Como ya se había terminado los churros del desayuno, Soraya sacó el teléfono y un bloc de notas a fin de hacer una breve retransmisión por el programa de La frecuencia de la nación. Tenía la silla girada para que su voz molestara lo menos posible.
SORAYA: Hace exactamente tres horas, tuvo lugar en Rabat, la capital de Marruecos, la toma de poder por parte de Salma Jraidi, la líder socialdemócrata del RNI. De esta manera, asumirá no solo el cargo de Primera Ministra, sino también la Jefatura del Estado ante la ausencia de Rey y herederos. Aunque asegura que esta autoridad solo es provisional, y acordará con las Cámaras quién ocupará el lugar en cuanto se conforme el nuevo Gobierno.
Soraya paró y tomó aire. A su lado, Valentina y Gabriel seguían mojando los churros en leche de soja.
VALENTINA: ¿Y vas a compaginar los estudios con el podcast ese?
SORAYA: No. Pero, de mientras...
GABRIEL: Dicen que las clases se reanudarán en enero. Yo pienso que deberían ser en septiembre y dar este año por suspendido.
VALENTINA: Sí, sería lo...
Valentina prestó atención con su oído al balcón. Al levantarse y asomar la cabeza, descubrió que Desireé estaba tocando el violín, aunque no con la intensidad suficiente.
VALENTINA: ¿Te encuentras mejor?
Desireé dejó de tocar.
DESIREÉ: Sí... Estoy bien, aquí, tomando el fresco. Pero...
VALENTINA: Pero...
Desireé señaló con el dedo el edificio de enfrente.
DESIREÉ: Ella no era así. Yo siempre confié en que remontaría. Nunca fue el monstruo que ella creía de sí misma. Pero... ¿Y si su sacrificio es mentira?¿Y si me ha estado engañando? No lo sé. Ni siquiera sé si podré mirarla de nuevo a la cara. No por mí, sino porque ella se ha montado en una pila de cadáveres para ser inalcanzable. Que se vaya. Que no sufra más. No. Ella, hasta el final, dañando. Parece mentira.
Valentina asintió con comprensión.
VALENTINA: Yo iré ahora con Gabriel al Nuevo Muro del Prado. ¿Te quedas aquí?
DESIREÉ: Sí.
VALENTINA: Veo a Soraya algo animada. Intenta que se mantenga así.
DESIREÉ: Recuerda que a las ocho tenemos quedada de la Resistencia.
VALENTINA: Sí.
DESIREÉ: Los carteles están preparados.
VALENTINA: ¿Los de Yrma también?
DESIREÉ: Al final, sí. Aunque no tenemos pruebas de que ella sea...
VALENTINA: No, claro. Solo es una sospecha.
Valentina regresó al interior.
12:00. A lo largo del Paseo del Prado y Recoletos, un muro negro tenía tallados los nombres de aquellos que fallecieron durante la guerra. A los pies, los allegados depositaban flores, fotografías y pancartas de despedida.
Julián y Anasztázia hicieron lo propio con Áxel. Una semana pasó desde la inscripción del nombre, la impresión de la imagen y la dejada de flores. Llegó el momento de renovarlas y colocar un ramo de rosas.
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Leviatana
Narrativa StoricaQueda menos de un año para que España celebre nuevas elecciones generales; PSOE y PP rompieron su gran gobierno de coalición. Tres nuevos partidos políticos son los que encabezan las encuestas: Progresivas (izquierda), Unión Española (derecha), y Al...