Copa de Angeles

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Todos los ángeles salieron de prisa a buscar a sus compañeros perdidos, en el camino se toparon con aquella bruja que habían visto salir de la tierra.

Jade: Bueno bueno ángeles un gusto verles, escuche lo que sucedió en el santuario y decidí ayudar.

Emael: En serio Jade ayudar tú? De cuando acá te interesa mi raza.

Jade: Vamos Emael sabes que con la tregua muchas cosas cambiaron. Cuando vas a aceptar esta tregua?

Emael: cuando el último ángel muera Jade ese día la voy a aceptar.

La tensión entre Jade y Emael era demasiado palpable tanto que se sentía un aire pesado. Jade tenia mas de  tres siglos de existir pero parecía una joven de veinti tantos, al ser una criatura inmortal no envejecía.

Jade: Emael no entiendo porque odias tanto a mi raza mi gente.

Emael: Haaaa claro que sabes el porque Jade lo sabes, sabes la sangre de quien corre en tus manos.

Jade: Em no se de que hablas en la guerra antes de la tregua mucha gente murió en mis manos.

En la guerra de reinos la madre de Emael murió, a el le dijeron que una bruja de mínimo tres milenios que utilizaba joyas de jade la mato. Tiempo después Emael se topo con Jade ella utilizaba un anillo de esa piedra color verde que le hizo creer que fue ella quien acabó con la vida de su madre.

Jade:  No se que pasa por tu cabeza Emael pero sea lo que sea yo no tengo que ver no fui parte de esa guerra.

Estefano: Emael no se que pasa pero si reconozco algo esta mujer dice la verdad no se como pero se que no miente. Y esta acá para ayudarnos Vera y Sam están secuestrados entre mas ayuda tengamos mas rápido los vamos a salvar.

Emael: Bien solo porque ellos nos necesitan.

Estefano logro que Emael accediera a que Jade los acompañara, pero mas que todo por fines propios ya que su hermano le pidió que le ayudara para poder acercarse a ella.

Vlade volvió a ver a su amigo y le guiñó el ojo en forma de agradecimiento, ya lo único que quedaba por hacer era que el se acercara a ella a hablarle, durante varias calles caminaron sin decir nada y en el momento justo que iba a tomar valor un grupo de traidores apareció estaban armados pero sus armas no estaban en llamas, habían contaminado su sangre ya no eran ángeles.

Los superaban por el doble eran ocho y ellos solo cuatro. Jade al ver que los tenían rodeados alzó sus manos y brillaron de un color morado casi blanco era muy poco perceptible pero si prestabas atención se podía ver, de la tierra saco un báculo con un carnero en la punta y se lanzó a atacar, los ángeles siguieron el ejemplo de ella y le ayudaron en la pelea tomaron sus armas y empezaron a luchar, no les costo acabar con ellos ya que al no tener sangre de ángel las armas que utilizaban no servían como debían.

Vlade fue el último en terminar con el último en pie Jade se le acercó y le felicitó.

Jade:  Buen trabajo niño te mueves muy bien cuando peleas solo recuerda plantar bien los pies cuando caigas de un salto.

Vlade: Gracias Jade lo tendré en cuenta...

Jade le guiño un ojo y le volvió a sonreír.

Jade: Bien Emael y ahora que hacemos creo que nuestra posición fue expuesta.

Emael: Jade tiene razón, tememos q tomar lo que podamos para rastrear a sus compañeros revisen si tienen algo y vámonos.

Tomaron los cuerpos pero no encontraron nada solo tenían las armas. Siguieron caminando y en el camino Vlade habló con Jade.

Vlade: Se que tal vez no sea la pregunta adecuada pero que edad tienes?

Jade: Jaja te sorprenderías mucho si te lo dijera solo te diré muchos más que tu Vlade.

Vlade: ¿Tantos como para negarme una cita?

Jade: Mira Val te agradezco pero creo que algo así no se puede dar porque...

Vlade: Porque no somos de la misma raza.?

Jade: No porque... Sabes que déjalo así no es momento de hablar estas cosas, estamos buscando a tus amigos y tu solo piensas con tus hormonas... ¡Ema espera me!

Grito Jade dejando a Vlade atrás, empezaba a amanecer y tenían que regresar al santuario no lograron dar con el paradero de sus amigos ni con ningún otro traidor así que decidieron volver Jade se despidió y se fue al igual que ellos.