Capítulo Catorce

2K 231 4
                                    


NARRA THEO

No sé de donde habían salido esas palabras, ¿A caso lo invité a dormir conmigo sin tener realmente la intención de hacerlo?. Al ver como las mejillas del menor se encendían supe que la respuesta era afirmativa. Reí bajo mirándolo, era adorable en todos los sentidos. Me acerqué un poco a él para poner una de mis manos es su hermoso y sedoso cabello rubio para luego revolver levemente su cabello.

-Tranquilo, no te haré nada, niño. -Dije con suavidad mirándolo a los ojos.

-Lo sé, no te preocupes... -Murmuró con una dulce sonrisa que me derretía por dentro. Él es un chico especial.

-Bien, ¿Comenzamos con el trabajo?. 

Pregunté alejándome del rubio mientras caminaba hacia el escritorio. El joven simplemente asintió mientras yo me sentaba en la silla que había traído al cuarto el día anterior y veía como él hacía lo mismo. Aproveché su pequeño minuto de distracción cuando sacaba las cosas de su mochila para admirarlo, sus labios rosas entre abiertos, sus perfectos orbes celestes enfocados en los papeles que acomodaba en el escritorio de roble, sus delicadas y suaves manos entrando y saliendo de su mochila, su pequeño pero sorprendentemente atlético cuerpo sentado sobre esa silla giratoria... Definitivamente todo de él me resultaba intrigante y hermoso, era extraño, con sólo mirarlo podía sentir un gran cosquilleo en el centro de mi estómago, como si tuviera náuseas pero agradables, no me molestaban  ni me sentía enfermo, simplemente quería seguir manejando aquella sensación por un tiempo. No me di cuenta en qué momento nuestras miradas se encontraron pero no logré evitar que una estúpida sonrisa se formara en mi rostro.

-¿Estás bien?. -Indagó el rubio con curiosidad obligándome a salir de mi leve ensoñación.

-Em sí, sí estoy bien... Lo lamento. Estoy algo perdido, eso es todo... -Murmuré apenado llevando mi vista hacia los papeles que se hallaban sobre el mueble de madera.

-Mira, sé que no somos amigos, pero puedes hablar conmigo si quieres... -Comenzó a decir mi compañero captando nuevamente toda mi atención en sus hermosos ojos.- ¿Quieres hablar de lo que pasó ésta la mañana?. No voy a juzgarte por cómo reaccionaste, supongo que tuviste tus motivos... Digo... Yo te he dicho muchas cosas no muy amigables pero jamás te vi tan enojado y me preocupé un poco cuando no pude encontrarte en todo el día... Te busqué hasta en la biblioteca y fui a hablar con tus amigos, bueno, sólo con Scott, él es el más sensato de ellos... 

Mientras Liam me explicaba por todos los lugares que me había buscado, mi cabeza se iba perdiendo un poco más con cada palabra. Me sentía mal por haber hecho que el chico se preocupe de esa manera, pero por otro lado estaba feliz, yo le importaba... Incluso se atrevió a hablar con mis amigos cuando vio que no tenía más opciones, era valiente, debo reconocerlo. Ahora estaba más que seguro de que había hecho lo correcto al defenderlo contra la lunática de Tracy, y aunque a él no le hubiera importado, no estaba arrepentido de hacerlo. Suspiré bajo sin apartar mi vista del de ojos celestes, me acerqué un poco para poder depositar un suave y dulce beso en su mejilla, me alejé unos pocos centímetros para mirarlo con una pequeña sonrisa formada en mis labios.

-Gracias... -Susurré de la manera más tierna posible sin que se confundiera con seducción.

-¿Por qué me agradeces?... -Preguntó confundido arrugando levemente su entrecejo.

-Por preocuparte por mí cuando de hecho soy a la última persona que quieres ver en el mundo...

Esas palabras eran pequeñas dagas punzantes que iban camino a mi corazón, pero sabía que eran ciertas. Él únicamente me toleraba, y yo ni siquiera comprendía mis sentimientos, antes no lo soportaba pero ese beso... Ese condenado y fenomenal beso, cambió muchas cosas en mí. Mi cuerpo reaccionaba diferente cuando estaba con el menor, es como si todo mi mecanismo de "Chico Malo" fuera destruido por completo con sólo mirar ese brillante océano celeste que había en sus ojos. Lo detestestaba, odiaba que él hubiera cambiado todo de mí con un simple beso. Había pasado tantos años ocultándome del amor, huyendo a toda mínima posibilidad de sentirlo, porque sabía que si alguien conseguía que me enamore, esa persona tendría la posibilidad de destruirme por completo, y yo no quería eso. Amar es algo hermoso, lo sé, pero no podía permitir que alguien tuviera el poder de derrumbar por completo mi estado anímico, mis barreras siempre fueron mi gran logro, mi mayor protección, y ahora me las estaban arrebatando como si todo lo que construí en los últimos años fuera un simple barco de papel que un niño arrojó al agua para que éste se empapara y así, romperlo para siempre. Yo era el barco de papel, y Liam era un niño inocente que creyó que el agua no le haría daño a su pequeña creación. Lo que comenzaba a sentir por el rubio se estaba convirtiendo en algo real, porque yo comenzaba a asumirlo. Aún no sabía si aquello era un problema porque me gustaba estar con él, es un chico especial, dulce, tierno, amable... Pero yo no, yo era la peor basura que había, no podía comprender que haría que me viera especial ante sus ojos, yo quería ser todo para él, por primera vez en mi vida entendía lo que era dar todo por alguien, ¿Estaría mal intentar ser un buen chico por él? ¿Qué pasaría si cambiaba y él no quería tener nada que ver conmigo? ¿Me estaba apresurando demasiado?. Todo pasó tan rápido que no llegué a pensar en las consecuencias que puede tener Liam en mi vida, buenas o malas, porque a pesar de todo, comenzamos a llevarnos bien hace sólo un día, sin embargo ahora me sentía el chico más feliz de todo el mundo con ver esa brillante sonrisa en su rostro. Creo que puedo permitirme soñar un poco y dejarme llevar por su embriagadora personalidad, aunque sea por unas horas.

Amor a primera pelea ||THIAM||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora