Capítulo Treinta Y Cinco

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NARRA LIAM

De camino a mi casa fuimos hablando de cosas triviales, películas, libros, vacaciones, preparatoria y demás tonterías para conocernos mejor. Pude descubrir que a Theo le gustan más los libros que las películas, su libro favorito es "Los Ojos Del Perro Siberiano" de Antonio Santa Ana, su película favorita es "El extraño mundo de Jack", le gusta mucho vacacionar en la playa o en un bosque, completamente alejado del mundo. Realmente es un chico genial y divertido, nunca creí que nos llevaríamos tan bien, aunque aún todo es demasiado nuevo para mí. Entramos a mi casa mientras le contaba a Theo sobre mi serie favorita.

-Lo que digo es que resistió el golpe de un rayo y gracias a la explosión del acelerador de partículas lo hizo el hombre más veloz que existe, pero aún así se deja llevar demasiado por sus sentimientos, si fuera menos sentimental le iría mucho mejor. -Argumenté una vez estábamos en la cocina.

-Y yo sólo digo que deberías dejar de ver Flash porque a éste paso ya te veo como investigador forense. -Bromeó con una sonrisa mirándome mientras yo preparaba algo para almorzar.

-No, me encantaría pero le tengo un poco de asco y pánico a los cadáveres. -Contesté sonriente.

-¿Y qué planeas estudiar entonces?. -Preguntó curioso sentándose en uno de los banquillos del desayunador.

-Aún no lo sé, pero me gusta mucho estudiar las cosas antiguas y la historia detrás de ellas, quizá estudie para ser historiador, o tal vez antropólogo. ¿Y tú? -Interrogué alegre mientras terminaba de preparar los sándwiches para nuestro almuerzo. 

-Creo que es más sencillo para mí, yo quiero estudiar para ser un gran escritor en el futuro, uno de la talla de Poe, Sábato, Hemmingway, Dickens, Dashner... O quizás trabajaren una editorial, ambas ideas me gustan y, a su vez, van de la mano. 

Mientras el mayor hablaba de lo que lo apasionaba, de sus ojos emergía un brillante destello de alegría, era algo poco usual en él, pero me gustaba mucho verlo tan feliz mientras se abría un poco conmigo. Nos sentamos a almorzar mientras comenzábamos a debatir algunas cosas de nuestro trabajo.

-Sabemos que el tema principal es el amor, pero también tiene, a su vez, dos temas casi principales a la vez, el odio y la tragedia. Ahora solo debemos justificarlos... -Comenté pensativo dándole una gran mordida a mi sándwich.

-El amor es por la pasión que manejan Romeo y Julieta, un amor desbordante y frenético. Se puede notar fácilmente porque toda su historia de amor sucede en tan solo seis días, se enamoran, se casan, tienen su gran noche de bodas y luego sucede la tragedia. -Argumentó el castaño con una sonrisa.

-Perfecto... -Murmuré mientras anotaba aquello en uno de mis cuadernos.- Yo creo que el odio se debe al gran enfrentamiento entre sus familias.

-Genial, ahora escribe esto. -Comenzó a decir una vez que yo terminaba de escribir el argumento anterior.- Desde un comienzo, el amor entre éstos amantes se considera trágico, ya que, por la rivalidad de las familias, ellos debían encontrarse a escondidas para poder estar juntos, pero gracias a su plan fallido, ambos terminan con su vida.

-¿Sacaste eso de Wikipedia?. -Indagué burlón cuando terminé de escribir lo que me había dictado.

-No, se llama leer y analizar. Te juro es fácil hacerlo. -Contestó riendo.

La tarde pasó demasiado rápido para mi gusto. Sin darnos cuenta ya eran las seis de la tarde, así que me decidí a preparar dos tazas de café, una para mí y otra para Theo. Mientras terminaba de preparar nuestra merienda, oí la puerta principal abrirse y supe perfectamente que mis padres habían llegado. Salí de la cocina con una sonrisa para saludar a mis padres, los cuales me recibieron con un fuerte abrazo.

-Hola pequeño, ¿Cómo estás? -Indagó mi madre al separarnos de ese cálido abrazo.

-Muy bien, tuve un día geni... -Antes de poder terminar mi frase, fui interrumpido por la voz de mi padre.

-¿Quién es él? -Indagó confuso viendo hacia la sala en donde el castaño estaba sentado.

-¿Él es Theodore? -Indagó mi madre risueña, a lo que yo solo asentí.- Es muy guapo, cariño. -Susurró la de ojos marrones.

-¿Ese es tu novio? -Mi padre no estaba molesto, pero sí sorprendido, ya que se esperaba a chico delgado, nerd y, según él, poco atractivo, y el castaño era todo lo opuesto a lo que mi papá se había imaginado en su cabeza.

-No es mi novio, estamos saliendo. -Aclaré sonriente.

-Que no se te escape, hijo. -Bromeó el de ojos azules con una sonrisa para luego encaminarse hacia la sala, seguido por mi madre y yo.- Hola muchacho, ¿Así qué tú eres el que se quiere robar a mi hijo? -Preguntó intimidante para asustar a mi chico, el cual no se inmutó ante la amenaza vacía del de pelo negro. 

-Mucho gusto Señor y Señora Dunbar, me llamo Theo Raeken, es un placer poder conocerlos. -En serio ese chico era impresionante, parecía otra persona en ese momento, alguien tan cordial y sereno que me sorprendía.

-Oh... No esperaba eso... -Bufó bajo mi padre.- Bien, me llamo Robert, no me digas señor porque me haces sentir viejo. -Agregó con una amplia sonrisa.

-Cariño no seas malo con el novio de nuestro hijo, es la primera vez que trae a una pareja y no queremos ahuyentarlo. -Regañó mi madre con una sonrisa.- Soy Sara, un gusto Theo.

-No soy malo, pero no quiero entregarle mi hijo a cualquier idiota. -Comentó el de ojos azules cruzándose de brazos sin borrar esa amplia sonrisa de su rostro.

-No se preocupe, Robert, yo jamás dejaría que alguien o algo lastimara a Liam. -Oír al mayor decir aquellas cosas sin pensar, fue algo maravilloso, me hacía sentir como si yo fuera un tesoro que había que cuidar con uñas y dientes. 

-¿Has defendido a mi hijo en algún momento? -Interrogó curioso el adulto.

-Sí, de hecho sí. -Murmuró nervioso, sabía perfectamente lo que él estaba por contar.







Amor a primera pelea ||THIAM||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora