Capítulo Siete

2.4K 268 18
                                    

NARRA LIAM

No pude terminar de decir todo lo que había estado guardando ya que unos labios presionaron los míos, me sonrojé hasta las orejas pero no correspondí el beso ni lo alejé, estaba sorprendido, claro que sí, pero no pude alejarlo. No lo entendía, primero me grita, luego me insulta y cuando yo lo estoy insultando, ¿Me besa?. Sin darme cuenta comencé a corresponder ese extraño beso de a poco, sus labios eran dulces y suaves, la sensación era algo nuevo, único. Con cada segundo que pasaba todo se iba intensificando, el mayor colocó sus manos en mi cintura acercando mi cuerpo al suyo mientras yo pasaba mis brazos al rededor de su cuello acariciando su nuca con mis manos. No sé en qué momento terminé contra la pared siendo prisionero de su cuerpo, pero no puedo negar que la corriente eléctrica que recorría mi espalda era la mejor sensación del universo. Todo era nuevo para mí, no es que no había besado a nadie antes, es sólo que nunca me había sentido tan bien, era un momento tan mágico que por un segundo había olvidado por completo con quien me estaba besando. Una de las grandes, y sorprendentemente suaves, manos del castaño se coló por debajo de mi camisa acariciando suavemente mi piel, su tacto era tierno, como si yo me pudiera romper con un toque muy brusco, él no paraba de sorprenderme. Nos separamos unos milímetros para recuperar el aire que nos estaba faltando, no pude evitar mirarlo a los ojos pero los suyos seguían cerrados, como si estuviera disfrutando aquel fugaz momento. Coloqué ambas manos en su pecho con delicadeza y lo aparté un poco de mí cayendo poco a poco en la situación en la que estábamos, él con sus manos en mi cintura, yo con las mías en sus pectorales, no era una situación normal para dos personas que se detestan como nosotros. Respiré hondo juntando el valor para hablar, me costó más de lo que creía ya que yo esperaba una golpiza, no un beso.

-¿Theo...? -Pregunté con voz suave y baja consiguiendo que abriera los ojos para mirarme, tenía la mirada perdida y un brillo de confusión absoluta en sus orbes grises.- ¿Por qué hiciste eso?...

-Yo... No tengo idea... -Murmuró sorprendido de sus propias palabras.- Y tú... ¿Por qué lo seguiste y no me apartaste?... -Indagó confuso.

-No lo sé... -Suspiré bajo apartándome completamente de él y volviendo a mi asiento para pegar mi vista a la hoja en blanco que estaba frente a mí.- Sólo sé que yo... No seré un de tus absurdas conquistas. -Aseguré más para mí que para él sin voltear a verlo.

-Si te hace sentir mejor, no quiero que seas una de mis conquistas. 

Murmuró de manera mecánica, como si estuviera en un trance hipnótico. Ambos nos quedamos en silencio, como si cada uno estuviera analizando sus propias acciones y la reacción del otro, como si el tiempo se detuviera momentáneamente. Por mi parte me sentía perdido, acababa de hacer lo que juré que nunca haría, besar a Raeken, y lo peor de todo es, no sólo que lo había disfrutado, sino que quería volver a hacerlo. Suspiré bajo y volteé a verlo, ahora él estaba sentado en su cama con la mirada perdida.

-Oye... -Dije lo suficientemente alto como para que me escuchara y me prestara atención.- Sobre esto... No quiero que nadie lo sepa... -Pedí con voz suave.

-¿Por qué? ¿Por qué quieres repetirlo o por qué estarás en boca de todos?. -Cuestionó con leve molestia en su voz.

-No quiero que todos crean que soy otra presa más que capturaste, porque no lo soy. ¿Entiendes eso o quieres que te haga un dibujo?. -Gruñí bajo, era obvio que la paz no era una opción para nosotros.

-Cálmate, no planeaba decirle a nadie. No me interesa que sepan que nos besamos, luego de eso vendrán rumores idiotas los cuales, para ser sincero, no tengo ganas de soportar. -Aseguró con una frialdad que me hizo entristecer un poco sin razón.- Aún no contestaste mi pregunta. -Agregó confundiéndome.

-¿Qué pregunta?

-¿Quieres repetirlo?. -Indagó dejándome helado por unos segundos, no podía creerlo.

-No. -Intenté sonar seguro pero mi voz había salido un poco más baja de lo que creía y parecía como si lo estuviera dudando.

-Mira, ya estamos en ésta situación, sólo lo sabremos tú y yo, pero no voy a obligarte a nada que no quieras hacer. Pero... -Vi como se levantaba de su cama, para luego caminar lentamente hacia mi dirección, una corriente eléctrica recorrió mi espalda cuando puso ambas manos a los lados de mi silla y acercó su cara a la mía mezclando nuestras respiraciones.- No voy a contenerme si me dan ganas de besarte. 

-¿Qué? ¿Por qué?. -Pregunté confundido y nervioso por su cercanía.

-Porque yo hago lo que quiero. Tú no puedes decidir nada por mí, pequeño... -Estaba serio, no había ni una mísera chispa de humor en sus palabras. Segundos después, estalló en carcajadas alejándose por completo de mí.- Eres adorable, Liam. Cálmate... Ni que fuera a comerte o algo.

-Eres un completo idiota, en serio... 

Murmuré molesto, por algún motivo comencé a unirme a su risa. Estaba claro que algo en ese chico no era normal, pero era lindo compartir un buen momento sin intentar matarnos el uno al otro. Me niego a admitir en voz alta que tiene una linda y brillante sonrisa, pero a decir verdad... Sí, la tiene.

Amor a primera pelea ||THIAM||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora