Amor a primera pelea ||THIAM||

Capítulo Trece

NARRA LIAM

Me quedé paralizado al oír los gritos frenéticos de Theo resonar por el salón, y al parecer no había sido el único, ya que hasta el maestro se había quedado en silencio luego de aquello. Yo estaba allí, parado junto a la ventana presenciando lo que probablemente sería el mayor ataque de ira que había visto en toda mi vida, no recuerdo en que momento me había levantado de mi asiento, y mucho menos sé cuando terminé pegado al cristal. Creo que en mucho tiempo no podría quitar de mi cabeza el rostro del mayor en ese estado tan apocalíptico, sus ojos desbordados de ira, su cara completamente roja y sus dientes tan juntos que podrían limarse entre sí, me aterraba pero a su vez me preocupaba en demasía. Cuando nuestras miradas se encontraron, pude ver un destello de miedo en sus ojos, como si estuviera aterrado de repente. Luego de eso desapareció todo el día. Intenté buscarlo en el almuerzo y salí entre horas buscándolo por toda la preparatoria pero no pude encontrarlo, él se había ido sin dejar señales de vida por ningún lado. Por los pasillos se corría el rumor que se había fugado a principio de mañana pero pocos conocían el motivo de su pequeña "desaparición". Me resigné luego de la hora de biología, él no había aparecido a una de las pocas clases que compartíamos, tampoco me dejó una nota, y no podría esperar un mensaje porque no le había dado mi número, pero luego recordé algo, o más bien, a alguien que podría ayudarme. Caminé luego de clase hacia el famoso Jeep de Stiles, en donde los populares y el novio del chico se reunían. Me acerqué seguro de mí mismo ignorando las miradas confusas, pero decidí evitar un posible problema y hablar directamente con su mejor amigo.

-Scott, ¿Podemos hablar un segundo? -Pregunté con una pequeña sonrisa, el moreno asintió sin decir nada y nos alejamos un poco de sus amigos. Suspiré bajo y lo miré a los ojos.- ¿Qué le pasó a Theo?

-No soy yo quien debe decirte, Liam... Lo lamento... -Murmuró mirándome como si realmente quisiera soltar todo lo que sabía en ese mismo instante.

-Lo sé, sólo quiero saber dónde está. Llevo buscándolo desde lo que pasó en la primera hora pero no logré dar con él. -Expliqué con tristeza.- Sé que él y yo no somos amigos ni nada que se le parezca, pero necesito verlo y creo que eres el único que puede ayudarme...

-Liam, mira... Theo a veces es muy temperamental cuando se trata de la gente que le importa... Cuando alguien insulta a una persona que para él es especial, como lo hizo Tracy esta mañana, suele molestarse demasiado, al punto de salir por completo de su eje y explotar. Quizá lo mejor sea que no lo veas hasta que él lo decida, porque créeme que está muy avergonzado de cómo lo viste hace rato... Por eso decidió desaparecer... -Su voz sonaba real y muy suave, como si le importara que yo entendiera que él sí quería verme pero necesitaba su tiempo para calmarse.

-Está bien, lo entiendo... -Murmuré con una pequeña sonrisa para luego sacar un pequeño papel de mi bolsillo y entregárselo al chico frente a mí.- Dáselo a Theo por mí. Dile que acepto sus disculpas, él lo entenderá...

-No te preocupes, se lo daré apenas lo vea...

Contestó con una sonrisa cálida en su rostro. Nos despedimos y me fui directamente hacia mi casa, supuse que ese día ya no nos veríamos como habíamos quedado. El camino fue tranquilo y bastante aburrido ya que mis amigos ya se habían ido a sus casas desde hacía tiempo, me concentré tanto en buscar al castaño que no recordé a mis amigos. Cuando por fin llegué encontré una pequeña nota pegada a la puerta, la agarré confundido para luego entrar a mi casa y abrirla con cuidado.

"Lamento mucho lo que pasó hoy, tú no tenías porque verme en ese estado. Prometo recompensártelo en la tarde. Te veo a la misma hora que ayer en mi casa si aún quieres venir.

-T."

Sonreí ampliamente al terminar de leerla pequeña carta, aunque aún estaba algo desconcertado, ¿Por qué se disculpaba si no había hecho nada malo? Las palabras que había gritado el mayor habían quedado grabadas en mi mente, no es que no, pero no comprendía porque era que se disculpaba conmigo, tampoco comprendía a quien Tracy había llamado "Maricón", debía ser alguien muy cercano a Theo como para haberlo hecho enojar de esa manera tan desorbitante. Traté de no pensar en aquello hasta que el tiempo de ir a su casa había llegado, me puse un pantalón de mezclilla negro y una camiseta blanca pegada al cuerpo, sobre ella la chaqueta de cuero negro del de ojos grises. Agarré las cosas que necesitaba y salí hacia su casa con una sonrisa. A los pocos minutos llegué con los nervios a flor de piel. Mientras pensaba en qué podía decirle, me decidí a tocar el timbre. La puerta se abrió dejándome ver a un castaño somnoliento sin camiseta, shorts deportivos y el cabello desordenado, ¿Se supone que así debería no tener ganas de besarlo? Me sonrió de manera tierna para luego correrse hacia un costado y permitirme entrar.

-Creo que se te está haciendo una mala costumbre dormir antes de que yo llegue y luego abrir la puerta sin camiseta. Tengo miedo de entrar luego y verte en calzoncillos.

Bromeé riendo mientras entraba a la casa y veía que él cerraba la puerta con una sonrisa. Por alguna razón verlo sonreír me tranquilizaba un poco después de lo que había pasado en la mañana. Obtuve un pequeño gruñido como respuesta sacándome una pequeña carcajada, posteriormente subimos a su cuarto.

-No me molestes o volveré a dormir y lo harás tú solo hasta que yo me despierte... -Murmuró risueño.- O... Te llevo a dormir conmigo... -Soltó con una sonrisa ganándose un notorio sonrojo por parte de mis mejillas.