Amor a primera pelea ||THIAM||

Capítulo Veinticuatro

NARRA LIAM

Al terminar de decir aquello, el castaño dejó caer un par de lágrimas de sus preciosos ojos grises. En ese momento me sentí el tipo más malévolo de todo el universo, ver al rudo y malnacido más grande que conocía llorar me había partido el corazón en mil pedazos. Él sólo intentaba ser sincero conmigo y yo sólo lo estaba lastimando, me estaba comportando justamente como él con todas esas personas, o quizás peor. Me mordí levemente el labio inferior mientras estiraba mi mano con delicadeza hacia su mejilla, comencé a darle leves caricias mientras limpiaba sus lágrimas con ternura.

-Por favor no llores... Me parte el alma verte así... -Susurré con tristeza mirándolo a esos hermosos orbes que me veían con confusión. Le dediqué una pequeña sonrisa acercándome un poco más a su cuerpo.- Lo lamento, Theo... Es que se me hace difícil todo esto... Yo creí que te conocía pero descubrir que no era así, que de hecho estaba muy equivocado, y me asusta. Siento cosas por ti que nunca sentí por nadie y, para ser sincero, estoy completamente aterrado. -Me sinceré con delicadeza cerca de su rostro, no me di cuenta en qué momento me había acercado tanto a él, pero no es mi culpa, son sus hermosos ojos los que me hacen perder la razón por completo.

-¿Y crees que yo no tengo miedo?. -Interrogó con algo de molestia sorprendiéndome.

-¿Tienes miedo? ¿De mí?. -Pregunté mirándolo con confusión.

-No de ti, o sí, no lo sé bien... Liam, no sé si lo notaste pero no soy un chico romántico y jamás tuve una pareja seria, no me interesó nadie realmente como para querer un novio o novia... O eso era antes de ti. Ahora tengo miedo de que te alejes de mí, no quiero perderte por nada del mundo y es algo nuevo para mí. Además sé que a tus ojos no soy alguien de fiar, no soy estúpido ni mucho menos. Me haces sentir cosas extrañas, no quiero separarme de tu lado, quiero poder caminar junto a ti en la preparatoria, sentarnos juntos en clase... Quiero ser todo para ti, porque siento que eres todo para mí, no paro de pensar en ti ni un minuto y me está volviendo loco... Lo lamento, tenía que decírtelo...

Me quedé mirándolo por unos segundos con una pequeña sonrisa, él era mucho más de lo que creía, tenía un lado dulce y romántico, era tierno, se preocupaba por mí... Quizá nuestra relación no había iniciado de la mejor manera, pero darle una oportunidad a ese chico es lo mínimo que podía hacer y, siendo realista, él me encantaba. Su tacto en mi piel generaba una gigantesca corriente eléctrica por todo mi cuerpo, cuando mis ojos se encontraban con los suyos me hacía gritar de emoción por dentro, con el simple hecho de estar cerca de él me siento feliz, no podría negarme a darle una oportunidad, sé con quién estoy hablando, sé que no es la persona más fiel y confiable del mundo pero aun así me gustaría intentarlo. Quizá sea una pésima idea, pero si no lo intento, no sabré que pudo o no pasar. 

-Theo... No tienes que disculparte por decirme lo que sientes, yo te lo dije y no estoy arrepentido por eso ni creo que haya sido un error... -Suspiré bajo tomando dulcemente su mano libre entre las mías.- Ambos estamos asustados, porque ni tú ni yo conocemos algo acerca del amor, pero quizás eso sea lo mejor... Quizá podríamos descubrirlo juntos... No digo que seamos pareja y se lo contemos a todo el mundo, pero tampoco quiero que esto quede en la nada porque, aunque odie aceptarlo, me gustas. Simplemente digo que podríamos intentarlo, como una "Etapa de prueba" donde nos conozcamos más, salgamos a citas y todo eso que hace la gente normal, porque tampoco me gusta la idea de estar encerrados en tu cuarto todo el tiempo. ¿Qué opinas?

Su cara era la obra de arte más hermosa que había visto en toda mi vida, sus ojos con un pequeño destello de emoción, las comisuras de sus labios estiradas hacia arriba en una amplia sonrisa y sus mejillas levemente rojizas. El mayor se acercó un poco más a mi cuerpo rodeando el mío con su mano libre, la que antes tenía el cigarrillo que ya había termino. Esperé paciente a que él decidiera hablar, no iba a obligarlo a decidir ahora y mucho menos a hablar si no quería pero, para mi sorpresa, él ya había decidido.

-Me encantaría intentarlo contigo, Liam. Pero tengo una condición... -Murmuró el chico junto a mí con una amplia sonrisa, nuestras miradas estaban clavadas una en la otra, como si los ojos del contrario fueran el universo más maravilloso que había.

-Dime... -Contesté sin pensar, hipnotizado por ese mar grisáceo que me quitaba el sueño por las noches.

-Quiero poder ser cariñoso contigo en la escuela. -Soltó sonriente.- Poder tomarte de la mano, sentarnos juntos en clase, almorzar juntos a veces, visitarte en tu casillero y darte algún que otro regalo en público. No quiero esconderte, mucho menos esconder lo que siento por ti... -Suspiró bajo explicando su condición.- Sé que para ti será difícil, y lo entiendo... Podemos hacerlo de a poco si quieres. Como iniciar por mis visitas a tu casillero...

Debo admitir que se veía muy tierno cuando estaba nervioso, pero también sé que él tenía razón. No podíamos escondernos por mucho tiempo, todos lo notarían rápido cuando ya no vieran que discutimos a diario por los pasillos. Me debatí mentalmente unos minutos en si sería una buena o mala idea comenzar a salir públicamente, hasta que decidí que si iba a darle una oportunidad, no podía ser a medias. Tomé aire y lo miré a los ojos con una sonrisa.

-No Theo, si lo vamos a hacer, lo haremos bien. No quiero algo a medias, quiero que hagas lo que quieras cuando quieras. Si quieres almorzar conmigo, sólo debes pedírmelo, lo mismo que sentarnos juntos. Pero ambos haremos lo que queramos, no sólo tú. Si yo quiero besarte en medio de la preparatoria, lo haré. -Dije con seguridad y firmeza, prefería aclarar las cosas de más que de menos, quería evitar algún problema en el futuro.