Como el cruce de la A-1 y la M-11 albergaba dos camillas especiales, Ainhoa trasladó a Valentina allí. Mientras dos médicos la monitorizaban, ella, sentada en la pendiente de hierba, observaba los escasos coches pasar. Las miradas del resto de militares, si bien no eran de desprecio, demostraban indisciplina y pérdida de admiración.
Unos recién llegados Jordan y Cunningham se hicieron notar debido a las pisadas y a las incontroladas carcajadas. Ainhoa puso los ojos en blanco e intentó levantarse, pero una mano tocó su hombro herido.
JORDAN: Hola.
AINHOA: ¿Pero tú eres gilipollas o qué te pasa?
Cunningham se alejó. Jordan agachó la cabeza y se sentó junto a Ainhoa.
JORDAN: Nos habíamos reunido con el Ministro de Exteriores de Italia. Van a enviar soldados y van a presionar a Marruecos.
AINHOA: Vale.
JORDAN: He trabajado. No solo he bebido. Necesito un pico de alegría para no rendirme.
AINHOA: ¿Y qué haces aquí? Vete a dormir a un hotel de cinco estrellas.
JORDAN: Es que Hughes está cerca de aquí. Me llamó para hablar un momento.
AINHOA: ¿De madrugada? Vale, me lo creeré.
JORDAN: Y tú, ¿qué haces aquí?¿Ha habido problemas?
Ainhoa señaló la camilla donde Valentina reposaba.
JORDAN: Un pretexto para no estar al frente.
AINHOA: Así es.
JORDAN: Es jodido. Siempre te quedará la otra opción. Yo era reacio, pero...
AINHOA: Cómo se nota cuando la guerra la vives en despachos y bares... Vete y haz lo que tengas que hacer. Ya, mañana, cuando los sargentos me requieran, acudiré a Salamanca.
Jordan ofreció la mano a Ainhoa para levantarla.
AINHOA: Y antes de reunirte con cualquiera, hazlo con alguien de Marruecos. Sudarás, igual por eso no quieres.
JORDAN: He tenido llamadas.
AINHOA: Como invadan Ceuta o Melilla, te mato. Y no estoy yendo de broma.
JORDAN: Esp...
Ainhoa se dirigió hacia la camilla de Valentina. Jordan, cabizbajo, se marchó para buscar a Cunningham.
AINHOA: ¿Cómo te encuentras?
Valentina levantó el pulgar.
AINHOA: Cuando estés totalmente recuperada, te puedes ir en taxi a donde quieras. Yo te lo pago.
VALENTINA: No... no puedo traicionarme otra vez.
AINHOA: Te entiendo.
VALENTINA: Pero tampoco siento la sensación que esperaba al vengarme. No puedo quitarme esa escena de la cabe... la mente. Yo solo pensaba en un balazo, y poco más. Pero eso... Con mi boca... ¿Cómo?
AINHOA: Te entiendo.
VALENTINA: No sé qué más hacer sin dañarme. Mírame. Medio muerta y ningún amigo o familiar a mi lao. Llegó ese momento. Pero es que ni siquiera me tengo a mí. No hago más que recriminarme.
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Leviatana
Ficción históricaQueda menos de un año para que España celebre nuevas elecciones generales; PSOE y PP rompieron su gran gobierno de coalición. Tres nuevos partidos políticos son los que encabezan las encuestas: Progresivas (izquierda), Unión Española (derecha), y Al...