⚠️ Algunas de las partes contienen escenas explícitas y/o sensibles ⚠️
En el último instante, logró saltar de aquel vehículo que ya aceleraba hacia las afueras de Madrid. Yaiza cayó en el asfalto con los codos por delante. Su liberación fue una condena al ser consciente de que sus dos compañeras vivirían un destino desagradable.
YAIZA: ¡Cabrones!¡Ca...!
El esfuerzo le desgarraba la garganta. Sin importar la decena de Cuerpos de Seguridad que rondaban por Hortaleza, Yaiza, mientras corría despavorida, gritaba sin esperar nada a cambio. Apretaba los párpados y se embestía contra el viento de madrugada.
YAIZA: ¡Cabrones! Asesinos... Moríos de una...
Los chillidos de impotencia cesaron en cuanto se plantó delante de unos bloques de edificios de color crema. Su sentimiento de extrañeza opacó al de desconsuelo al contemplar el muro de cemento que taponaba la calle.
YAIZA: ¿Qué hace esto aquí?
Voces de militares asomaban por las esquinas. Como el muro apenas medía dos metros de altura, Yaiza cogió fuerzas, dio diez pasos hacia atrás, corrió hacia el cemento y se colgó de la superficie. Acto seguido, dobló las rodillas para impulsarse y caer lo más segura posible al otro lado.
YAIZA: ¿Qué es esto?
Ninguna luz asomaba por las ventanas de los edificios. Yaiza avanzaba por la calle, dirigiendo su mirada a cada rincón mientras sujetaba el teléfono a la espera de que sus llamadas obtuvieran respuesta.
YAIZA: Por favor... Cógelo... Por... fa...
Yaiza estuvo tentada en estampar el teléfono contra la acera. Para canalizar su angustia, corría ida y vuelta por las calles desiertas de aquella urbanización sin vida.
11:00. Mariano entraba y salía de la casa de campo, cada vez, con menos uñas en sus manos. En la parte trasera, Tomás abría cajas y entregaba a los yihadistas armas al azar.
TOMÁS: Dos por persona. Two per person. Come on. Attack whatever you want. No more waiting. Allahu akbar y todo eso.
Tomás dio la vuelta a la casa para reencontrarse con Mariano. Este no se despegaba de su teléfono y de su cigarro.
TOMÁS: Ya está todo decidido. No hay marcha atrás.
MARIANO: Aprovechas esta situación para ponerte al frente. Mucho miramiento no tienes.
TOMÁS: ¿Y qué hacemos? Si Carlos lleva un día sin aparecer. Alguien tendrá que tomar las riendas. Y yo estoy harto de esperar.
MARIANO: Pues vete con los moros y las pistolas. Yo me quedo aquí a vigilar la zona.
TOMÁS: ¿Solo tú?¿No se queda nadie más de Bastión?
MARIANO: Yo solo me basto.
TOMÁS: Muy bien. Yo voy a guiar a los moros.
MARIANO: Suerte. ¿Has contactado con la facción yihadista de Barcelona, Valencia y Sevilla?
TOMÁS: Hazlo tú. Ya que no te vas a manchar las manos...
13:00. El coche de Jordan sorteaba las carreteras secundarias de Toledo. En el interior, él, junto a Ainhoa, disfrutaban de la música electrónica y el aire acondicionado.
ESTÁS LEYENDO
Leviatana
Historical FictionQueda menos de un año para que España celebre nuevas elecciones generales; PSOE y PP rompieron su gran gobierno de coalición. Tres nuevos partidos políticos son los que encabezan las encuestas: Progresivas (izquierda), Unión Española (derecha), y Al...