Capítulo Veintidós

1.8K 200 15
                                    


NARRA THEO

Estaba nervioso, no puedo negarlo. Tenía miedo de que el menor pensara cosas de mí que no eran reales, yo no era ningún violento y no solía meterme en problemas, pero ese día algo en mí salió dominándome por completo, no podía escuchar a ese idiota llamando a Liam de esa manera... Con tanto asco, tanta ira en sus palabras. Sólo conocía al menor hacia dos meses pero aún así sentí la inmensa necesidad de protegerlo como si fuera un niño pequeño. Cuando vi al menor sonreír mi corazón empezó a latir rápido en mi pecho, se acercó a mí sentándose a mi lado.

-No tienes que disculparte, entiendo porqué lo hiciste, así como entiendo también que lo hayas negado... Sé que tenías miedo de mi reacción y sabías que tus amigos me lo dirían. -Lo miré sorprendido porque, para ser sincero, no esperaba para nada esa reacción por parte del chico, era muy comprensivo conmigo y eso me encantaba.- Gracias por haberme defendido de esa forma porque terminaste con el infierno que viví por mucho tiempo y lo mínimo que puedo hacer es agradecerte...

-No me agradezcas, te mereces todo lo bueno del mundo, pequeño... -Murmuré con ternura pasando uno de mis brazos por su cintura.

-Bien, mi trabajo aquí termino así que voy a preparar la cena. -Dijo mi madre con una amplia sonrisa, ella siempre encontraba la manera de ayudarme sin saberlo, o bueno, estoy casi seguro de que fue planeado.- Li, ¿Quieres quedarte ésta noche a cenar y dormir?. Prefiero preguntártelo yo porque mi hijo no se anima. Sería un placer que te quedes y poder conocer al chico del que mi hijo no para de hablar.

Reí bajo, ella era una caja de sorpresas. Suspiré y volteé a ver al menor con una pequeña sonrisa de súplica, me encantaría pasar la noche con él pero tampoco podía obligarlo ni mucho menos.

-Llamaré a mis padres para preguntarles, pero estoy seguro de que no tendrán problema. -Aseguró el rubio con una amplia sonrisa.

-Excelente, iré a preparar la cena. Habla con tus padres y Theo me avisa luego. 

Mi madre se fue del cuarto sin decir ni una palabra más, era una mujer muy inteligente y audaz como para hacer ésta clase de cosas. Luego de que Liam hablara con sus padres y estos accedieran sin problema, yo bajé hacia la cocina para darle la noticia a mi madre la cual no parecía tan alegre como hace unos momentos atrás.

-Mamá, ¿Estás bien?. -Indagué acercándome a ella.

-Que suerte que bajaste porque quiero hablar contigo un momento. -Dijo seria, algo no muy normal en ella, mientras se volteaba a verme a los ojos.- Tara llamó, estaba muy molesta porque tú no le atiendes el teléfono ni le contestas los mensajes desde hace un mes. ¿Por qué?

-Porque no quiero hablar con ella, eso es todo. -Escupí con enojo cruzándome de brazos.

-Está preocupada por ti, hijo... No te cuesta nada contestarle un mensaje y decirle como estás. -Me reprochó mi madre con el ceño fruncido.

-Claro que sí. No quiero gastar mi tiempo en hablar con ella. Además, está haciendo su vida, ¿No?. Que la disfrute y me deje en paz. -Bufé molesto.- Y por si te interesa, Liam se queda hasta mañana.

-Perfecto, pero no cambies de tema... ¿Por qué no la llamas y le cuentas sobre Liam?. La hará feliz saber que por fin estás saliendo con alguien de verdad. -Aseguró la castaña con una sonrisa.

-Ya te lo die, mamá. No me interesa que ella sepa nada de mi vida, y no estoy saliendo con él. A penas hace dos días de comenzamos a llevarnos bien, es poco tiempo para definir algo o poner un título. -Murmuré bajo con leve tristeza.

-Hijo... ¿Tú lo amas?

-¿No crees que es muy rápido como para saberlo?.

-Cariño, para el amor no existe el tiempo ni la edad, pudiste conocerlo o llevarte bien desde hace veinte minutos y aún así amarlo con todo tu corazón. Ahora, ¿Tú sientes que lo amas?. -Preguntó la adulta en tono suave y una dulce sonrisa.

-Sí, creo que lo amo... -Contesté casi sin pensar en un susurro.

-Entonces no pierdas el tiempo. -Soltó mi madre con una amplia sonrisa.- Ahora ve con él, pero recuerda llamar a tu hermana en algún momento, ¿Si?.

-Prometo intentarlo. Gracias mamá...

Salí de la cocina casi corriendo para luego subir al cuarto, al entrar me encontré al rubio con la vista perdida en la hoja en blanco de nuestro trabajo. Me acerqué a él con una sonrisa para luego sentarme a su lado.

-¿Pasa algo?. -Pregunté curioso.

-¿Quién es Tara?. -Me devolvió la pregunta dejándome paralizado levemente.- No pienses mal, bajé para decirte que Scott no paraba de llamarte y sin querer oí la discusión con tu madre, sólo una pequeña parte, por eso volví al cuarto sin decirte nada, no quería interrumpirlos.

-No, no te preocupes. Debí decírtelo pero no quería arruinar el poco tiempo que pasamos juntos... -Suspiré bajo y lo miré a los ojos con tristeza.- Tara es mi hermana. 

-Espera... ¿Tienes una hermana?. -Preguntó sorprendido.- ¿Por qué nadie lo sabe? O bueno, ¿Por que yo no lo sabía?.

-Sólo Scott lo sabe, ella es diez años mayor que yo y no tenemos la mejor relación de hermanos que existe... Hace un mes que dejé de contestarle las llamadas y mensajes, se fue a vivir lejos hace mucho, a penas y nos visita para navidad, está casada, estudió en la Universidad de Oxford así que nunca fuimos muy unidos ya que a mis nueve ella se fue a Inglaterra a estudiar y esas cosas, pero ahora exige que le atienda el teléfono y le cuente como me va en la vida, si tengo pareja o no, como me va en la escuela, etcétera. Pero no me interesa mucho, no tengo porqué compartir mi vida con una completa extraña. -Contesté con amargura volteando la mirada hacia la hoja en blanco.

-Quizás si intentaras hablar con ella dejaría de ser una completa extraña... -Murmuró el menor.

Amor a primera pelea ||THIAM||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora