando cómo subió sus manos a mi pecho y fue acariciando sin rumbo alguno hasta mis pantalones, desabrochando el botón y bajándolo un poco para continuar con el recorrido de besos.

Sin previo aviso, lamió por encima de mi ropa interior mi entrepierna, sacándome un gemido y un temblor de piernas que no podía controlar, busque su cabello con mis manos, pero, sin embargo, las atrapó y las subió encima de mi cabeza, rozándome su nariz en mi mejilla.

–Hoy no harás nada cariño.

No contesté, sólo sentí cómo mordía mi cuello y subía a mi oreja para susurrar con voz ronca, notando cómo su mano libre entraba a mi ropa interior, haciendo todo lo que decía.

–¿Sabes? Me encanta tu cuerpo, y tengo entendido que las mujeres tenéis muchos puntos sensibles, y después de encontrar unos cuantos quiero ver el efecto que te ha producido –metió sus dedos entre mis labios vaginales, haciendo presión en la entrada, pero sin meter ninguno. –Vaya, estás empapada ¿qué pasa si hago esto?

No me dio tiempo a responder cuando hizo presión en mi punto débil, empezando a hacerle giros lentos mientras yo gemía y movía mi cadera. Joder, me tiene tan jodidamente débil que no puedo hacer nada, sólo desear y suplicar que me haga suya.

–¿Te gusta esto? –asentí temblorosa, notando cómo sonreía sobre mi cuello mientras soltaba el agarra de mis manos. –no las muevas hasta nueva orden ¿entendido?

–Sí amo –gemí, mirándole a duras penas por la gran sensación de placer y de desear más, mirando cada uno de sus gestos.

Empezó a besar de nuevo, esta vez lento y sin dejar de acariciar mi punto débil, pasando por el mismo recorrido de antes hasta quedar entre mis piernas, mirándome mientras quitaba mis bragas, empapadas por la excitación.

Cerré los ojos al sentir su lengua recorrer toda mi zona, dejando notar el temblor que había apoderado a mi cuerpo y hacerme arquear la espalda, deseosa de más.

–Sigue –supliqué, notando su sonrisa y su aliento entre mis labios inferiores.

–¿Segura? Mira que no pararé –advirtió, sin pensarlo demasiado.

–Joder hazlo.

Metió su lengua en mi coño mientras con sus dedos volvía a hacer sus movimientos que me pasmaban, haciendo un poco de presión en mi cadera para que no la moviera demasiado.

Mi cuerpo empezaba a perder la cordura y sólo el placer inundaba mi vista, se sentía tan ligera su lengua en mí que estaba a punto de explotar sobre él.

–Asher –gemí, jadeando y aumentando mis gemidos a más velocidad.

Abrí mis ojos y vi cómo se estaba masturbando mientras lo hacía, se veía tan sexy con el pelo despeinado mientras nos dábamos placer, y sin aguantarlo más saqué mis fuerzas que no recordaba que tenía, cogí su rostro y le hice subir hasta mi boca, besándolo con necesidad.

Se tensó al no esperarse eso, pero me continuó el beso, esta vez atacando yo y poniéndolo bajo de mí, dominante. Situé su pene en mi entrepierna, mojándolo con mi humedad mientras gemía y me miraba expectante, dejándome actuar a mi gusto.

No aguanté más y empecé a meterlo lento, parando cada poco para que no me doliera, relajándome y gimiendo los dos juntos hasta que, finalmente, tocó el fondo de mi ser. Me sentía llena, joder con sólo acomodarme gemí alto y sentí que pronto iba a acabar, y no quiero, no quiero aún.

–Emma –gimió, acercándose y besando mi cuello, susurrando. –eres increíble, y pensar que esta tremenda diosa está hoy haciéndome suyo, me estás volviendo loco.

–Y si te digo que ahora no sé cómo hacerlo, ¿cómo te quedas? –pregunté en una media sonrisa, algo insegura.

–Ven, muévelo así –movió con sus manos mi cadera despacio, gimiendo a la vez y apoyando mi frente en la suya, disfrutando.

–¿A-así? –pregunté, repitiendo lo mismo mientras volvíamos a emitir el mismo sonido, esta vez sonriendo los dos.

–Joder te amo.

Empezamos a besarnos de nuevo mientras movía mis caderas, cada vez con más firmeza y confianza hasta que, en dos minutos, sentí cómo descargaba sobre él, retorciéndome y teniendo espasmos mientras él me abraza y tocó mi punto débil con sus dedos, prolongando el orgasmo.

–Esa es mi chica preciosa –besó tierno mi hombro, alejando su mano de ahí y, después de recuperar el aire unos segundos, reí atónica.

–Yo también te quiero idiota, ahora te toca a ti.

–No quiero que te duela, debes estar agotada.

–¿Seguro? –pregunté con voz sensual, moviéndome de nuevo, pero, esta vez, gimiendo él.

Antes de que respondiera metí mis manos entre sus piernas sin sacar su pene de mí y acaricié sus testículos, viendo cómo le provocaba placer y que sus pelos se erizaran. Aprovechando su shock para mordisquear su cuello y bajar rápido a sus pezones, aumentando sus gemidos hasta que me levantó con sus manos, sacándola y corriéndose al momento.

Esperé hasta que recuperó el aire y entonces hablé.

–¿Por qué lo sacas?

–Porque no quiero que seas madre tan joven, te respeto y quiero aprovechar primero tu cuerpo antes que un niño se aproveche de él.

–Celoso.

–Precavido, porque quiero que luego nuestro hijo lo aproveche bien en sacar la leche y que lo cuidemos bien, que no le falte de nada.

–Bueno ¿quieres aprovechar para otra ronda?

–Perfecto.

Nos besamos de nuevo y me hizo enrollar mis piernas en su cadera, levantándose y caminando hacia el cuarto, empezando de nuevo con más posturas.

~Hola a todxs!! No hace falta leer nada si no os gusta lo erótico, así que eso. Aquí está el siguiente cap así que, eso, bye bye!!

Pd: muchas gracias por todo el apoyo que le estáis dando, sois los mejores <3~