NARRA LIAM
Me levanté temprano como todos los días, no era amante de llegar tarde ya que eso podría arruinar mi promedio perfecto de asistencias. Saludé a mis padres como normalmente hacía para luego salir hacia la preparatoria con mis auriculares a todo volumen ignorando lo que pasaba a mi al rededor, amaba eso, me sentía en un videoclip famoso en donde yo era el protagonista y el resto del mundo eran simples extras. Para mi mala suerte mi paz se agotó en poco tiempo porque choqué con alguien, levanté la vista para disculparme pero me abstuve de hacerlo casi al momento al ver esa espalda perfectamente tonificada y aquel cabello castaño bien cuidado, lo reconocí casi al instante. Theodore Raeken. El volteó a verme, seguramente para insultarme, pero yo fui más rápido así que pasé por su lado ignorándolo por completo intentando adelantarme, pero nadie podía ignorar a ese castaño asquerosamente narcisista con un ego que iba más allá de la estratósfera. Me tomó del brazo haciéndome voltear a verlo, su expresión era la misma de siempre, misteriosa y cargada de egocentrismo, odiaba eso de él. Lo miré inexpresivo, él no podía intimidarme. Noté que me estaba hablando, parecía molesto, pero yo no podía oír ni una de sus palabras ya que aún tenía mis auriculares puestos, sonreí ampliamente quitando uno de mis auriculares cuando él había terminado de hablar. Suspiré bajo sin dejar de sonreír con amplitud.
-Lo siento, ¿Dijiste algo, Raeken?. -Pregunté sin borrar la sonrisa de mi rostro, el mayor parecía que iba a explotar en cólera.- En fin, no debe ser nada importante así que adiós. Espero no verte pronto.
Rápidamente me solté de su agarre para alejarme de él lo antes posible, no quería hacer una escena en medio de la calle y tampoco quería oírlo gritarme hasta que se cansara, lo mejor era huir. Para ser sincero no sabía mucho de él más que su nombre y algunas de sus "Conquistas", forma en la que él llamaba a sus relaciones esporádicas. No recuerdo en qué momento comenzó nuestra pelea infinita por quien era mejor o quien tenía razón pero es algo que ya pasaba hace un largo tiempo. El no me agradaba, yo no le agradaba, hablábamos lo justo y necesario para no pelear frente a todo el mundo, ni más ni menos. Llegué a la preparatoria con una sonrisa triunfante pegada en el rostro, lo cual no pasó desapercibido por mis amigos. Mason y Corey al verme decidieron indagar un poco en el motivo de mi sonrisa mientras íbamos camino a mi casillero.
-¿A qué se debe tanta alegría, amigo? -Preguntó el moreno con una amplia sonrisa.
-Bueno Mase, mi día comenzó grandiosamente. Dejé al rey con la corona en el suelo hace unos minutos. -Bromeé riendo ganándome una mirada confusa de mis amigos.- Choqué con Theo, él me dijo quien sabe qué porque yo traía audífonos así que cuando terminó de hablar me los quité riendo y le dije que no había oído nada pero que seguramente no era nada importante. Luego sólo me fui sin decir nada más. Se sintió grandioso. -Terminé de contar mi breve pero entretenida anécdota haciendo reír a mi amigos.
-Li, algún día él va a matarte. -Se apresuró a decir el castaño a mi lado.
-No te preocupes Cor, no va a poder porque siempre estamos rodeados de gente, en público y jamás estaremos solos en algún lugar como para que tenga la oportunidad de hacerme daño. -Aclaré con una amplia sonrisa calmando los nervios de mi amigo.
-Amenaza a las once.
Murmuró el moreno en voz baja con una sonrisa, a eso lo llamábamos "La alerta Raeken y su grupo de idiotas". Cada uno de ellos tenía su propio apodo; Primero estaba Theo, él era el Rey del Narcisismo; Le seguía Stiles, él era el Príncipe del Sarcasmo; Luego de él estaba Isaac, el Bufón de la corte; Y por último Scott, él era el Duque de los Malos Hábitos, como tratar de resolver todos los problemas de todo el mundo pero sin dejar de seguir las órdenes del castaño. Suspiré bajo cuando me di cuenta que el Rey se estaba encaminando hacia mí, eso no era bueno, para nada.
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Amor a primera pelea ||THIAM||
Fiksi PenggemarTheo y Liam son opuestos en todo sentido. Mientras que Theo pasa sus días con diferentes personas por pura diversión, Liam se concentra en sus estudios soñando con encontrar el amor. A pesar de que su comunicación era casi nula, lo poco que hablaban...