Capítulo 30: Bruno

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La cámara fue apagada después de un chasquido de Ainhoa. Federica, la alumna que hacía de reportera, dejó el micrófono en la mesa del despacho y dio por finalizada la entrevista con el Jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra.

FEDERICA: De corazón se lo agradecemos. Nos viene de maravilla para el trabajo de la uni.

BUJ: Agradecido estoy yo de que unas jóvenes se interesen en el Cuartel General para sus tareas.

FEDERICA: ¿Podemos filmar el patio? Nos vendrían bien planos recurso.

BUJ: No por mucho tiempo.

FEDERICA: Sin problema. Diez minutos. O menos.

Mientras Federica gastaba los segundos en grabar el soleado patio, Ainhoa y Carmela, resguardadas en los soportales, revisaban en sus respectivas libretas el tiempo de las escaletas del trabajo.

CARMELA: Creo que superaremos los veinte minutos.

AINHOA: Ya recortaré yo en edición para hacerlo dinámico.

Ainhoa paró la conversación debido a las risotadas de dos soldados por el pasillo.

CARMELA: ¿Qué tal llevas Redacción Publicitaria?

AINHOA: Como todo.

CARMELA: Ay, lo sien...

AINHOA: ¡Bien!

El tono elevado llamó la atención de los dos soldados. Uno de ellos se acercó a las dos chicas con paso ligero y una sonrisa pícara en el rostro.

SALVADOR: ¿Qué?¿Trabajos?

AINHOA: Pues sí.

SALVADOR: ¿Universidad?

AINHOA: Justo.

SALVADOR: Pues ya sois las únicas aquí con estudios.

Ainhoa rió por obligación.

SALVADOR: Me llamo Salvador. Y creo que tengo la misma edad que vosotras.

AINHOA: Tiene pinta.

SALVADOR: Lo que echo de menos yo una buena fiesta...

AINHOA: Están sobrevaloradas.

SALVADOR: Perdón si os estoy molestando. Es que hace mucho tiempo que no tengo conversaciones con chicas de mi edad.

AINHOA: No te preocupes. No eres tan invasivo como otros.

SALVADOR: ¿Os doy mi número de WhatsApp? Si queréis, eh.

AINHOA: Por tener uno más...

El acompañante de Salvador dirigía sus ojos pardo a la media melena de Ainhoa.

SALVADOR: Ya está. Si queréis grabar más, podéis subir a la segunda planta.

Federica regresó del centro del patio para cubrirse en la sombra de los soportales.

AINHOA: (a Salvador) No. Ya tenemos suficiente.

Ainhoa se ajustó los pantalones vaqueros.

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