Capítulo 13

1K 116 365
                                    

Capítulo con música, dejé la canción aquí arriba, cuando llegue el momento, le das a reproducir.🤍
***

Después de un delicioso almuerzo en aquella casa en la colina, y luego de una larga conversación familiar que no fue de lo más amena, pero sí que fue necesaria y certera... Luca regresó al hogar de los Marcovaldo.

Eran ya las tres de la tarde y se veía que el cielo comenzaría a nublarse como los días anteriores, aunque seguía soleado. El castaño iba llegando al piso de arriba de la casa de sus amigos cuando escuchó divertidas carcajadas y no pudo evitar sonreír al ver la adorable escena: Giulia le hacía cosquillas a Rossana mientras ambas estaban recostadas en el sofá y esta última gritaba para poder librarse de su agarre, atacándola con almohadazos en la cara.

Recordó instintivamente las jugarretas en las que participaba junto a Alberto y pensó que ojalá pudiera mantenerlo así por siempre.

— ¡Giulia, Giulia, suéltame! —Exclamaba entre risas que parecían como graznidos de gaviota, contagiándole la risa a la pelirroja.

— ¡Está bien, está bien! —Exclamó de igual manera, limpiándose las lágrimas y soltando a la rubia. Esta última la abrazó y le revolvió el cabello ahora corto. 

—Te ves bien con el pelo corto, me gusta mucho más, déjatelo así.

— ¿Tú crees?

—Todo el mundo lo cree. ¿Tú no?

— ¡Aw, qué empalagosa, me das asco! —Le dijo, sacándole otra carcajada a la rubia, y Rossi le bajó el gorro negro que estaba usando, dejándola sin ver nada y aprovechando para apretarle los cabellos y darle besitos esquimales encima de la prenda negra. —¡Rossi, Rossi, ya!

Luca odiaba tener que interrumpir, pero no podía ser maleducado y no saludar. — ¡Ciao, ragazze! —Saludó. —Perdón si interrumpo algo.

Las dos miraron al chico asustadas porque ni siquiera notaron que estaba ahí y empezaron a reírse. Giulia empujó a Rossana, tirándola del sofá para después saludar. —¡Ciao, Luca! Solo estamos jugando.

— ¡Giulia! ¿Por qué me empujas? —Se quejó.

—Para que me sueltes de una buena vez. —Bromeó y después se dirigió al chico de cabello castaño. — ¿Dónde estabas? —Le preguntó, sentándose bien en el sofá.

—Fui a ver a mi mamá, les avisé en el desayuno a ti y a Beto. —Mencionó, pasando por el costado del sofá, directo a la habitación de los hermanos, donde él se quedaba.

— ¿La saludaste de mi parte? —Preguntó a la distancia, recibiendo un pulgar arriba por respuesta con bastante desánimo y entonces se extrañó por esa actitud.

— ¿Qué le pasa? Usualmente habla mucho. ¿Es por lo del sábado? —Preguntó la rubia.

—No, es algo más. Vamos.

Luca se dejó caer en la cama boca abajo, llegando a saltar un poco con la fuerza con la que se había aventado. Debía pensar muchas cosas después de la charla que tuvo con su abuela y su madre. Necesitaba ordenarse, pero su mente era un caos borroso, porque pensaba mucho y a la vez no tenía respuestas de nada.

— ¿Oye, estás bien? —Las dos chicas preguntaron al unísono, entrando en la habitación. Ambas habían llegado a su encuentro, algo preocupadas. Luca respondió con un murmuro inaudible.

—Estoy bien, solo tengo muchas cosas en la mente. —Dijo, poniéndose de boca arriba y posando sus manos en su frente.

— ¿Qué cosas?

¡Ciao, Ciao! /Luberto FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora