Capítulo Cuarenta Y Tres

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NARRA LIAM

No voy a negar que la clase de química me parecía absurda y aburrida, ya que la profesora no era la mejor y la mayor parte del tiempo se la pasaba hablándonos de su vida personal, pero parecía que ésta vez era diferente ya que, al entrar al salón con su fea bata de laboratorio, sus zapatos marrones de anciana, su cabello pelirrojo grasoso y despeinado y sus lentes redondos, lo primero que hizo fue mirar hacia donde yo estaba con sorpresa.

-¿Dunbar y Raeken sentados juntos? Eso es nuevo. -Dijo con clara confusión, normalmente nos sentábamos uno en cada punta de la clase para no mirarnos, ni cruzarnos, ni respirar cerca del otro.- ¿Se puede saber a qué se debe que ustedes estén sentados en la misma mesa? 

Preguntó con una amable sonrisa, no era mala profesora, pero sí dispersa, y a decir verdad, no explicaba muy bien. Ambos nos miramos, yo moría de nervios, pero el mayor estaba tranquilo, de hecho, demasiado tranquilo, cosa que me preocupaba un poco. Todo iba bien hasta que lo vi, esa sonrisa ladina y ojos brillantes tenían algo planeado.

-Bueno Profesora Honey, Liam y yo somos novios. De hecho se lo pedí anoche. -Aseguró con una sonrisa, que se ensanchó aún más al oír las quejas del salón porque alguien, al fin, había descongelado el corazón de ese chico.

-¿En serio? Oh... Me recuerdan a Romeo Y Julieta... -Murmuró la profesora haciéndonos abrir a ambos los ojos.

-¿Por qué? -Pregunté fingiendo confusión mientras que Theo agarraba una hoja y un papel. 

-Bueno, porque... -Antes de que la pelirroja pudiera decirnos lo único que nos faltaba para terminar el trabajo, la directora entró por la puerta interrumpiendo la clase.- Directora Martin, ¿Qué la trae por aquí hoy?. -Indagó la docente confundida.

-Necesito hablar en privado con el Señor Dunbar, si no es molestia claro.

Su voz era fría y nítida como de costumbre, pero viendo detrás de ella se encontraba Brett Talbot con cara de perrito mojado, ¿A caso le había dicho a la Directora que yo había hecho algo malo? Theo, que no es para nada lento y también vio al de ojos verdes, decidió levantarse de su asiento viendo a la maestra.

-¿Podría acompañarlo? -Preguntó con amabilidad y cortesía, pero su cara denotaba rabia y disgusto.

-Claro, yo no tengo problema. 

Murmuró la mujer de bata blanca, la Señora Martin nos hizo a ambos una seña para que la acompañáramos. El mayor tomó mi mano demostrándome esos dientes perlados para que me sienta seguro, salí con él del salón. Me invadía el miedo, pero sabía que si m chico estaba a mi lado, nada malo podría pasar. Llegamos a la oficina de la Directora y nos sentamos, uno al lado del otro, sin soltar nuestras manos, mientras que Brett se sentaba lejos de nosotros. La mujer de ojos verdes frente a nosotros suspiró con agotamiento.

-Raeken, tú no tenías porqué venir. -Dijo con seriedad dirigiendo su vista a mi novio.

-Lo sé, pero vengo por mi novio. -Contestó con una sincera sonrisa en sus labios.

-Bien, terminemos con esto rápido. Liam, ¿Es cierto que estás hostigando a Brett como venganza porque él te lo hizo a ti en su otra escuela?

Tanto Theo, como yo, nos quedamos en completo silencio, no porque fuera algo real, sino porque aquella declaración nos tomó a ambos por sorpresa. Ninguno de nosotros podía creer que ese idiota de Talbot hubiera caído tan bajo como para inventar una mentira de ese nivel. Apreté mis puños con fuerza, olvidando por completo que Theo aún sostenía mi mano. Abrí la boca para decir algo, pero el castaño decidió contestar por mí.

-No, Directora Martin. Liam no tiene nada que ver en esto. -Aseguró el de ojos grises con una pequeña sonrisa de arrepentimiento plasmada en su rostro.- Yo fui el que peleó con Talbot porque él está enamorado de Liam, yo fui a hablar con él, Li ni siquiera tenía idea de esto hasta ahora... -Mintió de una forma tan convincente que si yo no lo conociera, le creería sin dudarlo.

-Así que usted es el del problema, Raeken. Bien, pídale perdón al Señor Talbot por favor y estará en detención por un mes para que entienda que lo que hizo no es correcto. -Aseguró la directora con tono jocoso y una leve sonrisa teñida en sus labios, como si estuviera complotada con Theo de alguna extraña manera.

-¿Qué? ¡No! Theo no tiene nada que ver en esto, el problema es Liam, no Theo. -Gruñó con molestia Brett, yo no era muy partícipe de la conversación hasta que oí a esa asquerosa comadreja hablar. No pude contenerme.

-Sí, soy un problema para ti, pero no porque te acoso, sino porque quieres salir con mi novio pero él ni se voltea a verte. -Solté de forma neutral e indiferente con una pequeña sonrisa en el rostro.

-¡No es cierto! -Rugió el de ojos verdes con enojo acercándose hacia mí.

-¿Ah no? Entonces explícame, ¿Por qué nos espías a Theo y a mí todo el tiempo? -Contesté con enojo.

-¡No es todo el tiempo, sólo fue una vez y porque quería que Theo entienda que eres patético y no estás a su nivel! -Al instante que aquello salió de su boca la habitación quedó sumergido en un completo silencio. Todos, incluida la Directora, nos quedamos viendo fijamente a Talbot.

-Entonces... ¿Ya podemos irnos, Natalie? -Indagó Theo con una amplia sonrisa en su rostro.

-Claro que sí, lamento mucho la confusión. Saluda a tu maravillosa madre, Theo, y dile que la veo el domingo. -Contestó alegre la Señora Martin.

Miré toda la escena confundido, al menos hasta que mi novio de dio la mano para salir de esa horrible oficina, no sin antes saludar cordialmente a la directora. Una vez que estábamos lejos de ese lugar, me detuve en seco en medio del pasillo jalando levemente de la mano del castaño logrando que se pare delante de mí con una amplia sonrisa.





Amor a primera pelea ||THIAM||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora